Blas Piñar: Mis recuerdos y contactos con… el Padre Llanos (XXI)
Por Blas Piñar.- Cuando iba a dar comienzo a lo que ahora escribo, un estado personal de alarma detuvo el bolígrafo; y lo detuvo , sin duda, para que pudiera pensar en lo difícil que es conseguir una visión comprensible de mi contacto y relaciones con el P. José María Llanos Pastor S.J. Esos contactos y relaciones que, lógicamente se enmarcan en su biografía y en la documentación escrita que obra en mi poder, revelan que el famoso y controvertido jesuita debió tener dos personalidades, no solo diferentes, sino contradictorias, y tan opuestas que da la impresión de que estamos ante dos hombres distintos.
Buscando la razón de esta doble personalidad, creo no equivocarme al decir que tuvo su origen en una desgarradora batalla interna, y, como él mismo confiesa a José Antonio Abarca Escobar, “fisiológica y psicológica” (“Disculpad si os he molestado” Edit. Desclèe de Brower .Bilbao 1.991, pag. 16)
Esta lucha íntima que le llevó a cambios radicales de ideología y de comportamiento religioso, patriótico y político, le hizo pasar de una entrega total, generosa, sacrificada y proselitista por algo, a la crítica de ese algo.
El cardenal Tarancón, en su prólogo al libro de Juan Abarca Escobar escribió que la vida del P. Llanos, “muy llena y un tanto azarosa le convirtió en signo de contradicción”, añadiendo “que algunas de sus actitudes han podido sorprender y escandalizar por ser imprudentes y hasta heterodoxas”.
El propio P. Llanos, luego de autocalificarse de “ulceroso, herniado y deprimido”, en un trabajo, escrito en 1.982, titulado “Confidencias”, dice: “he vivido deprisa, intensamente deprisa, de tanto hacer y deshacer “, (pag. 16); “y …. siempre cansado, siempre buscando, siempre insatisfecho de mí” (pag 58) “en un estado de depresión bastante acusado” (pag 59).
De la documentación de que dispongo, y especialmente del libro que acabo de citar, y del trabajo del propio P. Llanos, “Confidencias”, traigo a colación, como más significativas de su cambio radical, tres vertientes, la religiosa, la patriótica y la política.
En la religiosa, destaca la fundación de “la Milicia Española de Cristo”, en la que se ingresaba con la camisa azul y haciendo los votos de pobreza, obediencia y castidad, para más tarde entender que el celibato, para ser sacerdote, debería ser opcional, que en el futuro las mujeres podrían ser sacerdotes, que aplaudía la desaparición de la sotana y que el alba y la casulla, para decir Misa, era un disfraz. Después de hablar de una “primavera de mártires” y de la “juventud de España a los altares”, sostuvo que “lo que podía hacer Roma… es un silencio discreto (porque) no era tan necesario subir a los altares a tan buena gente”, como a sus hermanos Manuel y Félix asesinados por los rojos.
Parece ser que fue propuesto para obispo y él mismo confiesa que organizó, aunque no participó, en el asalto a una sinagoga y que organizó y participó en manifestaciones, algunas poco pacíficas, por la Gran Vía.
En lo patriótico, hemos de recordar su libro “Nuestra ofrenda”, (Edit. “Apostolado de la prensa”, S.A., Madrid 1.942) en el que recuerda a los jesuitas de la provincia de Toledo en la Cruzada Nacional, que en sus páginas 299 y 300 dice que “soñaba con el uniforme y la estrella, y la herida y la laureada y España y Franco“, y que luego de hablar de una Patria grande y de bendecir a España con el copón, se hizo ciudadano del mundo, y no de una “patria chica y desencajada”, reconociendo que en una ocasión se había pronunciado casi como un antipatriota, denunciando la existencia de un patriotismo católico.
