UGT y CC.OO también se llevan dinero destinado a la ayuda internacional
UGT y CCOO de Andalucía recibieron el año pasado 2,3 millones de euros en fondos de cooperación internacional, cuatro veces más que países como Uganda. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO) son también receptores de las ayudas de cooperación internacional para el desarrollo que cada año reparte la Junta de Andalucía.
De hecho, los fondos públicos recibidos por ambas centrales sindicales duplican las enviadas por la Administración andaluza a países como Cuba, Ecuador, Mali o Mauritania por este mismo concepto. Según cuenta ABC, parte del dinero fue empleado en celebrar festivales lúdicos y en jornadas para fomentar el sindicalismo. El vicesecretario general del PP andaluz, Ricardo Tarno, denunció ayer el «escándalo» de las ayudas que destina la Junta a la cooperación internacional, ya que el mayor porcentaje se queda en Andalucía y la gestionan instituciones gubernativas en vez de ONG. Denunció el «falso discurso del PSOE» y avanzó que su partido pedirá que la consejera de Presidencia, Mar Moreno, comparezca en el Parlamento para explicar el «destino» de estas ayudas.
La Junta, según El Mundo, desvió a ambos sindicatos el año pasado exactamente 2.348.549 euros en ayudas de cooperación internacional para el desarrollo que sirvieron para financiar nueve proyectos, siete de ellos en el exterior y dos en la comunidad andaluza: un festival de música solidario y un programa de formación de profesores. Los más de dos millones de euros que ingresaron los dos sindicatos son una cantidad similar a la recibida por un país como Honduras (2.203.937 euros), aunque duplica las ayudas de cooperación internacional para el desarrollo que percibieron de la Junta de Andalucía otros países como Cuba (1.005.889 euros), Ecuador (1.275.000), Mali (987.502) o Mauritania (1.084.319). La mayoría de esas ayudas fueron adjudicadas a dedo por el Gobierno andaluz.
La mayoría de esas ayudas fueron adjudicadas a dedo por el Gobierno andaluz. Mientras que las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD) tienen que acudir a un concurso público para obtener subvenciones para llevar a cabo sus proyectos, compitiendo así con otras asociaciones, el Gobierno andaluz adjudica a dedo muchas de las ayudas a sindicatos, ayuntamientos, diputaciones, la propia Junta y universidades. Por otra parte, resulta llamativo que la Junta adjudique subvenciones para programas de cooperación internacional a sindicatos, cuando lo lógico es adjudicarlas a ONGs que llevan años trabajando de forma seria y rigurosa en distintos países y conocen mejor que nadie la situación, indicaron fuentes consultadas por ABC.
De los 209.857 euros de cooperación que CC.OO. gastó en 2009 en Andalucía, 75.000 euros (12,4 millones de euros de las antiguas pesetas) se emplearon en el 4º Festival de Música Solidaria «Entresures», que se celebra en el Auditorio de Málaga. Los otros 134.857 euros los destinó CC.OO. a «recursos de educación para el desarrollo para la formación del profesorado y su aplicación en el Aula», que aparentemente nada tiene que ver con la cooperación internacional.
Según ABC, el resto del dinero hasta los 2.1 millones de euros fueron para fomentar el sindicalismo en Marruecos y Paraguay, así como otros países de América Latina y Central, Caribe y el área andina.
También la CEPES, ambas en manos del PSOE, reciben dinero de la Junta en concepto de “ayuda exterior”
Además de los sindicatos UGT y CC .OO también la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES),una organización de cooperativas muy respaldada por la Junta y el presidente de la FAMP el socialista Francisco Toscano, recibió en 2009 un total de 1,3 millones de euros de cooperación internacional. Destinó 1,2 millones de euros a un «Programa de cooperación sobre Economía social en el Centroamérica». CEPES, a la que la Junta vendió en la Isla de la Cartuja la parcela donde estaba el pabellón de la Santa Sede y permitió la demolición del edificio en contra de numerosas asociaciones en defensa del patrimonio, destinó también 100.579 euros a un «Programa de Cooperación sobre Economía Social e Perú»
El caso de Haití, el país más pobre del Caribe: ni un duro de la Junta
Sabido es que Haití es uno de los países más pobres de la Tierra y desde luego uno de los más pobres del área del Caribe y Centroamérica. Pues la Junta de Andalucía, a pesar de conocer perfectamente la situación de la población haitiana, no destinó un duro a este país en su cooperación internacional. Lo hemos detectado en el decreto del 14 de enero de 2010, de la Junta de Andalucía en el que se aprobaron los Programas Operativos de Países Prioritarios correspondientes a República Dominicana, Cuba, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Bolivia, Paraguay, Mozambique y Territorios Palestinos. Haití, como saben, acababa de sufrir el terremoto más importante del siglo XXI y contaba los muertos por decenas de miles.
Haití es la menos de la mitad de la isla de Santo Domingo, que comparte con la República Dominicana que sí recibe tales ayudas. En su conjunto, son países prioritarios de la cooperación andaluza: Bolivia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y Paraguay, en Iberoamérica; Marruecos, Mauritania, Población Saharaui y Territorios Palestinos, en Norte de África y Oriente Medio; y Malí, Senegal, Guinea Bissau, Burkina Fasso, Togo, República del Congo y Mozambique, en África Subsahariana.
Resulta extremadamente curioso en estas circunstancias actuales se exprese lo siguiente en tal decreto: “República Dominicana es uno de estos países prioritarios1. Ocupa el lugar 79 en el IDH. Sus principales problemas están relacionados con la precariedad social, la limitada cobertura de servicios sociales básicos (especialmente en materia de educación, salud, seguridad alimentaria, vivienda, acceso a agua potable y saneamiento), el deterioro ambiental, el bajo nivel de confianza en las instituciones, la insuficiencia de iniciativas de desarrollo económico generadoras de empleo y la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.” Sin embargo y contradictoriamente, la Junta afirma que precisamente está en Haití una de las causas fundamentales de la pobreza dominicana: “La situación de República Dominicana no puede analizarse sin tener en cuenta la situación de Haití, ya que en las zonas fronterizas (una de las áreas de mayor pobreza) viven 700.000 haitianos, que suelen ser empleados como mano de obra barata y que deprime el salario medio nacional. Estos bajos precios también han conducido a una baja presión para la modernización tecnológica. Además, el mercado laboral está marcado por la inequidad de género, observándose comportamientos distintos para hombres y mujeres, tanto en el acceso como en los ingresos y la calidad.” Alguien debe estar influyendo para que la República Dominicana, país de recreo y de inversión turística, tenga la prioridad que Haití no consigue.