LT.- Durante mucho tiempo, el odio antiblanco ha sido asimilado a una herramienta de propaganda de la extrema derecha y por lo tanto descalificado por las élites políticas y mediáticas. Sin embargo esta dolorosa realidad alcanza a un número cada vez mayor de franceses. Insultos, agresiones, violaciones… Esta forma particular de odio racial es bien real, pero para los detractores de esa realidad, afirmar ser víctima de ese odio es un error, es rechazar el sacrosanto dogma de la convivencia y la diversidad erigido en valor supremo de la sociedad multicultural.

Frente a la realidad de las violencias perpetradas en todas partes contra la población blanca, la voz de AD se ha elevado contra el tabú de un odio racial, el odio antiblanco, que muchas víctimas no se atreven a señalar ¡por miedo a verse acusadas de racistas! Esta demencial situación que lleva a las víctimas a silenciar el carácter verdadero de las agresiones cometidas es el resultado de largos años de manipulación, de propaganda y de lavado de cerebro, llevados conjuntamente por los medios del sistema, la clase política en su gran mayoría y por todo un ejército de organizaciones denominadas antirracistas que han hecho del odio antiblanco la razón de su propia existencia. Pues el odio a la raza blanca y a los pueblos europeos es el verdadero motivo de la acción de esas organizaciones, disfrazadas bajo el falso ropaje del “antirracismo”, palabra clave para evitar decir odio antiblanco. La ideología “antirracista” esconde en realidad un racismo feroz hacia la raza blanca, y su hipócrita discurso sólo es una pantalla para engañar a los mismos que son víctimas de ese odio.

Hacer sentirse culpables a las víctimas es tal vez la más vil de las manipulaciones, el más pérfido de los engaños, la más artera de las artimañas, ya que vuelve vulnerables y desamparados a aquellos que pudieran todavía intentar algún movimiento de protección ante sus verdugos, porque los priva de todo justificativo moral para su defensa. Los ideólogos del antirracismo se presentan como la conciencia de nuestra época, poco menos que los redentores de la humanidad, cuando en realidad sus fines son tan criminales como falsa su doctrina.

Como muestra, el siguiente botón. La foto que ilustra la noticia fue publicada por la organización juvenil comunista alemana “Die Josefjugend (JJ)”. A la imagen la acompaña un mensaje en alemán a favor de “las violaciones brutales a miembros de la etnia alemana”. Y otra perla escrita esta vez en lengua inglesa: “Por la destrucción del genotipo puto germano”.

La imagen fue publicada originalmente en la página de Facebook perteneciente al “Die Antifa eV”. Posteriormente fue eliminada. Fue rescatada gracias a la pèricia de un grupo de internautas, que pudieron remitirla a nuestra redacción. Ninguno de los partidos alemanes representados en el Bundestag ha condenado sta clara incitación al genocidio. Tampoco las organizaciones antirracistas ni feministas de aquel país.