En lo político, el P. Llanos pasó de la etapa patriótica, durante la cual compuso un himno, del que extraigo esta estrofa:
“En mi veja centuria me abracé con España,
con su carne y destino, con su historia y su tierra
me embriagó mi centuria con un vino de hazañas
y es Falange española mi madrina de guerra”
a sentirse avergonzado de haber sido falangista, a pesar de que antes se enorgullecía de su ideario joseantoniano y de que José Antonio fuera su mito.
Con respecto a Franco, pasó de su entusiasmo por él, de darle ejercicios espirituales en el palacio de El Pardo, de destacar sus muchos valores naturales, tenacidad e inteligencia y de que con él, no solo no se metió nunca, sino que le defendió siempre, a llamarle milagrero y amable y seco, negándose a recibirle cuando fue a inaugurar el nuevo barrio del Pozo del Tío Raimundo, que sustituía al chabolismo, al que se había ido a vivir el P. Llanos, que rompió definitivamente con el Caudillo. Este preguntó por él y al advertir que no estaba dijo: “no nos quiere”.
Sosteniendo que su falangismo fue siempre de izquierdas y que había entendido que también lo era el cristianismo, el P. Llanos acabó siendo comunista y de Comisiones Obreras.
En Comisiones Obreras ingresó después de conversar con Marcelino Camacho (concretamente en el Sindicato de Artes Gráficas), pidiendo que en la lápida de su sepultura constase el número de su carnet, que era el 14.774.
Santiago Carrillo le invitó y pidió que en las elecciones se presentara como candidato comunista. No aceptó, pero acudió a un partido de futbol con el puño en alto. Una fotografía se publicó en “El País”. El carnet del Partido comunista se le entregó en un acto, que como cuenta Juan Abarca en el libro ya citado (pag. 223) en el que estuvo presente Alfonso Carlos Comín, el primer comunista católico que había conocido y que influyó en el muchísimo.
A Dolores Ibarruri, según el propio Abarca (pag. 250), la quiso mucho y la viasitaba cada quince días.
Sintiéndose visceralmente comunista y cura rojo “recorrió media España haciendo propaganda de la compatibilidad del marxismo y comunismo.
Es posible que contando con tatos méritos se le concediera la Medalla de Oro de la comunidad Autónoma de Madrid.
Me ha parecido conveniente, que cuanto he escrito sirva para explicar las relación que personalmente tuve con el P. Llanos, al que conocí con motivo de unos Ejercicios espirituales que dirigió. Fue poco antes de que yo contrajera matrimonio. Nuestra sorpresa fue grande –la mía y la de mi mujer- al encontrarle en la estación den Atocha, donde nos despidió al partir en viaje de novios, el 24 de Noviembre de 1.944.
No volvimos a vernos hasta cinco años después, en 1.949, año en que tomé posesión de la Notaría de Madrid. El P. Llanos era amigo de Manuel Hedilla y para ayudarle, al volver a la Península, luego de salir de sus prisión en Canarias, reunió a unas cuantas personas, entre ella a mí.
El P. Llanos me puso en contacto con el Servicio Universitario del Trabajo, dependiente del Sindicato Español Universitario, y en 1.953 (no recuero la fecha exacta), se presentó en mi casa con un grupo de jóvenes profesionales, que me presentó, y que supongo pertenecían o habían pertenecido a las Congregaciones marianas. Me hablaron de fundar un Colegio Mayor para universitarios trabajadores. La idea me pareció excelente y me ofrecieron la presidencia del patronato, que acepté. El P. Llanos propuso que el Colegio llevara el nombre de su hermano Manuel, que había sido asesinado por los rojos. Después de argumentar que debía dedicarse a “Antonio Rivera”, conocido como el Ángel del Alcázar, el P. Llanos accedió y comenzamos a poner en marcha el proyecto, que realmente merecía la pena, aunque resultara muy costoso, ya que la construcción, en una parcela de la Ciudad Universitaria, corría de cuenta de los miembros del patronato. Después de muchos problemas, conseguimos quinientas mil pesetas de subvención oficial.
