Es una prueba más de la terca fascinación de la vieja Europa por su suicidio. En un país golpeado por la criminalidad y con unas leyes que garantizan ya la existencia de distritos acotados por integristas musulmanes, que imponen sus reglas salvajes incluso con sus propia policía religiosa, Emma West, de 34 años, se halla en prisión por llamar “negra” a una mujer de color en un tranvía de Londres y cuyo vídeo en internet ha sido visionado en más de 11 millones de ocasiones. West, criminalizada estos días por medios informativos y organizaciones progresistas, se ha declarado este martes “no culpable” de un delito de desorden público con agravante racial.

Ver video: Para ellos sí hay barra libre.

Medios británicos subrayan que la grabación del incidente indignó a todo el Reino Unido. De ser cierto, la cuestión más importante sería saber por qué esa misma población, otrora orgullosa, no se indigna de igual forma ante las apelaciones a la ‘guerra santa’ que algunos imanes integristas lanzan desde algunas de las principales mezquitas del país. ¿A qué punto de degradación entreguista están llegando las democracias europeas cuando se encarcela a una ciudadana sin antecedentes por expresar su opinión sobre los efectos degradantes de la inmigración en su país, mientras luego se mantiene en libertad a los cabecillas de los gravísimos disturbios que asolaron las calles de Manchester el pasado verano?

¿Cuántos lectores que hayan visitado la capital británica y hecho uso de sus medios públicos de transporte no se ha sentido igual de indignados que Emma West al verlos convertidos en vertederos móviles? Eso fue lo que provocó el suceso que tuvo a la pasajera británica como protagonista. West se dirige a una pasajera negra para decirle. “¿En qué se ha convertido este país…? Volved a vuestro país. No vengáis al mío. Gran Bretaña no es nada ahora, Gran Bretaña está jodida”.

Durante su comparecencia hoy ante un tribunal de Croydon, y mientras grupos de radicales se manifestaban en la calle, West se ha declarado “no culpable”. La mujer estuvo acompañada en la sala por amigos y familiares, que le han querido brindar su apoyo.

Casi le habría interesado declararse terrorista islámica. En ese caso, a estas horas muy probablemente ya sería libre.