Por Enrique de Diego.- ¿Está Intereconomía copada o controlada por ‘El Yunque’? ¿Hay una presencia determinante o significativa de miembros del Yunque en su estructura? ¿Es posible que un Grupo presidido por una persona como Ariza obsesionado con la masonería, incluso para enviar a París a grabar un funeral, admita a miembros de una sociedad secreta, por muy católica que sea, en su seno? ¿Por qué no aclara, de una vez por todas, la jerarquía católica la situación del Yunque, cuando en los Estatutos de la Iglesia, en el Código de Derecho Canónico, prohíbe taxativamente las sociedades secretas? Puesto que nos movemos en un terreno de penumbra o de completa oscuridad, las respuestas no pueden ser claras porque la realidad no es diáfana. ‘El Yunque’ no existe oficialmente en España. No tiene sede, ni Estatutos, ni está registrado como asociación en el Ministerio del Interior. Desde luego, en Intereconomía la sombra del Yunque es alargada, lo suficiente para que Ariza parara la edición de La Gaceta a fin de levantar el artículo de portada de Carlos Dávila, en gesto completamente inusual, que implica la destitución de hecho del director, aunque éste se llamara a andana.

El hecho se produjo el 1 de febrero de 2012. La Gaceta remitió a todos los medios su portada en la que se insertaba un artículo de Dávila, en el recuadro habitual, titulado El Yunque. Media hora después, los medios recibían una nota dando por inválida la portada anterior. Al día siguiente, en la portada figuraba un anuncio de publicidad en lugar del artículo del director. El artículo en cuestión decía: “Me repelen las sociedades secretas. Todo lo que está en el aire y se puede ver con libertad me causa alipori. Ahora se habla y no se acaba del ‘Yunque’. Una presunta organización, superestructura a lo marxista la llamaría yo, que sobrevuela, quiere dominar y hasta intercambia miembros con instituciones católicas perfectamente identificadas y visibles. El Yunque es el radicalismo llevado a la intolerancia y a la marginación de todo aquello que se opone a sus designios. Me causa pavor. Los católicos no precisan de una secta de este jaez para influir, cual es su deber, en la sociedad; es más, la secta les perjudica gravísimamemente. La noticia es que se está colando por todos los orificios de nuestra pánfila comunidad y que incluso tiene su empeño en domeñar las conciencias más púberes. Cuidado”.

¿Por qué levantó Julio Ariza este artículo en medio de una histeria descomunal y con coste económico? La tesis de que lo hizo para evitarse querellas, que en Dávila son reata, no me parece fundamentada, porque el artículo nada tiene de querellable. Pudo levantarlo para probar la decencia o indecencia personal de Dávila en aras a que dimitiera y evitarse la indemnización, porque desde tiempo antes Ariza tenía urticaria cada vez que veía a Dávila, y sus números. Carlos Dávila ha vejado públicamente a Julio Ariza en varias ocasiones, poniéndose en posición de superior. El nombre que sonaba con mucha insistencia y probabilidades para sustituir a Dávila en la dirección del diario era Luis Losada, presentador del informativo de las tardes, al que se señala, precisamente, como miembro del Yunque. En ese sentido, se habría tratado de una lucha interna, en la que Dávila no estaría tan preocupado por las conciencias púberes como por su puesto. Denunciando la conspiración general del Yunque dificultaba su relevo, pues se hubiera entendido, ya directamente, que Intereconomía estaba, en efecto, dominada y bajo el control de la sociedad secreta. Levantar el artículo no hizo, de todas formas, más que alentar las sospechas.

Cuando Dávila se refería a que “ahora se habla y no se para” del Yunque, estaba haciéndose eco de una serie de artículos muy fundamentados de José Luis Lobo en elconfidencial.com en el que situaba a Hazte Oír, Instituto de Política Familiar, Profesionales por la Ética y Grupo de Montaña a Contracorriente como asociaciones presuntamente utilizadas como altavoz de su estrategia de infiltración en los centros de poder. Una de las fuentes citadas por José Luis Lobo era Pedro Leblic, abogado de profesión y presentado como uno de los impulsores de las movilizaciones ciudadanas contra la ley del aborto y la asignatura de Educación para la Ciudadanía, quien acusaba, en nombre de una docena de activistas católicos, de pertenecer a El Yunque a Ignacio Arsuaga (Hazte Oír), Jaime Urcelay (Profesionales por la Ética), Eduardo Hertfelder (Instituto de Política Familiar), Luis Senderos (Organización del Bien Común) y Leonor Tamayo (Grupo de Montaña a Contracorriente). Hazte Oír se apresuró a remitir un burofax a la redacción de elconfidencial.com aseverando que “no es una organización controlada ni operada por El Yunque, ni por ninguna otra entidad, secreta o no” y que “sólo depende” de sus 5.100 socios, que son los que eligen “a los miembros de la Junta Directiva”.

