Churrerías jurídicas
Hace años, siendo fiscal sustituto en Zaragoza, coincidí con el juicio de divorcio de quien hoy es titular de un gran despacho jurídico, de los primeros de España, de esos que se anuncian en televisión.
Y a pesar de ser su primer juicio como abogado, no lo hizo mal, la verdad, y así se lo dije, si bien es cierto que el buen hacer, la categoría jurídica y personal y la profunda humanidad de Magistrado don Luis Badia Gil, qepd, ayudo en mucho a que la vista llegara a buen puerto.
¡Qué jueces teníamos entonces, y que jueces, y sobre todo juezas, tenemos ahora, salvo alguna rara excepción!
Que gran verdad es e viejo adagio de que el juez que solo sabe derecho, ni derecho sabe.
Pues bien, a lo que íbamos, ese señor es ahora titular de un gran despacho jurídico, que gira en el tráfico más que jurídico mercantil, con su propio apellido. Y digo lo de mercantil porque esos despachos que captan a sus clientes por medio de publicidad en los grandes medios –gastando sumas millonarias en ello-, en mi opinión no son realmente despachos de abogados, sin compañías mercantiles.
Siempre he pensado que hay tres tipos de abogados:
Los que tienen un despacho, y son profesionales del Derecho.
Los que tienen un “despecho”, y son abogados porque no han podido ser otra cosa. (Dicho sea de paso, yo podría estar perfectamente en este segundo grupo).
Y las “churrerías jurídicas”, que son aquellos grandes despachos, montados como empresas, con abogados en prácticas, con contratos de formación, etc, y que ponen demandas como churros, a cientos, a miles, colapsando así los juzgados, sobre todo los civiles.
¡Claro que ese no es su problema, sino, en todo caso, del Estado y de la administración de justicia!
Pero que, en mi opinión, y con todo respeto hacia las personas, son la antítesis de lo que debe de ser un abogado, o por lo menos lo que yo creo que tiene que ser un abogado: una persona cercana a todo el mundo, dialogante, pacífica, que busca la solución a los problemas, pero que no se dedica a crearlos, y que solo acude al juzgado cuando no hay otra solución.
¿Qué solución tiene la existencia de estas “churrerías jurídicas”, que además amenazan con quedarse con casi toda la clientela, pues la mayoría de los españoles –en su ignorancia-, siguen pensando que hay gente que da euros por diez céntimos?
El asunto es complejo, y requiere mucha reflexión. Pero, por ejemplo, nunca he entendido porque las leyes procesales no prevén la imposición de costas al propio letrado que sostiene pretensiones claramente insostenibles, o que no ha acudido a un intento de conciliación o avenencia previo al juicio.
Tal vez habría que obligar a interponer una conciliación previa ante el Letrado de la Administración de Justicia, como requisito procesal, y que pudiera servir para atemperar con criterios más objetivos la previsible imposición de costas, en su caso.
O que cada parte se pague sus costas, con lo cual el aliciente de conseguir una condena en costas con la que resarcirse de esa prestación de servicios jurídicos casi gratuita, se quede en agua de borrajas…
Lo que está claro es que los abogados no somos putas (aunque la verdad es que también trabajamos mucho con la lengua), y mucho menos estamos dispuestos a poner la cama…
*Abogado y escritor. Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Desgraciadamente, y como no hagan algo, la jurisdicción civil E VA A COLAPSAR.
Bueno, en realidad ya está colapsada.
No quiero hablar de la “justicia” en España porque solo me salen insultos para todo lo que se mueve por ese sector pero no dejo por menos de recordar el dicho o la maldición del gitano de: “pleitos tengas … y los ganes”. Creo que esto lo dice todo.
Es triste reconocerlo, pero así es.
Hay una frase de despedida de un muerto, muy elogiosa, que viene a decir algo así como: “nunca anduvo en pleitos, ni pisó un juzgado en su vida”, como para dar a entender que era una persona pacífica y conciliadora.
De cualquier forma, y como abogado, debo reconocer QUE LOS GITANOS A LOS ABOGADOS NOS TIENEN EN UN ALTAR.
Y son unos clientes muy buenos pagadores y agradecidos, bastante más que la mayoría de los payos.
Hay una cuarta categoría, tan nociva como la tercera:los mercenarios, abogados a sueldo de las grandes empresas, especialmente aseguradoras, que como cobran igual a final de mes, a la empresa le da igual que le pongan una demanda o que no.
