Por Enrique de Diego.- El lunes 22 de diciembre[EdD1] tuvo lugar un encuentro que puede tener consecuencias importantes de cara al inmediato futuro. Letizia Ortiz, reina de España, y Pablo Iglesias, emergente líder de Podemos, se reunieron en Zarzuela, para propiciar un acercamiento e intercambiar criterios respecto al papel de la monarquía en el proceso constituyente, que propugna Podemos.

Henar Ortiz, la tía republicana de Letizia, ya había hecho público el interés de su sobrina por contactar con el profesor de la Facultad de Políticas, dirigente de Podemos, y ella fue la intermediaria para que la importante entrevista tuviera lugar, a iniciativa de Letizia. Fuentes oficiosas de Zarzuela señalan que el encuentro se desarrolló en un clima “muy cordial” y “a plena satisfacción de ambos ”, con un clima de sintonía por el “carácter progresista” tanto de Pablo Iglesias como de Letizia Ortiz.

La morganática reina de España siempre ha cuidado los contactos con los sectores progresistas, que es en los que considera que su esposo, Felipe VI debe anclar su monarquía. Es conocida su amistad con el cantante de izquierdas, Joaquín Sabina. Letizia Ortiz también mantiene una tertulia habitual con amigas periodistas de corte progresista, con las que intercambia puntos de vista y confidencias. De esa manera, quiere “no perder el contacto con la calle y evitar el aislamiento de Zarzuela”.

Según fuentes solventes próximas a Zarzuela, Letizia Ortiz, cuyo pasado republicano ha sido bien ocultado, pero del que existe la prueba de un trabajo juvenil en la Facultad de Ciencias de la Información, transmitió a Pablo Iglesias que la monarquía de su esposo no era continuista de la de Juan Carlos y que se iba a ir distanciando cada vez más de la “casta”, así como se reducirían los gestos patrióticos –una muestra es que en su discurso navideño, Felipe no exhibió la bandera española- y se remarcaría la aconfesionalidad del Estado y de la monarquía. Letizia Ortiz no dejó de mostrar sus simpatías personales por Podemos.

Por su parte, según las mismas fuentes, Pablo Iglesias, que llegó a Zarzuela en un modesto utilitario, incidió en que la monarquía debía mostrar un compromiso mayor, en los gestos y en los discursos, con la sanidad y la educación públicas y distanciarse de los recortes de Rajoy, especialmente en los referidos al funcionariado, donde se concentra el mayor caladero de votos de Podemos. También sugirió una visión menos “militarista” de la monarquía. Insistió el líder de Podemos en que el proceso constituyente debe ser abierto, pero dio a entender que si la monarquía intensifica su perfil social y progresista, Podemos podría dejar en un segundo plano el debate monarquía o república.

Ambos quedaron en verse, de ahora en adelante, a menudo. Las fuentes resaltan, con término equívoco, que “hubo mucha química entre ambos” y “puntos importantes de coincidencia”, por cuanto “Letizia está lógicamente preocupada por las variaciones del mapa político futuro y las consecuencias que ellos puede tener para la monarquía y considera que puede tener líneas de contacto más fluidas con el progresismo que Felipe de Borbón y ser, por tanto, más eficaz para la corona, en un momento delicado e incierto”.

Nota sobre la noticia: Posiblemente se trata de la inocentada más verosímil que podíamos ofrecer a los lectores. La noticia de un encuentro positivo entre Letizia Ortiz y Pablo Iglesias, con acuerdo sobre el perfil “progresista” de la monarquía en el “proceso constituyente”, cabe tan dentro de lo posible que pocos lectores se habrían percatado de su inverosimilitud salvo al reparar en la fecha de su publicación. De haberse publicado cualquier otro día, estamos seguros que la noticia habría pasado por ser del todo creíble y en modo alguno una muestra de extravagancia informativa.

Solo nos queda pedir perdón a quienes se hayan ofendido por la inocentada.