Ignacio Arsuaga reaccionaba con virulencia a la acusación en una entrevista concedida a la web InfoCatólica, calificando las informaciones de “injuriosas y falsas” y considerando que “defender el derecho a la vida, la libertad religiosa, la familia natural o la educación sin adoctrinamiento es un honor para nosotros y una obligación moral y ciudadana, pero también despierta las iras de quienes restringen las libertades y acaban con la vida de seres humanos”. Arsuaga, con vehemencia, aseveraba respecto al periodista José Luis Lobo que “le vamos a sentar en el banquillo”, aunque eso era un voluntarismo, ocupando el papel de un juez, puesto que Lobo se hacía eco de informes y había contrastado la información.

El presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder también salía al paso de la información “calificándola de falsa y su divulgación causa perjuicio tanto a mi persona y mi familia como a la entidad que dirijo, por cuanto el Instituto de Política Familiar es una asociación civil legalmente constituida e inscrita en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior en el año 2001. Además, nuestra entidad es una institución independiente de todo tipo de asociaciones o instituciones de cualquier naturaleza y que no tiene, por tanto, ninguna relación ni está vinculada con la señalada en el citado artículo”. También Profesionales por la Ética hizo un desmentido rotundo: “los aludidos hechos son del todo falsos y su divulgación causa un gravísimo perjuicio tanto a nuestra entidad como a mí personalmente. Profesionales por la Ética es una asociación civilmente constituida, inscrita en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior en el año 1992, e independiente de cualquier otra entidad. Es completamente falso que se trate de un altavoz de nadie ajeno a la asociación y menos aún de la que -con el nombre de Yunque- se describe en el artículo como una ‘secta secreta’ a la que se atribuyen conductas delictivas totalmente rechazables como son el ‘lavado de cerebro de adolescentes, la ‘manipulación y destrucción del individuo para alcanzar sus objetivos’, el uso de ‘técnicas de manipulación de la personalidad’ o el ‘rechazo de homosexuales, inmigrantes y judíos’”.

También el Grupo de Montaña a Contracorriente desmintió con rotundidad: “la Asociación Grupo de Montaña a Contracorriente es una entidad de naturaleza civil, constituida al amparo del artículo 22 de la Constitución española y de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, Regidora del Derecho de Asociación. Asimismo, se encuentra inscrita en el Registro de Asociaciones de la Comunidad de Madrid desde el pasado 24 de mayo de 2011, según resolución expedida por el Director General de Seguridad e Interior. Dicha entidad no pertenece ni se integra en ninguna sociedad secreta, mucho menos en El Yunque. Leonor Tamayo, presidenta de la Asociación, tampoco. La información que publica El Confidencial ha sido objeto de una denuncia interpuesta por Pedro Leblic Amorós, la cual fue incoada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón. Dicha denuncia ha sido archivada, siendo firme el auto de archivo y sobreseimiento y habiéndose practicado por el Juzgado las diligencias de averiguación oportunas”.

Todo aclarado, pues. La apreciación de Ignacio Arsuaga de que la labor desarrollada en ámbitos muy sensibles como el derecho a la vida o la educación sin adoctrinamiento del Estado levanta iras, ha de ser muy tenida en cuenta. Nunca vale aquello de que cuando el río suena, agua lleva. La información base de las noticias ofrecidas por José Luis Lobo es un informe titulado El transparente, análisis del asociacionismo de los laicos cristianos españoles y la intromisión del Yunque, con fecha marzo-abril de 2010, elaborado por Fernando López Luengos, vicepresidente de la Asociación Educación y Persona, de carácter católico. Ese informe fue remitido a la jerarquía y, en concreto, al cardenal Antonio María Rouco. Según el autor del exhaustivo informe, para su elaboración había utilizado información suministrada por veinticuatro testigos, de diversos ámbitos católicos, de los cuales cuatro habían sido miembros del Yunque. En dicho informe se afirma, que es lo que aquí interesa, que “hay miembros del Yunque en Intereconomía y en La Gaceta y existen indicios de infiltración en TeleMadrid y La Razón”.

Volveremos después al informe de Fernando López Luengos, en lo que tiene de esclarecedor, pero hay que dejar sentado, de principio, que El Yunque existe y actúa en España. A mí me enseñó, por ejemplo, Gonzalo Altozano un informe que un miembro de El Yunque, supuesto amigo suyo, había elaborado sobre él, dentro de las obligaciones de espionaje a las que están obligados. Se trataba de un trabajo muy somero e infantil, pero que, lógicamente, había provocado la indignación de Altozano. La jerarquía católica ha mostrado, hasta el momento, escasa atención y preocupación por El Yunque, aunque el obispo auxiliar de la diócesis de Madrid, Fidel Herráez, sí ha adoptado una posición de rechazo.

