Hoy podía leer un artículo en este mismo diario, escrito por su director Armando Robles, titulado: “La momia disléxica no se cansa de engañar a los catalanes: “España quiere que Catalunya desaparezca”. Invito a todos los seguidores de Alerta Digital y también a todos aquellos que estén hartos de tanta demagogia barata que lo lean y reflexionen de forma detenida sobre el artículo, pues es magistral a la hora que brillante para entender el campo de las ideas en las que se mueve CiU y sus dirigentes.

Nada más terminar de leerlo me vi en la obligación de postear un comentario, pero viendo que se extendía demasiado decidí hacer de él un artículo para este mismo medio digital, y así exponer de forma más clara y detallada lo que significa CiU y el señor Mas para Catalunya.

El problema de Catalunya es CiU y la casta política; esto es un hecho real e irrevocable, un hecho que se justifica con el tiempo y que desemboca en la situación que padecemos hoy.

CiU es la vergüenza más grande de todos los partidos políticos que tenemos en Catalunya. No tienen ningún sentido del honor, son unos cínicos de los que ya no quedan. El “nacionalismo”, que en su esencia no tendría que ser separatista, (ya que una nación es un haz de sangre, historia y cultura) y por tanto, nadie que diga ser “nacionalista” debería promulgar ningún odio hacia ninguna otra nación o pariente cercano. Por tanto, el “nacionalismo” de CiU es la excusa perfecta para manipular y explotar al pueblo catalán. De hecho, no es un problema de partidos independentistas ni mucho menos, CiU no es independentista, ni tampoco autonomista. CiU es anti-catalán y en consecuencia, también anti-español.

CiU quiere captar el voto del independentismo catalán que hoy pasa por sus peores momentos. Divididos, enfrentados y con pocas posibilidades de un entendimiento entre sí. El independentismo desaparecerá por no tener una línea clara y real sobre el problema catalán, además de que CiU está haciendo todo lo posible para que realmente esto suceda así. No es casualidad la aparición de Reagrupament, Si (Solidaritat catalana per la independència) con el señor Laporta a la cabeza y ERC como rotundo defensor histórico del independentismo. Tampoco es casualidad que Laporta abandonara Si y ahora le vote cualquier cosa a CiU como parlamentario no adscrito, hasta tal punto que los mismos diputados de CiU le agradecen sus hazañas. Prueba de ello son las palabras del diputado de CiU Antonio Fernández Teixidó al diputado no adscrito, Joan Laporta: “El que nos une es tanto que muchas veces me pregunto que es lo que nos separa. Y no me diga que es estar arrinconado allí arriba.” (Haciendo alusión a la silla que sustenta en el parlamento catalán). Laporta vino a romper el independentismo y a dirigirlo hacía el electorado de CiU, de igual manera lo intentaron hace años con el PI (Partit per la Independència) de Pilar Rahola. El Independentismo tiene un problema y este es que no se sustenta por ningún lado, pero además, las estrategias de CiU están justamente para hacerles desaparecer. El tiempo nos dirá si tenemos o no la razón, pero en las próximas elecciones autonómicas se verá reflejado en las urnas estas artimañas políticas propias de mafias y mafiosos.

Obviando ya este tema, y volviendo al eje principal del problema, CiU sigue su patraña de ser la voz del “nacionalismo” catalán, y seguirá con este cuento para seguir apoyando las medidas de Bruselas y la alta financia internacional, justificándose con cara dura de que esto es culpa de España. Pues bien señores, España es un ente histórico forjado entre todos y para todos, y ustedes deberían saber que la culpa nunca puede ser de una nación, la culpa es de los señores que dirigen esta nación, con los cuales ustedes están hartos de pactar. Acusar a España de que roba a Catalunya como ya hicieran sus juventudes es atacar a cada uno de los habitantes de este bello país al que ustedes ni entienden ni quieren entender. España es un haz de tradiciones, de culturas, de personas humanas con problemas y dramas personales. Y creo que ustedes no tienen ningún argumento sólido para justificar tan aberrantes palabras, palabras que nacen del más puro odio hacia todo aquello que derive de una identidad común.

Mientras ustedes critican a España se abstuvieron en la investidura del señor Rajoy, mientras se aprobaba la reforma laboral ustedes se abstuvieron una vez más… y ahora ante las amenazas de la señora Sánchez Camacho votarán a favor de los presupuestos; en su defecto, se abstendrán. En caso de votar en contra, lo justificarán de una forma tan demagógica como es vaticinar unas elecciones anticipadas, sabiendo que eso destrozaría a los partidos minoritarios y le podrían dar la mayoría absoluta que le están sirviendo en bandeja los políticos infiltrados como el del señor Laporta. Señores, abandonen el cinismo, digan lo que son: un lobby liberal al servicio de la banca y que al igual que el gobierno del señor Rajoy ansían la mayoría absoluta para poder seguir las ordenes trazadas por aquellos que no tienen ni cara ni nombre pero que siempre están atados a ustedes.

Señores de CiU, el problema de Catalunya son ustedes, ustedes son los que tienen el mayor número de implicados en casos de corrupción, ustedes son los que nos venden el “nacionalismo” aquí en nuestra tierra, y son los que pactan con el PP a la vez que lo critican. Ustedes son los que persiguen el puro interés personal y el de los bancos. Ustedes son la farsa de Catalunya y la vergüenza de una parte de la historia catalana. Ustedes fracasarán, pues la demagogia nunca consiguió a la larga comprar ningún pueblo.

*Dirigente de Plataforma per Catalunya (PxC) en Lérida.

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