¡Gracias por el aperitivo! Madrid y Barça firman tablas y un soberbio espectáculo (2-2)
Real Madrid y Barcelona alzaron el telón de la temporada con un vibrante encuentro de ida de la Supercopa de España en el que no faltó de nada y que deja las espadas en todo lo alto para el choque de vuelta, el próximo miércoles en el Camp Nou, tras el empate a dos final. Los de Mourinho se mostraron más frescos físicamente que su rival y eso les valió para dominar el choque durante la mayor parte de los noventa minutos. Özil abrió el marcador justo antes del cuarto de hora en plena avalancha blanca y el Barcelona volvió a demostrar que necesita muy poco para hacer gol dando la vuelta al marcador por medio de Villa y Messi en sus dos únicos acercamientos con peligro de la primera mitad. Tras el descanso, Xabi Alonso volvió a igualar el partido con un gol desde la frontal.
El Real Madrid sorprendió en el comienzo del partido con una salida fulgurante llena de intensidad y con una circulación de balón eléctrica, con la que logró concentrar el juego en campo culé sin permitir que el Barcelona gozara de posesiones largas. Los blancos lograron salvar la presión de su rival en el inicio de las jugadas y se acercaron con frecuencia al área visitante. Un remate de cabeza de Benzema, que mando a córner Valdés con una espectacular intervención, fue la antesala del primer gol del partido, que llegó justo antes del cuarto de hora en una jugada de tiralíneas en la que el delantero francés sirvió el gol en bandeja a Özil tras cocinarlo con una excelente acción individual.
La superioridad del conjunto madrileño consiguió dibujar un paisaje idílico que todos sus seguidores hubiesen firmado antes del partido, compuesto por la ventaja en el marcador y un rival asfixiado por la presión e inédito en ataque con un disparo sin peligro alguno como único bagaje ofensivo en la primera media hora de juego. El Real Madrid no permitió a su rival salir con el balón jugado en ningún momento y le obligó a sortear el balón una vez tras otra con pases largos que cayeron siempre en saco roto. El Barcelona pagó caro su falta de verticalidad justo hasta el momento en el que apareció Messi para recibir en la mediapunta y abrir a la banda para que David Villa lograra igualar el marcador con una obra de arte ante la que nada pudo hacer Casillas.
Si el empate era injusto de acuerdo con los méritos de unos y otros, lo peor para los de Mourinho estaba aún por llegar. Cuando parecía que dos ocasiones consecutivas de los blancos, que tuvieron origen en sendos fallos defensivos azulgranas, pondrían punto y final a la primera mitad, Messi volvió a hacer acto de presencia para marcar el segundo gol del Barcelona de forma brillante aprovechando el único error grave del equipo merengue durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Con la sorprendente ventaja culé se llegó al descanso de un partido en el que una dura entrada de Khedira, que quedó sin amonestación, y una mano involuntaria mano de Abidal dentro del área fueron las únicas jugadas susceptibles de polémica.
Tras el intermedio, el partido se reanudó con un amago de cambio en la tónica del juego favorable al Barcelona. Esta mejoría se desvaneció con la entrada de Coentrao en sustitución de Di María, momento en el que Xabi Alonso volvía a igualar el choque con un disparo desde la frontal haciendo buena una nueva asistencia de Benzema. El empate espoleó a los de Mourinho, que volvieron a ofrecer su mejor versión con llegadas continuas que obligaron a Víctor Valdés a emplearse a fondo. El carrusel de cambios de ambos entrenadores, que significó la entrada de Callejón, Xavi, Piqué, Pedro e Higuaín por Khedira, Tiago, Adriano, Villa y Benzema, no varió ni un ápice el desarrollo del juego, que siguió cayendo del lado madridista.
Pepe y Dani Alves no dejaron pasar la ocasión para revivir viejas rencillas con una entrada del portugués al brasileño que subió de golpe las revoluciones del partido. Un penalti cometido por Víctor Valdés sobre Cristiano Ronaldo y otro cometido por Marcelo sobre Pedro, ambos sin señalar por el cántabro Teixeira Vitienes, fueron las acciones más destacadas de la recta final de un choque que no decepcionó y que deja todo pendiente para el próximo miércoles.
Menudo partidazo de ambos conjuntos, el equipo local juega fantasticamente bien en la primera parte, el equipo visitante juega inferior pero por ello es el mejor equipo del mundo y en la recta final del primer periodo remonta y se va al descanso 1-2 ganando. Ya en la segunda parte el internacional Xabi Alonso cuela el 2-2 definitivo y el marcador se queda en tablas. El desenlace se vera el proximo Miercoles en la ciudad condal.