El 12 de Enero de 1.957 se inauguró el Colegio en la calle Límite de la Ciudad Universitaria. El P. Llanos, capellán del mismo, ocupó una de las habitaciones hasta su marcha al Pozo del Tío Raimundo.
No voy a contar –pues ya lo hice en “Escrito para la Historia” (Tomo I, cap. IV)- las vicisitudes por las que atravesamos; pero, entre ellas, me parece que debo referirme a los enfrentamientos con el capellán, explicables por esa batalla íntima a la que antes aludí.
El primer enfrentamiento fue con motivo de los dormitorios de los colegiales. Por razones de austeridad quería que en vez de camas hubiera literas, cuando era más barato comprar camas, ya fabricadas y de dimensiones propias para instalarlas en las habitaciones.
El segundo, que por las mismas razones de austeridad, decía el P. Llanos, no debería haber calefacción en el Colegio. Le dijimos que el ahorro de calefacción no evitaría que en pleno invierno los estudiantes-trabajadores, no tuvieran enfriamientos y pulmonías, necesitados de atención médica que les impediría trabajar y estudiar. Transigimos y hubo enfriamientos y pulmonías.
El tercer enfrentamiento tuvo lugar cuando el P. Llanos propuso como jefe de estudios a un joven que había sido dirigente del S.E.U., que había vuelto de París, donde disfrutó de una beca, y que confesó que en París había perdido la fe.-
El cuarto enfrentamiento, y el más fuerte, se produjo por el ingreso como colegial de un chico que acababa de salir de la cárcel, y que había sido condenado por ladrón. Alegaba el P. Llanos que se trataba de una obra de caridad. Yo encabecé la negativa, sosteniendo que la caridad había que tenerla con los colegiales, a los que poníamos en peligro de ser robados. El P. Llanos nos amenazó con su cese como capellán. Transigimos. A los pocos días de ingresado el nuevo colegial, robó a sus compañeros y desapareció. El P. Llanos se fue definitivamente del Colegio.
Esta marcha definitiva no dio fin a mi relación personal con él, ya que en varias ocasiones fui a visitarle en su chabola del Pozo del Tío Raimundo. Nos cruzamos cartas. El P. Llanos, a pesar de haber afirmado, sin fundamento, que yo había estado contra Franco, unido a los monárquicos liberales, siendo muy de derechas, sin tapujos dijo también que me había querido mucho. Así lo manifiesta en el libro de Abarca (pag. 251) y en un artículo publicado en “El País”, el 21 de Septiembre de 1.980. También es cierto que, afirmando que yo era “un notario joven, abierto (y) cristiano”, dijo, sin aportar una sola prueba, que había llenado el Colegio Mayor Antonio Rivera de guerrilleros de Cristo Rey (“Cuadernos para el diálogo”, de 2 de Septiembre de 1.976)
Ello no obstante, el afecto no desapareció. He aquí el texto de alguna de las cartas que me hizo llegar, y lo que escribió en “El País”:
En carta de 2 de Enero de 1961 me decía:
“Mi querido Blas: te pongo estos renglones para decirte que no estuve muy acertado en la última Junta. No quiero que mis palabras suenen a crítica de nadie que no sea yo. Si el Colegio llega a levantarse, a ti se deberá. El Patronato se ha reducido a ti, que tienes conciencia de responsabilidad. Yo no me olvido que os embarqué en este triste asunto, y tampoco me olvidaré que te has quedado tú dolo para resolverlo. Yo me siento incapaz y dudo muchísimo de la vigencia de la idea fundacional. En fin perdóname y que Dios os ilumine. Un abrazo”.
Y en otra de 20 de Junio del mismo año:
“desde hace años –lo habéis podido observar- he perdido la fe en el Colegio. Hemos ido… convirtiendo el Colegio en convivencia universitaria barata….¿Tiene salvación todavía lo poco que queda? No sé que responder”.
En otra carta, fechada el 8 de Enero de 1.965, volvía a demostrarme este afecto:
“Mi querido Blas: Dios te bendiga a ti y a los tuyos… No sé pagarte sino con la moneda invisible del viejo cariño y la oración… Se fiel a todo eso, a lo que eres fiel desde siempre”.
