Un delincuente colombiano implicado en un brutal asesinato cometido en Holanda se escondía en Valencia con una identidad falsa. La Policía Nacional detuvo al fugitivo hace una semana tras averiguar su paradero. El presunto homicida, que fue entregado a la Audiencia Nacional para su inmediata extradición, tenía una orden internacional de búsqueda y captura.

Según las investigaciones de la policía holandesa, el sospechoso detenido en Valencia, cuya identidad responde a las iniciales J. K. C. P., participó en el asesinato de Nico L., un jubilado de alto poder adquisitivo al que maniataron con bridas, amordazaron, apalearon de forma salvaje y asfixiaron.

El crimen tuvo lugar el 16 de septiembre de 2011 en la ciudad holandesa de Groningen. Los asesinos emplearon como señuelo a una prostituta, Diana X. O. G. -que trabajaba en un escaparate neerlandés-, considerada por la policía como cómplice y arrestada hace dos meses en Holanda.

Poco antes, el pasado 27 de abril, la Policía Nacional detuvo al presunto autor material del crimen, Bruce Mauricio C. G., en la localidad navarra de Barañáin, donde residía con parte de su familia. La Fiscalía de Groningen pide para este delincuente colombiano cadena perpetua revisable, aunque no cumplirá más de 30 años de cárcel si es condenado, según el acuerdo de extradición entre Holanda y España.

Bruce Mauricio C., que tiene numerosos antecedentes delictivos en España, ya fue detenido en 2007 en Pamplona por un intento de homicidio. El violento individuo apuntó con una pistola a la cabeza del cliente de un bar y disparó, pero la víctima se agachó y el tiro no le alcanzó.

El 16 de septiembre de 2011, según la policía holandesa, Bruce Mauricio C. y el joven colombiano detenido en Valencia atracaron al jubilado holandés. La prostituta concertó un encuentro con la víctima en el portal de su casa, mientras sus compinches esperaban escondidos. El anciano apareció y entonces lo atacaron para robarle una importante suma de dinero que presuntamente guardaba en su domicilio. La policía halló pruebas en la escena del crimen que corroboran estos hechos.