Ecologismo eclesiológico, hijo del naturalismo
Diego Pappalardo.- Aunque la Iglesia Católica nos enseña que el séptimo mandamiento nos obliga el uso proporcional de las cosas de esta tierra para cumplimentar con las necesidades temporales legítimas del hombre, Ella no nos señala que Dios y la naturaleza son uno sola entidad o que el ecologismo en bloque es necesario para salvar el alma.
En otras palabras, la Enseñanza Magisterial Tradicional de la Iglesia Católica rechaza el panteísmo que deifica la naturaleza y todo en ella, incluido el hombre, en mayor o menor medida.
La mentira naturalista que engendró el prevalente sistema económico moderno también ha producido el ecologismo, el cuál no es más que una variación del mismo enfoque naturalista, alejado -mejor dicho, contradictor- del Dios Uno y Trino.
San Francisco de Asís jamás dejó de considerar a este mundo como un “valle de lágrimas”, nunca le sobredimensionó ni le otorgó divinidad. Conceptuaba que los seres vivientes y el resto de las cosas del mundo material eran creaciones del Dios Uno y Trino pero los definía, los distinguía y los jerarquizaba conforme a la recta razón y la buena doctrina del Redentor que es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad y Quién nos sigue diciendo que el hombre que quiere ganar el mundo y pierde su alma tiene un error conceptual y expresa una conducta fútil.
Entonces, para San Francisco de Asís, era más importante la salvación del alma, creación de Dios y, por la cuál, Nuestro Señor Jesucristo venció en la Cruz.Sí, Él mismo que fundó una Iglesia para el retorno del hombre al Dios Verdadero. Misión que los católicos coetáneos tienen que continuar y denunciar que el mal y la fealdad del mundo y sus múltiples consecuencias negativas no pasan por alejamientos de prácticas contempladas en éticas socio-ecológistas sino por el Pecado que se ha estructurado porque el hombre tipo de la actualidad se niega a conocer, amar y adorar al Dios Uno y Trino.
Los católicos que propician el panteísmo en sus diferentes versiones no son más que apologistas comprometidos con ideologías naturalistas porque han perdido la Fe Verdadera.
¡Nuestra Señora de Fátima, ruega por nosotros!
(Mateo 11:15)
El sabio señala a la luna; y el necio, mira el dedo. Quienes han sido bendecidos con el Don del Discernimiento adoran a Aquél que creó todo lo que es. Por el contrario, los ateos -léase los bolcheviques autodenominados “ecologistas”- adoran a su creación, es decir, a la Tierra. Qué le vamos a hacer. De donde no hay, no mana. Por otro lado, nuestro Señor y Salvador afirma en El Libro de la Verdad que esta Tierra es nada comparada con el EXQUISITO -así, lo define Él- Paraíso que nos está esperando. Hablo, por supuesto, de la Nueva Tierra y… Leer más »
Vaya, por fin algo interesante en AD. Efectivamente, el hombre creado por dios no se puede equiparar alegremente con los animales. Ni la naturaleza creada por dios se puede equiparar con una diosa.
No se que dominaciones, tronos o potestades andan recorriendo el vaticano y luchando contra el papa Francisco. Pero les aseguro que este hombre necesita ayuda………………………..
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