El 28 de Septiembre de 1967, se volvía a demostrar su afecto:
“No me olvido –mi querido Blas-, que fui yo quien te metí en este lio”;
y en otra del día siguiente, que dirigió a todos los miembros del patronato, y, por consiguiente también a mí se expresaba con toda humildad y se manifestaba así:
”dada la situación de abandono de ese patronato, al que os invité hace tantos años, no puedo sino rogar, comenzando por entonar un confiteor”.
Por añadidura el P. Llanos en su artículo, publicado en “El País” con el título de “Esquelas de un viejo”, de 8 de Julio de 1.977, hacía constar nada menos que lo siguiente; “para ti, Blas Piñar, hoy mito, ayer compañero de fatigas en las aventuras de los colegios mayores, gratitud además de memoria, gratitud porque, como siempre, confiesas tu fe con gallardía”
Es mucho lo que podría ratificar el desdoblamiento personal, por razones fisiológicas y psíquicas, del P. Llanos, es decir, de su batalla íntima y desgarradora, y a su convencimiento de la compatibilidad del cristianismo y del marxismo; lo que es increíble como lo es hermanar en amigable convivencia al agua con el fuego o a la gracia con el pecado mortal.
En todo caso, y para ser objetivos, hay que señalar dos cosas que han de tenerse en cuenta para ser justos, y que llaman la atención sobre el “contraste de pareceres” y el comportamiento del P. Llanos, a saber: que en cada una de las dos etapas contradictorias de su vida fue siempre leal consigo mismo, a sus estados de ánimo, que él confiesa, bien de cristianismo arrebatado y fervoroso, o bien de hastío y depresión. En uno u otro supuesto dijo la verdad cuando escribía que nunca había “deseado mal a nadie, ni avivado enemistad alguna, y doliéndole mucho haber hecho algo mal, corriendo a pedir perdón (“Confidencias”, pag. 21).
Puedo dar fe del afecto que, a pesar de todo, me demostró el P. Llanos en algunas ocasiones como las siguientes:
Llegó a mis manos un folleto que no obstante ser secretísimo, se había publicado, al menos, en la revista “Mundo Social” (nº 137, de 15 de Septiembre de 1.966) y en “A.B.C.”, de 14 de Febrero de 1.967. El folleto recogía las conclusiones de una Comisión Interprovincial de la Compañía de Jesús; conclusiones que ponían de relieve el distanciamiento y hasta el desagradecimiento al Régimen nacido de la Cruzada.
Yo escribí un artículo manifestando mi opinión sobre el contenido del folleto, en “Informaciones”, de 4 de Febrero de 1.977, que tuvo consecuencias no gratas, una de ellas la carta que recibí del P. Luis González S.J., fechada el 9 de Febrero, y otra del P. Cipriano Torres, también jesuita, enormemente agresiva, a la que contesté con otra, el 21 de Junio del mismo año, en la que (párrafo 9) le decía: “Su carta es un verdadero latigazo de siete flagelos, uno por folio; y menos mal que me escribía después de una semana de forzado remansamiento. Si no se contiene, su carta hubiera sido una bomba atómica de no sé cuantos megatones”.
Todo lo dicho es necesario para conocer que, tratándose del mismo tema, el P. Llanos reaccionó de otra forma. Antes de publicar un artículo en “Signo”, de Febrero de 1.967, sobre el famoso folleto, me pidió permiso para hacerlo. De este artículo copio esto :”Vd. ha aireado con su proverbial sinceridad (lo que ) sin duda constituye un pensamiento y preocupación de no pocos españoles, que bien merecen, por tantas razones, ser atendidos; gracias amigo Piñar, por ofrecernos esta ocasión en la que solo aspiro a afianzar nuestra vieja amistad”.
Autorizándole a publicar el artículo, le decía: “puede publicar su trabajo sin el menor remordimiento de conciencia. Después de dos trallazos, por carta, de dos Padres jesuitas, la de Vd. me parece un bálsamo”.