Los dos empleados o directivos de Intereconomía que han sido señalados como presuntos miembros de El Yunque, seguramente como infundio, son Marcial Cuquerella Gamboa y Luis Losada. El director general de Intereconomía preguntado por El Confidencial sobre la materia es muy claro y no deja sombra de duda: “Hace mucho tiempo que me relacionan con El Yunque y es la primera vez que alguien me lo pregunta directamente, pero no tengo nada que ver con ellos”. Luis Losada también lo desmiente, aunque son varias las fuentes que afirman que se lo reconoció a José Eulogio, cuando Losada trabajaba en el digital decano Hispanidad y concretan que José Eulogio, en su bonhomía, hizo causa de conseguir que Losada abandonara la sociedad secreta, pero Losada lo niega y desmiente. Lo que emponzoña más este pantanoso panorama es que los miembros de El Yunque tienen el compromiso de mantener su pertenencia en secreto, incluso en sus ámbitos familiares, y no sólo pueden desmentirlo sino que están obligados a ello.

Si El Yunque no hubiera adquirido importancia y si no tuviera alguna presencia en Intereconomía no tendría mucho sentido que Julio Ariza hubiera levantado el artículo de Carlos Dávila, porque si quisiera utilizar el gesto para hacerle saltar, podía haber buscado cualquier otro día, con cualquier otro artículo, pero fue precisamente con ese. Esa presencia intuida de El Yunque en el interior de Intereconomía ha emponzoñado las relaciones internas. Xavier Horcajo, por ejemplo, piensa que ha sido y es víctima de una confusa conspiración católica interna a la que no acaba de poner nombre. Tiene mérito, desde luego, que yo dé crédito a la palabra de Marcial Cuquerella después de que se inventara cientos de sms contra mi persona, tal y como he relatado con anterioridad.

El que los miembros de El Yunque estén obligados a negar su pertenencia es, en términos cristianos y de moral natural, mentir. Como indica el autor de El Transparente, “cuando el principio de reserva (secreto) es empleado con la radicalidad con la que lo hace El Yunque, la mentira es inevitable y continua y se habitúan a vivir desde ella en los ambientes en que se mueven”. Se han autoconcedido, por tanto, la abolición del mandamiento ‘No prestaras falso testimonio ni mentirás’. Utilizan, por tanto, el secreto y la mentira para alcanzar sus fines, lo que implica adherirse al criterio maquiavélico de que el fin justifica los medios. Eso nos introduce de lleno en el relativismo. El Yunque es, pues, una secta relativista insertada, de forma parasitaria, en la Iglesia católica, que es la gran defensora de los valores absolutos y objetivos y la gran denunciadora del relativismo moral. En el caso de El Yunque ese relativismo, que establece la mentira en algunos casos, como la pertenencia, como una virtud y no como un pecado, está puesto al servicio de los valores absolutos, que hacen imposible el relativismo; extraño grupo éste de El Yunque, manifiesta contradicción. Si el diablo es el padre de la mentira, El Yunque miente pero lo hace en nombre de la Verdad.

Las organizaciones señaladas, de seguro injustamente, dado además sus claros y parejos desmentidos, son, desde luego, firmemente apoyadas por Intereconomía, pero resulta inteligible, sin ocultismos, por la manifiesta confluencia de objetivos. Es obvio que siendo Hazte Oír vanguardia en la defensa del derecho a la vida ha de recibir el apoyo de Intereconomía y no me duelen prendas en elogiar la actividad de Ignacio Arsuaga tanto en la claridad de la defensa de los principios del derecho natural como en cuanto a su capacidad para el activismo, puesto de manifiesto en manifestaciones multitudinarias de perfecta organización. Arsuaga ha demostrado una notable capacidad de gestión y para allegar fondos. Según declara a InfoCatólica, la única fuente de Hazte Oír son sus socios y eso -resalta- es lo que les da independencia. Sitúa su presupuesto anual en un millón de euros, todos salidos “de nuestros bolsillos”, frente a los seis o siete millones de Amnistía Internacional o Green Peace. “Y con ese dinero organizamos, con otra asociaciones, manifestaciones por el derecho a vivir en toda España; un autobús circuló por toda España en la campaña Vota Valores durante la última campaña electoral; presentamos las jornadas científicas sobre eutanasia denunciando los planes del Gobierno socialista; distribuimos gratuitamente 230.000 ejemplares del libro Proyecto Zapatero; repartimos 500.000 pulseras Más Libres por la libertad religiosa; y enviamos cientos de miles de postales contra la ley de eutanasia. Y esas son sólo lagunas de las cosas que pusimos en marcha. Demasiado ruido para que algunos no ladren”. Es un tipo de sociedad civil a la americana, movilizada, que no es habitual en España.

