Numerosos agentes en la calle donde se produjo la reyerta.

Una disputa por desavenencias entre el novio y un invitado a una boda gitana fue el origen del enfrentamiento que desembocó en una reyerta multitudinaria primero entre los asistentes al enlace y más tarde con los policías que acudieron al lugar.

Los problemas se iniciaron cuando comenzó la disputa -en principio únicamente verbal- entre los dos hombres. La boda se celebraba en un bajo ubicado en el número 46 de la calle Actor Llorens de Valencia. Se trata de un inmueble abandonado de cuatro alturas y donde residen varias familias de forma ilegal, según comentaron vecinos de la zona. No es la primera vez que se producen incidentes en esta finca del barrio del Marítimo.

Lo que comenzó siendo una discusión sin aparente importancia no tardó en subir de tono e intensidad. Los ánimos de los presentes empezaron a caldearse. Poco a poco, familiares de los dos enfrentados se sumaron también a la riña. Y la pelea se trasladó a la calle en apenas unos minutos. Los vecinos alertaron rápidamente de lo que estaba sucediendo. De las palabras habían pasado a los puñetazos y patadas.

Los integrantes de una patrulla policial en un coche camuflado fueron los primeros en llegar tras recibir los avisos de los residentes. Los dos agentes solicitaron refuerzos y trataron de mediar en el conflicto, pero los ánimos no permitían ninguna reflexión. Ambos policías nacionales resultaron heridos. Uno de ellos terminó con la camisa totalmente destrozada.

Mientras, uno de los contendientes presentaba un corte en un brazo que, según contaba un familiar de la víctima, se habría producido accidentalmente pero nunca en el transcurso de la riña. Las personas de etnia gitana rara vez denuncian este tipo de hechos a la policía. Los agentes buscaron bajo de los vehículos estacionados la supuesta arma blanca.

De inmediato, una veintena de policías nacionales se trasladaron hasta el lugar. Los agentes tomaron literalmente la calle. Estacionaron coches patrulla en ambos lados de la calle y posteriormente acordondaron la zona. Durante la intervención policial se practicaron ocho detenciones, mientras que un total de siete agentes resultaron lesionados. Varios de los invitados a la celebración presentaban contusiones de diversa consideración.

Fue una noche de tensión. El conflicto, que arrancó alrededor de las once y media de noche, finalizó pasadas la una de la madrugada tras la dispersión de los implicados y la retirada de las dotaciones policiales.

Una vecina de la zona relató a Las Provincias, instantes después de finalizar la actuación de la policía, como, tras escuchar gritos en la calle y asomarse a la ventana para averiguar de donde procedían, observó cómo comenzaban a llegar los coches patrullas entrando en la calle en todas direcciones y los agentes actuaban con contundencia para zanjar la reyerta.

Los detenidos fueron trasladados a dependencias del complejo policial de Zapadores y la comisaria del Marítimo acusados de presuntos delitos de tumulto y atentado a agente de la autoridad.