UGT cargó a la Junta de Andalucía 107 comidas de una manifestación
UGT Almería cargó a la Junta 107 almuerzos de los delegados sindicales que se trasladaron a Sevilla el 22 de abril de 2009 para participar en una manifestación contra las medidas del Gobierno central en la que participaron los máximos responsables de los sindicatos UGT y CC OO a nivel nacional, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. Publica La Razón que UGT pasó a la Junta una factura en la que se detalla el desembolso de 1.079,2 euros, adscrita a la subvención pública del «programa de organización sindical 2009». En la factura aparece un número de cuenta para el ingreso y un mensaje final: «Le agradecemos su confianza». El resto de delegados de UGT-A que se desplazaron hasta Sevilla también cobraron por participar en la protesta, pero lo cargaron a su «hoja de gastos» personal.
La citada concentración, bajo el lema «En defensa del trabajo y la protección social», fue uno de los actos previos a la concentración del Primero de Mayo de 2009. El ambiente estaba caldeado por las propuestas de reforma laboral y las medidas de recorte que tuvo que tomar el Gobierno. La huelga general planeaba como telón de fondo, pero los sindicatos aún estaban calibrando los apoyos y no se atrevían a dar el paso. La huelga llegó un año y medio más tarde, el 29 de septiembre de 2010.
En la manifestación participaron 7.000 delegados de CC OO y UGT que acudieron de todas las provincias, según datos de los sindicatos, y 3.000 según la Policía. En la cabecera de la pancarta estuvo también el secretario general de CC OO-A, Francisco Carbonero, y el entonces secretario de Organización de UGT-A, Francisco Fernández. Manuel Pastrana no pudo asistir porque estaba enfermo.
Francisco Fernández, actual secretario general de UGT-A, conoce bien cómo se organizó la manifestación. Fue él quien dirigió un escrito a los secretarios generales y a los de organización del sindicato en cada provincia dándole instrucciones detalladas. La carta, firmada por Fernández y consultada por este periódico, está fechada una semana antes de la manifestación. Pidió información sobre el número de autobuses que iban a acudir desde cada provincia y dio las directrices del operativo de protesta. «Recordamos que los autobuses deberán dejar a los/as compañeros y compañeras en la Glorieta Carlos Cano (de Sevilla) sobre las 11:00 horas, donde a continuación tomarán la avenida de Blas Infante en dirección a la Plaza República Argentina y finalizará en la Glorieta de San Diego, concluyendo ésta con un acto sobre las 14:00 horas». El actual secretario general de UGT-A no dejó suelto ningún cabo. Adjuntó planos con el recorrido de la manifestación e incluso se preocupó de las pegatina y banderas que iban a repartir las uniones provinciales.
La concentración discurrió según lo previsto, aunque con un apoyo social más que modesto. Toxo y Méndez evitaron las críticas directas al Gobierno, que aún veían como aliado, y centraron las invectivas en la patronal, el Banco de España, la especulación y el ladrillo. «Algunos mensajes los lanza gente que parece pluriempleada de las entidades financieras», dijo a pie de manifestación el máximo dirigente de la UGT, Cándido Méndez.
La manifestación se produjo unos meses antes de la celebración del Congreso regional de UGT Andalucía, del que salió reelegido por cuarta vez Manuel Pastrana. En ese congreso de septiembre de 2009, UGT-A cargó a la Junta 3.600 libros con los estatutos, enmiendas e incluso el programa que iba a presentar el sindicato en el cónclave. Los 17.641 euros de coste los acabó pagando la Junta, ya que UGT-A amañó presuntamente una factura para cargar el importe a una subvención finalista de la Junta, según informó este periódico.
El juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, del que es titular Mercedes Alaya, se encarga de la investigación del presunto desvío de fondos de UGT-A. La Junta avanzó que el sindicato ha devuelto 25.000 euros, pero Francisco Fernández reconoció que la cifra ya es muy superior. Ronda el millón de euros.