Por cierto, que Marcial Cuquerella Gamboa, que no es de El Yunque, como indica con claridad, es presidente del Observatorio por la Libertad religiosa, que es, a lo que realmente se debe dedicar, porque como director de Intereconomía TV ha sido bastante incapaz. La programación de Intereconomía TV destaca por la falta de originalidad y de creatividad. Es una sucesión de bustos parlantes y de debates previsibles. Eso dice muy poco de la profesionalidad y aún de la capacidad de Marcial Cuquerella Gamboa. Dando caña se parece demasiado a El gato al agua; Más se perdió en Cuba es más de lo mismo. Siempre está la gente sentada. El formato es el mismo, repetido todo el día. A todos los contertulios de todos los debates se les paga la asistencia con cheques regalo de El Corte Inglés, que no es preciso declarar a Hacienda, con lo que se trata de economía sumergida.

Los informativos no aportan nada. En algunos casos, opinión. Luis Losada es un hombre profesionalmente capaz e intelectualmente formado. No hay innovación, no hay trabajo y, sobre todo, no hay periodismo. Pequeñas vanidades en pugna, hablando para el jefe. Desde la salida de la dirección de la TV no se ha hecho nada nuevo y lo poco que se ha hecho, ha salido mal, como el fichaje Bertín Osborne, que fue un desastre, o el de Manuel Torreiglesias, que ha sido un completo descalabro. No hay ritmo televisivo. Intereconomía TV es aburrida hasta el tedio, de modo que el share ha decrecido de manera constante. Es, por tanto, una televisión de alto coste y baja audiencia. Josep Pedrerol con su Punto Pelota es una isla autónoma, que se sale del guión, que se lo pasa bien en el programa, que no está a gusto en Intereconomía y que no se va porque está ligado con un contrato que, a semejanza de los deportistas, tiene una cláusula de rescisión millonaria. El balance de Marcial Cuquerella se mueve en parámetros de fracaso sin paliativos. Entonces, ¿por qué lo puso Ariza? ¿por qué lo promocionó y lo mantiene? No es necesario recurrir a El Yunque. Marcial es sumiso, adulador y carece de iniciativa, todo lo cual son virtudes para Ariza.

Intereconomía Business TV es una rémora, que nadie ve, y donde declina el anodino Luis Vicente Muñoz, que fue la estrella de los primeros tiempos de Radio Interconomía, pero que ha ido siendo aparcado. La idea de Ariza de trasladar la radio a la televisión ha carecido siempre de la más mínima lógica, porque son lenguajes de comunicación muy distintos. Luis Vicente Muñoz no tiene mucha idea de economía, por decirlo suavemente. En una reunión colectiva, hace por lo menos tres años, Julio Ariza se dirigió a Luis Vicente Muñoz preguntándole cuándo acabaría la crisis. Se hizo un silencio expectante. Y Luis Vicente dijo, con total seguridad y certeza, “ya hemos tocado suelo. Los precios de las materias primas indican que, quizás mañana mismo, empiece a remontar el vuelo la economía mundial”. Éste veía todavía menos que Zapatero y, por lo menos, ha sido un informador económico de referencia. En el caso de Susana Criado tiene declarado que empezó sin tener ni idea de economía y que no tiene especial interés por la materia. Con estos mimbres, Ariza quiere hacer la Bloomberg española por Hispanoamérica y Estados Unidos en alianza estratégica con el Grupo Azteca.

Todo lo que emite por televisión Intereconomía suena a radio vieja. La afirmación de Carlos Dávila de que internet es compatible con la supervivencia de los periódicos tradicionales de papel, como lo fue la radio con la televisión es un delirio interesado. Curiosamente, lo que tiene futuro es la radio pero ese es el terreno que Ariza ha abandonado y ha dejado como un yermo.

Los Cuquerella, de todas formas, al margen de esoterismos, son toda una trama o un grupo de presión. Marcial es director general de Intereconomía TV. Ya hemos visto a su hermana Julia como asesora o intendente de Iñaki Urdangarín. De hecho, su hermana Olga Cuquerella es una de las empleadas ‘fantasma’ contratadas por Urdangarín y la hija menor de Juan Carlos para la inmobiliaria Aizoon con el fin de defraudar a Hacienda. En un correo electrónico interceptado por la Policía e incorporado al sumario instruido por el juez José Castro, el contable de la trama Marco Tejeiro le pregunta a Julia, el 9 de septiembre de 2009: “¿Sabes de alguien que le puede interesar que le contratemos para acumular Seguridad Social? Sería para lo que queda de año y para el siguiente”. La asistente personal del duque de Palma responde al contable al día siguiente: “Mi cuñada, que está en Madrid, está interesada”. Esta cuñada podría ser la esposa de Marcial Cuquerella, tal y como apunta El Confidencial, pero que declinó. Tras descartar a su cuñada, Julia Cuquerella, que al parecer es supernumeraria del Opus Dei, ofrece tres nombres. Entre ellos, el de su hermana Olga. “Tiene una niña nacida en enero de 2008. Me dice que supone que ya lo sabrás, pero que cree que la empresa tiene una bonificación por contratar a mujeres con niños menores de tres años. Me comentó que cree que Aizoon puede pedir beneficios sociales como empresa por tener contratadas a madres de niños pequeños y/o familias numerosas”. Olga es miembro activo de Hazte Oír y su marido, Álvaro Zulueta, es el tesorero de Hazte Oír, y destacado miembro de El Yunque en España, según asegura el periodista mexicano, Álvaro Delgado, autor del libro El Yunque: la ultraderecha en el poder, que le valió el Premio Nacional de Periodismo en su país. Álvaro Zulueta lo ha desmentido.

