La adopción como alternativa al aborto
Manel Masana Castro.- Buenos días, quisiera la píldora del día después…
Al margen de vulgarismos en el lenguaje, cientos de mujeres acuden cada día a los centros médicos para solicitar la píldora postcoital (PPC).
No es mi intención abordar el tema desde un punto de vista médico, si no social, humano y por que no, demográfico.
Por todos es sabido que en nuestro país tenemos déficit de natalidad ¿y que hacemos al respecto? Legalizar la PPC y convertir el aborto en algo normal, haciendo que algo tan bello como la gestación de un bebe parezca una enfermedad.
Pero esto no sucede entre todos los colectivos, por ejemplo es difícil ver a una mujer musulmana solicitando la citada píldora o sometiéndose a un aborto; esto conlleva que, unido al déficit de natalidad y que de cada cuatro niños nacidos en este país uno es de madre extranjera, en pocos años tendremos un desfase demográfico de aúpa entre bebés de madres autóctonas y los que no lo son.
Es hora de hacer algo al respecto, pero no es suficiente con “prohibir” la PPC o limitando el derecho a la interrupción del embarazo, el remedio pasa por “favorecer” el alumbramiento frente a la interrupción del embarazo. Por supuesto la solución es mas compleja que dar “cheques bebe”.
Una mujer embarazada hoy tiene escasas opciones. Podríamos reducirlas en: alumbrar o abortar. Es capital que esa percepción social y legal cambie cuanto antes. Favoreciendo, por ejemplo, la entrega voluntaria del bebe en adopción, sin que ello suponga un problema legal ni un estigma social; así mismo estableciendo los mecanismos precisos para que adoptar un bebe autóctono sea mas sencillo que hacerlo en cualquier país extranjero. Al hilo de las adopciones internacionales cabe reflexionar si lo que sucedió hasta los años 80 en España con los casos de “bebes robados” no estará pasando en la actualidad en estos países donde parece ser tan sencillo adoptar. Huelga decir que resulta contradictorio: mujeres autóctonas abortando y otras prácticamente obligadas a adoptar en el extranjero por que aquí resulta casi imposible.
Llegados a este punto es necesario estudiar profundamente muchos de los matices, sin entrar en prohibiciones estrictas, habría que poner ciertas restricciones en alguno de los métodos usados actualmente para interrumpir el embarazo, sea la PPC o el aborto quirúrgico. Una sugerencia es que la píldora postcoital sea previamente recetada y posteriormente abonada en su totalidad por el solicitante, por que clama al cielo que en unos momentos de crisis donde nuestros mayores pagan el 10% de sus medicinas y se ha instaurado el euro por receta en algunas comunidades, la píldora postcoital es financiada íntegramente por la Seguridad Social. ¿No sería más sencillo financiar los preservativos? Con la ventaja que estos no solo evitan embarazos no deseados sino que previene el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Se trata, a mi entender, de hacer los pasos pertinentes para que alumbrar un bebe sea la opción preferida ante la interrupción del embarazo, pero incentivándolo, no prohibiendo sistemáticamente la interrupción del mismo.
Otro aspecto que “obliga” a las mujeres a posponer su maternidad es el trabajo. Los empresarios (algunos) no quieren asumir el coste que conlleva una trabajadora en cinta y los permisos posteriores por maternidad (o paternidad), y las madres no quieren interrumpir su carrera laboral por los problemas que puedan surgir después para retomarla. Ninguna mujer debería verse en la tesitura de tener que interrumpir el embarazo para conservar su puesto de trabajo…. ¿y que podemos hacer al respecto? Mucho, pero lo mas importante es hacer entender a unos y otros que el aborto, es –pan para hoy y hambre para mañana- por que detrás de cada niño hay muchos puestos de trabajo. Y no quiero frivolizar al respecto, pero visto de forma pragmática, cada persona consume unos recursos o artículos que es preciso fabricar o producir y ello genera una cadena que rompemos súbitamente en el momento que interrumpimos un embarazo.
En estos momentos de crisis no es posible “dar dinero” para incentivar la natalidad, pero si es posible establecer muchos mecanismos “de ahorro” para aquellas parejas que quieran apuntarse a la aventura de ser padres, por ejemplo reducción del IRPF en los salarios de los progenitores, reducción del IVA en la adquisición de bienes y productos relacionados con los niños o incentivos a los empleadores de los futuros papas; esto es algo que dejo a los entendidos en la materia.
Se puede hacer mucho que a medio plazo redundaría en una mayor natalidad y con ello garantizar también el relevo generacional.
Para terminar quiero dirigirme expresamente a las feministas que tanto defienden el aborto, para plantearles una pregunta: ¿Acaso no hay algo más feminista que ser mama? Creo que no.
Tal y como muy acertadamente propone este articulo la adopcion es la solucion. Si el gobierno estuviese realmente interesado en incrementar la natalidad autoctona lo tendria muy pero que muy facil. Bastaria con crear una agencia nacional de adopciones, y dar un incentivo economico a las mujeres que en lugar de abortar donen a su hijo para que sea dado en adopcion. Dicho de otra forma, los cientos de miles de arpias materialistas sin alma estas que abortan solo para que no se les estropee la figura y a las que unicamente seduce el brillo del oro se pondrian a… Leer más »
Yo puedo ser madre sin necesidad de ser feminista. El feminismo y la natalidad son conceptos totalmente opuestos. No olvidar nunca, que el acto de concebir, es puramente obra de la misma FEMINEIDAD; una de las características más importantes que nos diferencian de los hombres.
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No, ser mamá no es ser feminista. De hecho, las feministas consideran la natalidad como una esclavitud. Una cosa es ser femenina y la otra ser feminista, igual que no es lo mismo ser masculino y viril que ser machista. Un saludo.
“En estos momentos de crisis no es posible “dar dinero” para incentivar la natalidad,”·
Si el iluminado de ZP hubiera dedicado los 15.000 millones de euros del Plan E a planificación familiar de españoles, ahora tendríamos el doble o el triple de niños españoles por nuestros parques.
Aun así, si se quitaran todas las ayudas que se les da a los inmigrantes para dárselas a parejas españolas el número de nacimiento de autóctonos sería el doble.