Arcadi Espada/Reproducido.- No estoy seguro de que las mujeres se depriman más, en la medida que demos a esta palabra una significado hard. Pero mi experiencia, ¡ya muy amplia!, con las chicas me hace creer que las mujeres se entristecen con mayor facilidad que los hombres y son capaces de extraerle más jugo a la cara desgraciada de cualquier circunstancia, incluyendo las francamente felices. Desconozco la explicación de todo ello, más allá de que se aplique el comodín del sincuentaporsiento, mitad genes, mitad ambiente.

En este reportaje, escrito desde el habitual punto de vista condescendiente y victimista (en realidad lo que en él y en los de su género se dice es que los hombres tienen la culpa de la depresión de las mujeres… y de los hombres) se utiliza el comodín, pero se añade que la exigencia social sobre las mujeres para que ejerzan correctamente todos los papeles del chiste, señora, puta y ama de casa, han acabado por trastornarlas. Una afirmación del mismo calado empírico que si yo dijera que la causa de la depresión femenina ha sido, históricamente, el mucho tiempo ocioso de que han dispuesto para pensar en la muerte.

Es sorprendente que se siga hablando de la supremacía depresiva femenina cuando se la pone en relación con la cifra de suicidios, que es tres veces mayor en hombres que en mujeres, y que, por cierto, no suele dar origen a reportajes génerosos en los que se diga que las mujeres son las culpables. Es sorpendente, pero debe de ser que los hombres marchan al suicidio alegre y resueltamente, como las fieras ciegas que son.