Es momento de explicar, sucintamente, qué es, en qué consiste El Yunque. Surgió en 1952, en la clandestinidad, en el México laicista y masónico, en la Universidad de Puebla, como una especie de masonería católica, para combatir al enemigo con los mismos medios, con un marcado cariz anticomunista. Se indica que, en su origen, tuvo una orientación filonazi y antisemita. Su fundador, Ramón Plata Moreno, un genio de la organización política, según los que le conocieron, fue asesinado a balazos en 1979, sin que su muerte haya sido aclarada, aunque suele achacarse a pistoleros de los Tecos, un movimiento escindido del Yunque que llegó a romper con el Papado. El Yunque se extendió por el mundo universitario a través de MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación) y la Unión Nacional Independiente Democrática. Luego se ha ido desarrollando siempre con pantallas, generando etiquetas y siglas, a imitación de la izquierda. Esas asociaciones familiares, provida y dedicadas a combatir la secularización educativa son su forma de participar en la vida pública. Se considera muy fuerte su infiltración en la patronal mejicana y en el Partido de Acción Nacional, a cuya victoria el 2 de julio de 2000 contribuyeron y muchos de sus miembros fueron cargos del gabinete de Vicente Fox. No se valora tanto la preparación como la lealtad a la organización. Tienen una organización paralela sacerdotal denomina Sociedad Cruzados de Cristo Rey. A España, el Yunque llegó tras la muerte de Franco.

Según su ritual de iniciación, “El Yunque es una organización cívico-política abocada a preparar una aristocracia del espíritu que debe conducir y gobernar a España según los dictados evangélicos”, de modo que sus miembros se organizan “para consagrar sus vidas a instaurar el reinado de Cristo en la tierra”. El Yunque funciona con células independientes compuestas por un número de miembros de entre 5 y 15, al mando de un jefe. Estas células reciben el nombre de ‘centros’ y trabajan de manera aislada salvo en determinadas acciones coordinadas con los jefes. Las personas que componen un ‘centro’ actúan en un mismo ámbito social, sea un colegio, Facultad o empresa. Los jóvenes se reúnen semanalmente, pero los mayores lo hacen con mayor periodicidad, dependiendo de sus obligaciones profesionales. Un grupo de jefes de ‘centro’ forman a su vez un centro superior dirigido por un jefe de jefes, De este modo, los centros forman círculos concéntricos y estancos entre los que no se da ningún contacto ni conocimiento, salvo el establecido entre jefes. Lo esencial en El Yunque es que el secreto está siempre presente en todas las dimensiones organizativas.

Una de las tareas encomendadas a los miembros de El Yunque desde que son jóvenes es la elaboración de informes semanales sobre cualquier realidad o personas que pueda interesar a la organización. Los informes son fichas que deben rellenar con datos de amigos, conocidos o familiares, o también sobre asociaciones, movimientos eclesiales o parroquias, cuya actividad tenga algún interés para los fines de El Yunque. Esos informes son tanto de personas amigas como enemigas y toda esa información es centralizada en un Centro de Documentación. Ya he dicho, que he visto uno de esos informes realizado sobre Gonzalo Altozano. En sí, carecía de interés, pero siempre la información dicen que es poder. Esa obligación, y el compromiso de mantener en secreto la pertenencia, genera una mentalidad conspirativa y sectaria, apropiada para sus fines de control. También un clima de espionaje y contraespionaje interior. Pretenden llegar a ser “mitad monje, mitad soldado”, pero según el autor del informe El Transparente, el soldado se come al monje; de hecho, en campamentos de verano y salidas a la montaña se adiestran en prácticas de supervivencia y modos militares.

La obligación de guardar riguroso secreto incluye a sus propios padres, cónyuges y familiares. Se les infunde la mentalidad de pertenecer a una “casta de elegidos”, una “aristocracia del espíritu”, llamada a mandar, para lo que es preciso someterse a una disciplina férrea. Se les inculca que “siempre el poder y la autoridad viene de lo alto y que el que obedece no se equivoca”. Donde actúan, buscan colaboradores, pero las decisiones las toman ellos, mejor organizados, para los que tienden con frecuencia a generar climas asamblearios, más manipulables. Esto ha generado muchas suspicacias en católicos activos, que se han sentido utilizados.

