Día del padre sin sus hijos
En este día del padre quiero tener un recuerdo especial a todos aquellos papás que no pueden estar con sus hijos. Algunos separados por la distancia inevitable que impone un trabajo lejos de casa, otros por no poder estar con ellos a pesar de quererlos. Éstos últimos son los que vemos a diario en la Asociación de Padres Separados. Padres que han sufrido una separación conflictiva, y que se llevan la peor parte al no poder ver a sus hijos pequeños mas que unos 4 días y unas horas más al mes, en un régimen de visitas cuasi carcelario que no actúa en beneficio de la necesaria relación que construye el vínculo padre – hijo, imprescindible para su desarrollo físico, mental (tanto intelectual como psíquico) y social.
En muchos casos los hijos, víctimas de un sistema que a menudo decide la custodia para la madre y no un régimen más justo e igualitario como la custodia compartida, no podrán compartir este día con su padre. La manipulación afectiva hará que muchas madres no les dejen estar con ellos. Pobrecitos, no saben el daño que les hacen a sus propios hijos.
Pero otros niños no podrán estar con sus padres ya nunca más. El día del padre casi coincide tristemente con la muerte de Miguel Ángel Salgado, un 14 de marzo de hace ya 9 años. Un sicario contratado por su ex mujer segó la vida a quien, por sobretodo, amaba a su hija, pero cometió la inocente torpeza de obtener la custodia compartida con una madre posesiva, tiránica y asesina que nunca se lo perdonaría. Para todos ellos un cálido abrazo y un recuerdo.
¡Qué sorpresa! después de 12 años desde mi divorcio, ayer me llamó mi ex…. No le dió tiempo de decir mucho con una voz cargada de odio: … “¿quien eres?… ¿eres el hij…”. Seguramente quiso decir: “¿eres el hijo puta de padre de mis hijos? (o frase similar). Alguien a su lado le colgó y cortó su llamada. Mejor. Después de su llamada, ayer, me fuí a comer a un buen restaurante, comí a placer, y con una sonrisilla en mi boca… Porque parece que soy para ella como la colonia Jacq´s… 10 años divorciado y me sigue buscando… Después… Leer más »
Estoy con usted. Rezo por usted y por tantos padres en semejante situación. Rezaré y hablaré a los que pueda, y cuando se tercie, de su caso. No desespere; tiene el mayor tesoro que un padre pueda tener: su hijo. Él lo merece todo. Merece un padre como usted. Cuando sea mayor, lo agradecerá.