Acusado un mecánico por cambiarle a un cliente el motor del coche por uno viejo
Los talleres de mecánica del automóvil no siempre gozan entre los usuarios de buena fama. La duda de que la reparación se haya efectuado en condiciones y de que las piezas sustituidas y el trabajo realizado se correspondan realmente con el importe de la factura que se presenta al cobro suele estar en el aire. Ante el desconocimiento, el cliente debe hacer casi un auto de fe y confiar en buen hacer y en la honradez del taller de turno.
Es lo que le ocurrió a un hombre que encargó la reparación de su vehículo de alta gama al concesionario oficial precisamente por la confianza que le ofrecía. Además de pagar una factura de cerca de 6.000 euros un año después supo a través de una llamada anónima que el jefe de taller había sustituido, presuntamente, el motor de su coche nuevo por el de un vehículo viejo y siniestrado.
La Fiscalía ha procesado ahora al mecánico por un delito de apropiación indebida por el que le pide una pena de 18 meses de prisión y a una multa de 3.250 euros.
Los hecho ocurrieron a finales de 2008 en la capital cuando el jefe de taller recibió en depósito para su reparación un vehículo de alta gama de la misma marca que la del concesionario. Dos días antes el dueño del coche lo había recogido de ese mismo taller donde había estado dos meses en reparación. El cliente había pagado una factura de 5.707 euros. No obstante, como quiera que la avería persistía lo llevó nuevamente al jefe de taller y éste se comprometió a repararla y a correr con los gastos.
El fiscal en su escrito de conclusiones provisionales asegura que el jefe de taller, «con ánimo de obtener un enriquecimiento ilícito se prevalió de la confianza depositada por el usuario del taller al tratarse de un concesionario oficial de la marca», decidió ahorrarse los gastos de reparación que él debía asumir. Para ello sustituyó el motor original del vehículo, tasado en más de 12.000 euros, por otro de un coche siniestrado, de la misma marcar y modelo, y sensiblemente más antiguo que estaba en el taller. El coche fue entregado a su propietario con la avería supuestamente reparada.
El dueño del coche no se enteró de lo sucedido hasta un año después, a través de una llamada anónima. Una vez presentada la correspondiente denuncia, la policía recuperó el motor original cuando estaba ya dispuesto a ser instalado en otro vehículo.
El concesionario, responsable
El Ministerio Público además de la multa y la pena de prisión pide que el mecánico acusado restituya el motor sustraído en perfectas condiciones de uso y que asuma todos los gastos derivados de su reparación e instalación o, en su defecto, indemnice al perjudicado mediante el pago de los 12.029 euros en los que ha sido tasado el motor, más los gastos de instalación y los intereses legales.
Asimismo, el fiscal solicita que del cumplimiento de esta obligaciones y del pago de dichas cantidades responda como responsable civil subsidiaria la empresa del concesionario oficial.