Es esclarecedor el texto de la ceremonia de ingreso de un nuevo miembro de El Yunque, que aporta Fernando López Luengos y que, según afirma, ha sido verificado y corregido por dos ex-miembros de El Yunque, de modo que “todas las frases son fieles a la realidad”:

“Declaro inaugurada esta ceremonia de ingreso en el centro N… de El Yunque. Cristo Rey, Señor y Dios nuestro, te ofrecemos nuestros trabajos en esta sesión rogándote nos des fortaleza para perseverar a pesar de los peligros, fracasos personales u otras adversidades. Tú no has elegido venir aquí, tú has sido elegido, Y a partir de hoy formarás parte de una casta de elegidos. Nuestra lucha es la de los cruzados, la de los cristeros, la de muchos otros caballeros cristianos que a lo largo de la historia se han organizado para consagrar sus vidas a instaurar el reinado de Cristo en la tierra. Éste es nuestro apostolado y es nuestra actividad primordial en la vida. El Yunque es una organización cívico-política abocada a preparar a una aristocracia del espíritu que debe conducir y gobernar (a España), según los dictados evangélicos.

“Somos una milicia, nuestra lucha exige reserva y disciplina. Por la transcendencia de las actividades propias de la organización estas tienen primordialidad (sic) sobre cualesquiera otras, ya sean de carácter laboral, familiar o de cualquier otra índole. La naturaleza de la lucha y la perversidad de los enemigos de Dios y de la Patria hacen necesaria la reserva. Somos una milicia, muchos compañeros han muerto a manos del enemigo. Las posiciones desde las que opera la organización no deben ser conocidas por sus adversarios. Por eso se te asigna en esta ceremonia el seudónimo de N con el que serás tratado en la organización. Y tú deberás dirigirte a tus compañeros y hermanos de lucha por sus seudónimos. No conocerás más que lo estrictamente necesario para el cumplimiento de las tareas que te sean asignadas, y no deberás comentar nada de ello con nadie más que con quienes participes en cada actividad.

“Como toda milicia requerimos disciplina. Esto nos permite operar con eficacia, coordinar nuestras acciones y lograr los mejores resultados. Recuerda siempre que el poder y la autoridad vienen de lo alto y que el que obedece no se equivoca. En lo sucesivo serás un yunque que cuantos más golpes recibe más se asienta sobre sus bases, sobre sus principios. Por eso nuestro lema: ‘estad firmes como yunques golpeados’.

“Después de conocer esta organización, ¿aceptas hacer la voluntad de Dios y te integras en ella? -Sí, acepto. -Entonces ven a esta mesa a hacer el juramento. Pon la mano derecha sobre el crucifijo y lee el juramento: Yo, N, acepto integrarme a la organización nacional del Yunque asumiendo la lucha por el reinado de Cristo en España, como actividad primordial de mi vida. Juro guardar la más absoluta reserva sobre la existencia de la organización, sobre sus integrantes, acciones y estrategias. Juro también obedecer a sus mandos y ejercer responsablemente como jefe cuando así me fuere indicado. Juro como caballero cristiano defender aún a costa de mi vida este instrumento que Dios nos ha dado para instaurar su reinado en la tierra.

“Ya eres miembro de la organización. En este acto te has integrado a quienes Dios ha elegido para instaurar el reino. Desde este momento encontrarás en cada uno de nosotros un compañero y un amigo; pero si tus intenciones fueran traicionarnos o llegaran a desviarse de algún modo, en cada uno de nosotros encontrarás un juez justiciero. Declaro clausurada esta ceremonia de ingreso de nuestro compañero N al centro N de la organización nacional del Yunque. Nos vamos con la satisfacción que tienen aquellos que han cumplido con su deber. Sabemos que para el triunfo de nuestra causa son necesarias reserva y disciplina que forjarán a nuestra generación en el estilo firme y vigoroso del Yunque.

“¡Compañeros y hermanos de lucha: Estad firmes!

“(Todos) ¡Sta firmus tu incus percussa! (Estar firmes ante la adversidad)

Dando tres golpes sobre la mesa: ¡Dios! ¡Patria! ¡Yunque!.”

Una vez traspasados los umbrales de esta curiosa ceremonia iniciática, vamos a entrar a fondo en la cuestión y a tratar de responder a las preguntas que se hacían al comienzo de este capítulo. Lo que inquieta de la entrevista concedida por Ignacio Arsuaga a la web InfoCatólica es la sobreactuación y el desenfoque de la realidad. Para Arsuaga, “hay algunos grupos de izquierda que operan dentro y fuera del PP, empeñados en conseguir que la rebelión cívica despertada durante los años del zapaterismo desaparezca y no moleste a la clase política”. Incluso cita a Jesús de Polanco, lo cual es una referencia excesiva para hooligans. Se refiere también a “tontos útiles” y a “envidias” e incluso “intención de hacer daño a la Iglesia católica”. Parece excesiva esta identificación incluso con la Iglesia y hay cierto tono de teoría conspirativa.