Soy testigo de esta súplica de perdón, ya que volando a Méjico, coincidí en el avión con los empleados de una empresa, que, por cuenta de la misma, viajaban en el mismo avión. Uno de ellos se acercó a mí y luego de preguntarme si yo era Blas Piñar, me dijo: “Yo estuve muy cerca del P. Llanos poco antes de su muerte. Me encargó que le visitara y le dijera, que en su nombre, le pidiera perdón por el mal que le hubiera hecho”. Me emocioné. No era para menos. Rechazar el perdón, no quererlo es malo, es un gesto de soberbia y orgullo. Pedir perdón lo es de arrepentimiento y de humildad.
¡Qué profundo sabor cristiano tuvieron estas palabras del P. José L. Urrutia, S.J. que ingresó en la Compañía de Jesús, después de escuchar las pláticas del P. Llanos en unos ejercicios espirituales en el colegio Chamartín, a fines de 1942. Son estas:
“De las desviaciones que en los últimos años tuviera el P. Llanos, -con la tolerancia de sus Superiores- le habrá juzgado Dios que conoce los corazones. Pero al fin y a la postre también tantos actos meritorios de su vida religiosa, y los largos años primeros de su extraordinario y fecundo apostolado, ya se los habrá premiado para siempre jamás como solo saber hacerlo Cristo Jesús, a quien siempre intentó seguir”.
En su sacrificio personal era un santo, todo lo daba y por todos se sacrificaba. Solo tenía un pecado, la soberbia. Mal pecado, el peor para Dios. Lucifer era el mejor ángel, preferido de Dios, pero pecó de soberbia. Yo traté al padre Llanos en el colegio de Chamartín (1984) durante un año, era falangista y estaba convencido de tener razón, no podía soportar que alguien no lo fuera. Empezaban los curas obreros en Francia, al principio los criticó, estuvo en Francia una temporada y vino convertido en un cura obrero, junto con medía docena de jesuitas jóvenes que fueron… Leer más »
SANTO QUE MEA,
MALDITO SEA!.
Me gusta el artículo de Blas Piñar en la forma, que a veces también es importante. Escribe con claridad, denota franqueza en las opiniones que vierte, y sus frases no se dirigen a herir al P. Llanos, sino que ponen de manifiesto la enorme diferencia entre ambas personalidades (él y el P. Llanos). Se puede extraer también una enseñanza importante, y es que por encima de ideologías están las personas, teniendo esto claro resultaría mucho más fácil el entendimiento entre españoles y no quedaría tan lejana la “reconciliación” que José Antonio pretendía. Personalmente, creo que la diferencia entre ambas personas,… Leer más »
Primo de Rivera, el 14 de junio de 1925, cerró por seis meses el campo de las Corts, cuando silbaron el himno español. El Barsa fue castigado a cerrar su campo por seis meses, que fueron luego reducidos a tres por el buen Dictador, después de la petición publica de perdón de la directiva, su presidente el suizo Gamper fue expulsado de España.
Según la Oficina para la Atención de las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura del actual Ministerio de Justicia aún quedan 1.097 fosas pendientes de exhumación. En el 2008, se calculó que la dictadura había hecho desaparecer a 152.237 personas. Si añadimos este dato a las ejecuciones dictadas por los tribunales franquistas, obtendremos una cifra de 344.921 víctimas. Negar que Franco perpetrara un genocidio es un acto de mala fe, que no soporta el contraste con datos verificables.
Esas cifras son tan fiables como Luis Bárcenas llevando una contabilidad.
Que hablen también de las cifras de muertos que causó el otro bando, las fosas comunes están en los dos bandos, se te ve mucho el plumero, siempre atacando a los mismos.
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Y desde que se establecio la ruinosa mierda de la democracia siempre se ha estado y se sigue atacando a los mismos.
