El Gobierno vasco culminará a final de este mes el borrador del anteproyecto de Ley de libertad de culto, una normativa que regulará cuestiones como la construcción de centros religiosos de confesiones como la islámica, los enterramientos o las restricciones de algunos alimentos en los comedores escolares debido a las creencias religiosas. Ese al menos fue el compromiso mantenido por el lehendakari Patxi López en una reunión mantenida con las comunidades musulmanas del País Vasco.

La portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, anunció la semana pasada durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la iniciativa, que no está incluida en el calendario legislativo del Ejecutivo, pero que ha sido solicitada después de las polémicas por la apertura de dos mezquitas en Bilbao y Vitoria. Se trata de dar una respuesta legal “a determinadas cuestiones prácticas que se generan en la vida diaria”, señaló la portavoz, que incidió en que no se van a prohibir los centros de culto, sino garantizar su creación de forma ordenada. Si el trámite parlamentario no se prolonga en exceso, a lo largo del próximo año Euskadi podría tener una ley de estas características. Cataluña ya aprobó una norma similar hace dos años, con la que se regularon las condiciones para establecer lugares de culto. El Ejecutivo autonómico optó por publicitar la elaboración de la nueva ley un día después de que el alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, solicitara públicamente que se elabore un documento de este tipo.

Educación, cementerios, halal…

Pero el problema de las mezquitas no fue el único tema abordado. El lehendakari dejó caer la posibilidad de apoyar a los musulmanes con campañas e infraestructuras destinadas a dar a conocer la realidad del Islam y de los musulmanes vascos. Habló, por ejemplo, de crear una cátedra de estudios islámicos con la implicación económica de algún país musulmán, y de ceder infraestructuras para hacer lo que podría ser algo parecido a la “Casa Árabe e Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán” de Madrid o a la “Fundación Tres Culturas” de Córdoba, es decir, un centro intercultural que podría gestionar el Gobierno Vasco conjuntamente con los musulmanes. También se mencionó el incremento de los profesores de religión musulmana en la red pública y la falta de comunicación de la Consejería de Educación con los centros acerca de la oferta educativa en este ámbito.

Se abordó el asunto de los cementerios y la posibilidad de crear tres cementerios territoriales adaptando la normativa vigente a la gestión de la diversidad religiosa. Otro tema que suscitó mucho la atención del Lehendakari fue el de la alimentación halal en escuelas y comedores públicos. Se les explicó a los miembros del Gobierno Vasco que no es lo mismo una dieta vegetariana o una sin cerdo, que una dieta halal y que, hoy por hoy, los niños musulmanes vascos deben optar en las escuelas entre esas dos opciones o irse a comer a casa. Lo que se pretende con la dieta halal es que sea exactamente igual a la del resto de los niños en proteínas animales. Para ello también se revisó el asunto de los mataderos y de los sacrificios animales.