En realidad se trata de denuncias surgidas desde ámbitos católicos, y militantemente católicos, activos. Tal es el caso de Fernando López Luengos, vicepresidente de la Educación y Persona, quien, en su informe, indica que “a finales de 2006, seis miembros de la Junta directiva de Hazte oír abandonan después de descubrir que la Plataforma no se rige realmente por sus decisiones sino por decisiones que vienen de fuera”. También hace referencia a similares denuncias de padres objetores, que incluso le plantearon sus problemas de conciencia al cardenal Rouco, quien les habría aconsejado abandonar Profesionales por la Ética. “Ahora nos consta que el movimiento objetor al que pertenecemos está estrechamente vinculado desde su origen a personas que forman parte de una organización o asociación de naturaleza secreta o reservada, cuyo funcionamiento y alcance nos es desconocido”. También ha establecido críticas públicas María de Andrés Urtasun, profesora de Historia de la Universidad San Pablo CEU. Otro reconocido católico, como el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá de Henares, Javier Paredes ha escrito que “El Yunque usa muy malos modos contra los que les desenmascaran”. Alejandro Campoy, que alcanzó notoriedad nacional cuando derramó mercromina en el escaño de José Luis Rodríguez Zapatero, abandonó Hazte oír, tras escribir que “el hecho mismo de que El Yunque funcione como una sociedad secreta ya pone muy seriamente en cuestión el carácter evangélico y cristiano de la misma”, también mostraba su interés en que “la propia Iglesia Católica debe quedar completamente al margen de la acción de un grupo de naturaleza masónica”. No es, pues, una estrategia desestabilizadora de la izquierda, sino la preocupación de católicos, que, como dice Fernando López Luengos, consideran que El Yunque persigue “fines buenos con métodos perversos”.

Hemos visto como el propio Arsuaga destaca el despliegue de medios puestos en práctica por su asociación. Sin duda, puede calificarse de exitosa. Su sede está instalada en un chalet individual, con su terreno, en la calle José Rodríguez Pinilla, 23, de Madrid, en una zona residencial, de alto standing, al final de Paseo de La Habana. Dispone de sala para dar ruedas de prensa, además de dos salas de juntas, biblioteca, despachos, en dos plantas, con doscientos metros cuadrados de planta. El máximo órgano de decisión es la Asamblea de Socios que se reúne cada año y en la que los socios eligen, cada dos años, a la Junta Directiva que actualmente está formada por Ignacio Arsuaga, como presidente, José Castro, vicepresidente, Blanca Escobar, secretario, Álvaro Zulueta, tesorero, Gador Joya, Alberto López Navarro y José Carlos Muñoz. Hazte oír ha tenido encontronazos con el Foro de la Familia, de Benigno Blanco, por cuestiones de protagonismo, a las que no han sido ajenas el clima de sospechas sobre El Yunque.

La cuestión de si El Yunque tiene presencia e influencia en Intereconomía parece fuera de toda duda. Sólo ello, en sentido pleno, explica el que Julio Ariza levantara el artículo crítico de Carlos Dávila con ese grupo secreto. La idea de alcanzar objetivos buenos autoconcediéndose licencias morales, que obligan al común de los mortales, ya hemos visto que pertenece al universo mental de Ariza. Fernando López Luengos sitúa Intereconomía como el Grupo especialmente ‘infiltrado’ por El Yunque. Si aceptamos esa premisa, podría decirse que, con el tipo de funcionamiento de Ariza, él sería el jefe práctico, en el sentido de su filosofía de que es quien les paga la nómina a fin de mes.

Al margen de denuncias, muchas de las cuestiones que han ido sucediendo dentro de Intereconomía se explican sólo si existe un grupo de presión interno o, al menos, resultan más inteligibles, como un puzzle que se ordena. Por supuesto, el levantamiento del artículo de Dávila se entiende de inmediato si se contempla dentro de una disputa interna. El mismo ascenso de Marcial Cuquerella no tiene una lógica periodística, ni profesional. La caída de Xavier Horcajo, uno de los misterios internos, encaja de inmediato. En la misma operación de Libertas tuvo un papel relevante Luis Losada Pescador, Licenciado en Ciencias Empresariales, que fue quien estableció el contacto con Declan Garley, rompiendo de esa manera el pacto previo con Alternativa Española. Luis Losada ha sido o es el representante en España del Phoenix Institut de Arizona, que es donde se habrían formado Ignacio Arsuaga y quienes pusieron en marcha Hazte oír.

Esa tendencia de El Yunque a generar marcas y asociaciones pantalla parece percibirse en ese Observatorio de la Libertad Religiosa que preside Marcial Cuquerella, activa en los años 2008 y 2009, con algunas notas de prensa, como una protestando por la retirada de crucifijos de los colegios estatales. Ya hemos visto como su cuñado, Álvaro Zulueta, tesorero de Hazte oír es señalado por Álvaro Delgado como un engranaje clave de El Yunque.