“Oficina para la Atención de las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura”=Oficina de parásitos subvencionados viviendo de la sopa boba y sembrando la discordia allá por donde pasan.
que tonterías dices, en la guerra hubo 360.000 muertos en total, incluidos los muertos en combate, represaliados de ambos bandos, por enfermedad o por hambre.
Qué noche me pasé ayer con las trece rosas. XDXD
ANTE TODO PIDO RESPETO A LA PERSONA DE DON BLAS QUE ES UN HOMBRE INTACHABLE Y CREO QUE LA MANERA DE CRITICAR DE ALGUNOS DE AQUI SE SALE DE SITIO Y DON BLAS YA VA CAMINO DE 95 AÑOS Y MERCE UN RESPETO A.E.
Josko, ¡cachondo mental! Te hacen falta unas cuantas lecturas, amiguete. ¿Carrillo en el ajo? ¡Ya, ya! Si los tanques salen a pasear por Madrid Carrillo no hubiera salido con vida de la Carrera de San Jerónimo aunque no sé, lo mismo Milans le hubiera nombrado presidente de la III República fascisto-comunista, ¿no? A los de las cunetas les repartieron “peladillas”, ¿no? Claro, claro. Se dejaron ametrallar por los comunistas para que os echaran las culpas a vosotros. O eso o que se fueron a hacer las Américas, los muy vivales. Chavalote: lee, que no es tan difícil ni cuesta tanto,… Leer más »
” El PCE no sé si asesinó y torturó a curas y monjas…”
Pues debes ser el único(incluidos comunistas) que no lo sabe.
Exactamente en la guerra civil se asesinaron entre 2000 y 3000 religiosos(curas y monjas)
http://religiosasmartiresenlaguerra.blogspot.com.es/
Al parecer este tal Nautilus no conoce o no se acuerda de los crímenes de Paracuellos del Jarama.
Nautilus, en primer lugar, no soy tu “amiguete”. En segundo lugar, al único que le hacen falta lecturas es a ti, ya que tu ignorancia es mayúscula. Tú del 23-F tienes la misma idea que yo sobre el folklore de los indígenas de Papúa Nueva Guinea. Para tu información, el 23-F no fue un golpe de Estado involucionista, sino una maniobra llevada a cabo desde el Sistema con el fin de reformar el Sistema, no de abolirlo. Una maniobra apoyada por el Rey y por los principales partidos políticos con la que se pretendía la formación de un gobierno de… Leer más »
Para Nautilus: Me parece que no sabe ni lo que dice¿Desde cuándo los rojos estaban dispuestos a luchar contra la aruistocracia?, demuéstrelo, si fueron los rojos los que purgaron a los obreros anarquistas(CNT), los que de verdad intentaron acabar con los privilegios de los mismos de siempre, ¿Le suena los sucesos de Mayo de 1937?¿Le suena el asesinato de Andreu Nin?. Lea “El homenaje a Catalunya” y “Mi guerra civil española” de G.Orwell, saldrá de dudas, a no ser que lo sepa y no quiera reconocerlo. Por favor, cuestionar si el PCE se llevó por delante a civiles y religiosos… Leer más »
Mi historiador despistado Nautilus: El padre Llanos, fue falangista, capellán nacional del frente de juventudes (Falange), hasta el año 1965, ya no se mataban millones de ovejas en las cunetas, dio varias veces ejercicios espirituales a Franco y en el 65 con otros seis jesuitas se hizo cura obrero, que estaba muy de moda. Nos cuentas esta majadería, que ni el mismo Carrillo ya no negaba “El PCE no sé si asesinó y torturó a curas y monjas… que ni siquiera la “Causa general” (son más de 3.000 folios) consiguió jamás encontrar”. La causa general tiene más de dos mil… Leer más »
Es muy probable que no se tratara solamente de otro caso de desdoblamiento de personalidad de esos que tanto parecen abundar en nuestra España. A mi me parece que fue plenamente congruente con el cambio de timón que se opero en el Vaticano a mediados del siglo XX . No se es Católico por amoldarse a la política del Estado Vaticano , con más razón cuando es la propia jerarquía católica , desde el Papa hasta el Obispo más humilde, la que acaba perdiendo totalmente el norte .
