Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante a una mujer de 33 años y de nacionalidad ecuatoriana, acusada de simular el secuestro de su hijo menor de edad y el robo de 600 euros como rescate.

La denunciante, según fuentes policiales, aseguró en su denuncia ante los agentes que el delito había sido cometido por cuatro individuos que iban armados con una pistola, una granada y un cuchillo.

En realidad, había sido estafada mediante el conocido como timo del tocomocho y pretendía recuperar el dinero perdido, 600 euros, dando cuenta a su compañía de seguros para ocultar a su familia lo que le había pasado, según detalló el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado difundido ayer.

Los hechos ocurrieron el pasado día 15 de diciembre, a raíz de una denuncia presentada por una mujer en la Comisaría Distrito Norte, en la que manifestó que tres hombres y una mujer armados con una pistola, una granada de mano y un cuchillo, la abordaron cuando paseaba por la Rambla Méndez Núñez de Alicante y la introdujeron a la fuerza en un vehículo.

Posteriormente, según la versión facilitada por esta ciudadana, le dijeron que tenían secuestrado a su hijo y amenazaron con matarle si no les entregaba una cierta cantidad de dinero.

Tras una minuciosa investigación, los agentes pertenecientes a la Brigada Provincial de Policía Judicial-UDYCO de Alicante averiguaron que la denunciante se había inventado la historia con la intención de recuperar el dinero dando cuenta a su compañía de seguros y para ocultar a su familia el hecho de que había sido estafada por el conocido timo del tocomocho.

Este timo consiste en ofrecer lotería supuestamente premiada a cambio de ciertas cantidades de dinero, todo ello con la excusa de no poder cobrarla, y en el que a veces uno de los timadores simula padecer una minusvalía mientras que otro enreda y confunde a la víctima con su palabrería para convencerla de quedarse con la lotería y, una vez cobrado el premio, se lo repartan. La crisis ha hecho que en los últimos años hayan repuntado las denuncias falsas para cometer fraudes y obtener dinero en metálico de las compañías de seguro. Normalmente, según la experiencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, quienes incurren en este tipo de infracciones informan sobre robos por el procedimiento del tirón o mediante intimidación, ya sea con un arma blanca, una de fuego o algún objeto contundente.

Lo que resulta más extraño es que una madre llegue al extremo de inventarse el secuestro de su hijo, nada menos que con la supuesta participación de un grupo de sujetos que tenía en su poder hasta una granada de mano.