El padre del ‘pistolero de Oslo’ asegura que su hijo debería haberse suicidado
Los detalles sobre la vida familiar del asesino noruego empiezan a aflorar poco a poco. El padre de Anders Behring Breivik, ha asegurado que su hijo debería haberse suicidado antes de cometer la masacre. En una entrevista con el canal de televisión noruego TV2, Jens Breivik, desde la localidad francesa de Cournanel en donde reside desde que se jubiló, se ha mostrado consternado con la tragedia que ha conmocionado Noruega en los últimos días.
Breivik, de 70 años, envió ayer sus condolencias a los familiares. Antiguo diplomático en las embajadas de su país en París y Londres, el progenitor no podía creerse la barbaridad cometida por Anders. “Estoy absolutamente horrorizado”, aseguró a un periódico escandinavo. Padre e hijo no se ven desde 1995 porque sus relaciones se enfriaron durante la difícil adolescencia del joven convertido en pistolero.
Jens Breivik se enteró de la doble masacre cuando leía los periódicos digitales. “De repente, vi su nombre y su foto”, explicó antes de reconocer que todavía no ha logrado digerir la “conmoción”. El padre del joven radical vive en Cournanel, un pueblecito rural a medio camino entre Toulouse y Perpignan. Su actual esposa, Wanda, explicó que su marido se había marchado a España para esquivar la presión mediática. Otras fuentes, sin embargo, aseguran que ha viajado a Oslo por requerimiento de la Policía.
El padre de Anders y su madre, Wenche Behring, se divorciaron poco después de que naciera. Según ‘The Daily Telegraph’, Jens tenía tres hijos de un matrimonio anterior y Wenche una hija. Tras su separación, pugnaron por la custodia de Anders, que finalmente se quedó a vivir con la madre en Noruega. Durante su infancia, visitó asiduamente a su padre en París hasta que se distanciaron en 1995. Una adolescencia rebelde terminó por deteriorar las relaciones.
La situación de la madre está rodeada de más interrogantes. Después de separarse del padre biológico de Anders, Wenche se casó con un militar. Ayer, algunos vecinos explicaban que el piso que había registrado la Policía en Oslo tras la masacre era de la progenitora. “Es una mujer realmente educada, agradable y muy cercana”, explicó uno de los residentes en el edificio.
El uniforme es sospechosamente parecido al de un teniente coronel del ejercito español