En la mentalidad de Julio Ariza, de tener presencia, como se denuncia, El Yunque en la estructura de Intereconomía, no sólo tendrían que actuar bajo su jerarquía sino que, además, esa presencia ha de representar un beneficio económico; ha de conllevar o financiación o contactos para obtenerla, puertas abiertas. Una de las personas que fue señalado en el reportaje-informe de José Luis Barbería, en El País (2-1-2011), titulado “Los secretos del Tea Party español”, como integrante de El Yunque fue Antonio Arcones, de la Fundación Burke y la editorial Ciudadela. Julen Ariza, el primogénito y ahora al frente de la web de Intereconomía, formó parte de esa fundación y, ha sido integrado en la estructura del Grupo en el mes de enero de 2012. Arcones ha pasado a ser director general, de lo que Alfredo Dagnino ha dado en denominar unidad de negocio editorial, integrando, a su vez, Ciudadela, una pequeña editorial, en el Grupo, después de que resultara fallido, por falta de fondos, el intento de adquirir el 51% de las acciones de la mucho más potente Libroslibres, de Álex del Rosal, miembro de Regnum Christi, la asociación laical de los Legionarios de Cristo. Otras fuentes indican, sin embargo, que Arcones es contrario a El Yunque.

Sin embargo, el desembarco de Arcones en Intereconomía coincide, en el tiempo, con una operación personal de Arcones que genera muchos interrogantes. Casi al tiempo que se hacía con la dirección general de la “unidad de negocio” editorial del Grupo –Homo Legens- era lo que mejor funcionaba de Intereconomía a pesar de que nunca se había hecho promoción de ella – adquiriría un colegío en la exclusiva urbanización de Monte Alina- donde tiene residencia la familia Aznar- por la cifra de siete millones de euros. Se trataba de un centro educativo del movimiento católico Lumen Dei, que había entrado en crisis. Lo curioso es que Arcones no parecía tener un proyecto educativo claro ni propio. Aconsejó a los padres que sacaran a sus hijos mayores del colegio, para quedarse sólo con los más pequeños, los de primeros cursos e informó de que la inversión provenía de “un grupo americano”. ¿Se trataría de un proyecto educativo de El Yunque?

En el mes de marzo de 2002, un juzgado de Madrid admitió a trámite la demanda interpuesta por el abogado Pedro Leblic, en representación de un grupo de padres católicos, contra la secta El Yunque y sus presuntos líderes, exigiendo su disolución y la de sus plataformas de cobertura. ¿Se verá, de alguna manera, Intereconomía implicada?

Si nos atenemos a las denuncias, siempre valorando en su justa medida los desmentidos, estaríamos ante un incremento de la presencia y la influencia de El Yunque en Intereconomía. Insisto, en que sólo se justificaría si Julio Ariza percibiera beneficio económico, máxime con la angustiosa situación financiera del Grupo. En términos de contrastación, podría considerarse una confirmación el acuerdo alcanzado en el mes de febrero de 2012 entre el Grupo Azteca o Grupo Salinas mejicano, con el objetivo de crear el primer canal de información económica en español, para competir con Bloomberg. Las personas que viajaron a Méjico para negociar y firmar el acuerdo por parte de Intereconomía fueron el propio Julio Ariza, su hijo Julen y el director de Intereconomía TV, Marcial Cuquerella. Desde el 1 de marzo de 2012, Business TV comenzó sus emisiones, a través de plataformas por cable, tanto en Méjico como en Colombia, en ambas naciones a través del Grupo Salinas, que posee la Televisión Azteca y es el segundo grupo audiovisual privado de Méjico, detrás de Televisa. Business TV tiene audiencia cero en España.

En el caso del Grupo Azteca tenemos una pista más segura respecto a su relación o, al menos, su simpatía hacia El Yunque. Hugo Salinas Price, padre del actual propietario Ricardo Salinas, escribe en su autobiografía Mis años en Elektra (2000) que apoyó y financió al MURO y a la UNID, las dos principales organizaciones de la sociedad secreta. Hugo Salinas Price estableció este apoyo a través de Agustín Navarro Vázquez, un declarado anticomunista. Hugo Salinas describe que en el ambiente en Méjico era que prendiera allí el comunismo representado por Fidel Castro y señala que aquellos jóvenes universitarios quemaron una efigie del dictador cubano en la Universidad Nacional Autónoma de México; acción a la que asistió.

Es especulativo pero bastante verosímil que El Yunque haya sido, de alguna manera, el puente en esta relación entre Méjico y España, entre el Grupo Intereconomía y el Grupo Azteca. Si esto fuera así, la identificación entre Intereconomía y la sociedad secreta católica sería muy fuerte, casi completa. Intereconomía se habría convertido -con todas las cautelas- en el buque insignia del relativismo moral católico. Una manifiesta contradicción y un problema añadido: compaginar esa esencialidad con la creciente sumisión a los intereses del Partido Popular.

Esto de las sociedades secretas oscila entre el juego de niños y el aquelarre de diablos. Tierras de penumbra. Abominación de la desolación.

*Del libro “Dando caña”