Mapas publicados en 1942 plantean la invasión nazi de América
Mapas publicados el 2 de marzo de 1942 en la revista Life hablan acerca de un ficticio proyecto nazi que nunca llegó a hacerse realidad: invadir América y más concretamente Estados Unidos poco después del ataque a Pearl Harbor. En ellos se puede observar batallas pertenecientes a una realidad alternativa, como el bombardeo de Detroit y la invasión de Norfolk y Virginia.
Estos mapas fueron creados como ilustraciones para un artículo acerca de una hipotética derrota estadounidense en la Segunda Guerra Mundial creado por el pionero escritor de ciencia ficción Philip Wylie, que también es el autor de la novela ‘Gladiator’ (1930), sobre un proto-super héroe. Estos mapas fueron publicados en los primeros días de la participación de EE. UU. en la Segunda Guerra Mundial, por lo que existía la sensación de que esta invasión era una posibilidad real.
La revista Life publicó una llamada de atención a sus lectores. El articulo llevaba como titulo: “Ahora los EE. UU. deben combatir por su vida”.
Perder parecía algo que realmente podía suceder en América antes de la guerra. Para el año 1942 el Eje contaba sus actuaciones por victorias, aunque aún estaban por llegar los acontecimientos en el Pacífico. En marzo del 42, los estadounidenses tenían Bataán, MacArthur dejó las Filipinas y tuvo lugar la masacre de Manila, el asedio de Leningrado, Corregidor, Mar de Java, el abandono de Singapur por parte de los británicos, Malasia, y mucho más. Las potencias del Eje en Europa controlaban Austria, Checoslovaquia, Polonia, Dinamarca, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Noruega, Yugoslavia, Finlandia, Grecia, Lituania, Letonia, Estonia y partes de la Unión Soviética (Ucrania, Bielorrusia, Crimea), partes del norte de África, además de tener como aliados a Hungría, Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia. También Italia, por supuesto, controlaba Sicilia, Etiopía y Libia. Y los japoneses invadieron una gran parte de China, el Sudeste Asiático e Indonesia. La situación general no parecía muy favorable.
Varios mapas relatan cómo las potencias del Eje podrían combinar sus esfuerzos, centranse en América, y apoderarse de EE. UU. Los mapas de este tipo con flechas fueron difundidos por todo Estados Unidos y eran muy frecuentes durante esta época.
El Plan Dos se centra en un ataque frontal a la costa oeste a través de Pearl Harbor. Sería un camino muy duro. Los japoneses, con el apoyo de aviones de transporte, aterrizan primero en las islas exteriores de Hawai, establecen las bases aéreas y se acercan a Oahu. Los más difícil habría sido el salto del océano, sólo bajo la protección de la aviación naval hasta San Francisco.
El Plan Tres se centra en una travesía por el Pacífico del sur de Japón. La Flota japonesa, reforzada por los alemanes, presumiblemente tiene superioridad naval sobre la flota de EE. UU. Probablemente el primer ataque sería un bombardeo sorpresa del Canal de Panamá, inmediatamente seguido por el aterrizaje en Ecuador.
El Plan Cuatro es el más discutido de la invasión a través de Gibraltar-Dakar-Natal-Trinidad, sobre el cual ha tratado la política de defensa del presidente Roosevelt, llamada ‘Buen Vecino’. Se trata del ataque a las bases por parte de una combinación de las marinas de guerra japonesa, alemana, italiana y de Vichi (nombre que usaban para el régimen francés colaboracionista desde julio de 1940 tras la invasión alemana), después de capturar Gibraltar y Suez, deberían enfrentarse a las flotas aliadas en varias partes del mundo. La invasión se iniciaría por el valle del Mississippi.
El Plan Cinco parece muy complicado porque supone cruzar el Atlántico por otra parte. Combinando armadas del Eje, se invadirían islas del Atlántico y luego se haría el trayecto de las Azores a las Bermudas y a Norfolk. Su mayor dolor de cabeza es la superioridad de EE. UU. en concepto de portaaviones y transportes marítimos. 25 buques nazis podían transportar a hasta cuatro divisiones.
El Plan Seis es la invasión clásica de San Lorenzo y Valle del Hudson. Los alemanes fácilmente podían bombardear Chicago, Detroit, Akron y marchar a sangre y fuego a través del Medio Oeste. Para todo ello, sería un verdadero golpe de buena fortuna poder evitar a la flota británica por el camino.
Este plan era ficticio, pero el plan militar de Washington para expulsar a los británicos del Hemisferio Occidental sí existió.