Un parapléjico que fue víctima de una brutal palizaa de unos ladrones de origen sudamericano dentro de su casa de Torrejón de Ardoz en 2010 ha declarado este miércoles en la Audiencia Provincial que a pesar de que les llamó la atención sobre su enfermedad, que le obliga a estar en silla de ruedas, los atacantes le golpearon.

Así lo ha manifestado Asdrúbal G.V. en la primera sesión del juicio que se sigue a los hermanos César Roberto y Mario Javier C.T., y a Rovin S.M. y Verónica Gloria T.C., acusados de allanamiento de morada con robo violento, detención ilegal, tenencia ilícita de armas, receptación -aprovecharse de lo robado-, lesiones y vejaciones, y para quienes el fiscal pide hasta 18 años de prisión.

Durante la sesión, en la que no ha comparecido Verónica Gloria T.C, los otros tres procesados han negado los hechos y uno de ellos, Mario Javier, ha explicado que los objetos que fueron intervenidos en su casa pertenecían a un hombre que los había obtenido como parte de pago por una deuda de narcotráfico.

Sin embargo, tanto Asdrúbal G.V. como su esposa, Diana R.R., han relatado que el 22 de junio de 2010 varios individuos entraron en su domicilio, los “amenazaron con una pistola”, y los “maniataron y golpearon” mientras les preguntaban dónde guardaban las joyas, el dinero y los coches.

La mujer ha precisado que los agresores se hicieron pasar por carteros y, cuando les abrió la puerta del piso, le apuntaron con una pistola en la cabeza y la empujaron con fuerza hasta la habitación donde se encontraba Asdrúbal.

Después, obligaron a ambos colocarse boca abajo en la cama y les ataron de pies y manos mientras eran amenazados con una pistola, llegando los atacantes a hacer un disparo intimidatorio en la almohada.

La mujer también ha indicado que uno de los individuos le acarició las piernas de forma libidinosa.

Han precisado que, entre otros efectos, les sustrajeron dos teléfonos, una cámara fotográfica, una cadena de música, un GPS, dos ordenadores portátiles y diversas joyas, como anillos, relojes, cadenas y pulseras.

Por otra parte, Diana ha manifestado al tribunal que desde el pasado lunes está muy intranquila porque ese día recibió una amenaza telefónica en la que le decían en relación con este juicio: “No se presente y no reconozca nada”.