Que el padre Llanos fuera “Hedillista” explica bastante bien el por qué de su deriva ideológica y su antifranquismo de última hora.
La falange progre(falange auténtica) es de tradición”Hedillista”.
Tantas falanges como maneras de interpretar un movimiento político que quedó huérfano e inacabado por el asesinato del fundador.
El hecho de tuviera amistad con Hedilla no significa que lo fuera, hay que tener en cuenta que este clérigo se afilió al PCE y tenía una densa relación con Carrillo y la Pasionaria, por eso no creo que fuera Hedillista, en todo caso simpatizaba con éste más que nada por su oposición al franquismo y también por el sentido de la justicia social que tenían ambos. Lo de la Falange progre tienes razón y además está expresada en numerosas siglas,FA,FEA y FE-JONS, todas dicen ser herederas de dicho ideario, aunque lo de la progresía era algo que la falange… Leer más »
Sí, señor. Un tipo anclado en el 18 de julio de 1936 echa paletadas de basura a la figura de alguien QUE SÍ SIGUIÓ AL DICTADO AQUEL “AMÁOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO”. Los fachas del siglo 20, ¡presentes!, en pleno siglo XXI se retratan como desde hace 80 años. Todo el que no piensa lo mismo que yo es un “mal patriota”, “un rojo”, o sea, alguien fusilable al amanecer… ¡Ay, don Blas! sin duda te diste un buen golpe en la cabeza el 23-F, cuando te faltó tiempo para echarte al suelo… justo… Leer más »
Nautilus, eres una rata asquerosa. Y no sólo eso, sino que además eres un ignorante redomado. Probablemente Blas Piñar era uno de los pocos diputados que no sabía de qué iba la cosa el 23-F. El hijo de p*** de Carrillo sí estaba en el ajo. No en vano, dos de sus amigotes, Tamames y Solé Tura, iban a formar parte del gobierno presidido por la niñera del Borbón, el Gral. Armada. Por otra parte, ¿150.000 rojos en las cunetas? Sí, claro, como esos supuestos rojos que fueron desenterrados no sé dónde, y cuando se analizaron sus huesos se descubrió… Leer más »
Exacto Carrillo esta incluido en la lista del supuesto gobierno de concentración nacional, como así lo llamaron. Refererente al PCE, las purgas que llevó a cabo no sólo fueron contra clérigos, también lo hicieron con civiles y contra muchos obreros de la CNT y contra el POUM, muchos fueron aniquilados, bien demostraron ser comunistas burgueses, siguieron al pie de la letra las consignas del genocida de Stalin.
Por lo que veo al Nautilus le han lavado bastante el cerebro, repite las consignas del sistema liberal de forma absurda, usted es el típico que al que le lleva la contraria lo llama “facha”(lo digo por lo que usted afirma de rojo). Deje de decir tonterías sobre el fascismo¿Qué tiene que ver con el franquismo?, es usted ridículo poniendo como ejemplo a Carrillo, un genocida de cuidado que con otros cuantos dejaron en las cunetas a 150.000 “fachas” y también no fachas. Antes de escribir piense un poco, piense en la España de hoy, de cómo la casta corrupta… Leer más »
Nautilus tienes el cerebro de un cretaceo que se cree lo que dice The History Channel
Si a mi me parece, que lo mejor para mantener el tipo, es vivir donde pinchan a uno.. si a uno le gusta el rogelismo, pues ea, para Cuba o Corea del Norte…y allí pide lo que de ellos quiere para nosotros…
Pero si esto todo muy sencillo… En el momento en que no quieres seguir con la empresa, pues muchacho, renuncia y no sigas viviendo del cuento…
Don Blas me parecen de risa algunas de las anécdotas que cuenta usted sobre el P. Llanos. Realmente el tío estaba de ayuda profesional (psiquiátrica).