Me ha pasado dos veces con dos accidentes de coche que, con toda la razón de mi parte, me han obligado a pasar por el juzgado, total para pagarme al cabo de tres años. Con intereses por demora mal calculados. Pero esa es otra.
Es verdad lo que dice. Hace unos años asistí en Calatayud, a unos 100 kilómetros de Zaragoza, a un juicio con 5 o 6 abogados, todos desplazados desde Zaragoza, cada uno con su propio vehículo, faltaría más, para “discutir” quien tenía que pagar un siniestro, valorado en 500 o 600 euros… En otras palabras, se gastó mas e gasolina, kilometraje y medias dietas por parte de estos abogados de compañías de seguros, que el coste del principal. EN ESTOS CASOS DEBERÍAN CONDENARLES A ELLOS A PAGAR TODAS LAS COSTAS, para evitar este tipo de pleitos absurdos, que lo único que… Leer más »
Así es. El tema de tráfico produce vergüenza ajena. Las compañías de seguros retienen las indemnizaciones 3 0 4 años, en la seguridad de que al fin tendrán que pagar, pero deben de invertir ese dinero en otras cosas, o le sacarán más alta rentabilidad que el interés legal del dinero, que es muy bajo.
ES UNA PRÁCTICA CORRUPTA, QUE DEBERÍA ERRADICARSE.
Yo creo que la gente no es consciente de que nadie da duros a cuatro pesetas. Esos grandes despachos tienen unos modelos de demandas, metidos en el ordenador, y lo único que hacen es cambiar los datos del demandante. Pasan de todo, tienen la mínima relación con los “clientes”, a los que ven más como CONSUMIDORES QUE COMO CLIENTES, no pierden el tiempo, y si sale bien, pues estupendo,y sino, pues lo mismo nos da. Piden pequeñas cantidades de dinero, pero que multiplicadas por los miles de demandas que formulan todos los años, al final ascienden a sumas millonarias. No… Leer más »
Hay un problema de fondo, y es que la mayoría de la gente no tiene dinero para pagar los miles de euros de provisiones de fondos que piden la mayoría de los abogados y procuradores, antes de empezar un litigio. Entonces estas “empresas de servicios” se aprovechan de la situación, y piden provisiones de fondos ínfimas, pero que multiplicadas por cientos o miles de demandantes, SUPONEN CANTIDADES MILLONARIAS. Digamos que practican lo que podríamos denominar ECONOMÍAS DE ESCALA, rentabilizando su trabajo, una demanda-tipo, similar para todos, en la que única y exclusivamente se ponen los datos de todos y cada… Leer más »
Estoy de acuerdo con todo lo comentado. Quisiera añadir que la solución de que cada parte pague sus costas, me parece la anti-justicia. Significaría que el que no tenga dinero no podría recurrir a la justicia. Y aun teniendo dinero significaría que aun ganando el juicio la justicia siempre te saldría a pagar. Si te roban nunca recuperarías todo tu dinero ya que tendrías que pagar las costas. (Que no son baratas). Y lo del colapso de la justicia es producto de los propios abogados. Porque no nos olvidemos en el otro lado también hay abogados. Y puedo poner un… Leer más »
Es verdad lo que usted dice.
Pero ese sistema de tramitar cada asunto de forma distinta, para que parezca que hay muchos asuntos, creo tiene que ver con la estadística judicial, y la “exigencia” de llevar un determinado número de asuntos, para no ser sancionado, y entender que el juez o fiscal “progresa adecuadamente”.
En el fondo es una gran mentira, como casi toda la justicia, pues luego las sentencias son todas idénticas.
En ese sentido, los grandes despachos han llevado a la realidad lo que es práctica bastante habitual…
Desgraciadamente vivimos en una sociedad que es una m…
Todo el mundo va por el vil metal. Se han perdido los valores humanos: la decencia, la ética profesional, la honradez, la honestidad…
HACE AÑOS LA MAYORÍA DE LOS ABOGADOS ERAN PERSONAS RESPETABLES.
Hoy en día, y por desgracia, la mayoría son unos gánsters, peor que los delincuentes, en muchas ocasiones, pues se saben las leyes, y saben como burlarlas.
¡Y que me perdone el autor, que me parece muy honesto y digno, por todo lo que dice!
Estoy de acuerdo con el artículo.
Esos nuevos despachos-empresa, lo único que buscan ES SU PROPIO BENEFICIO, y los intereses de sus clientes se la traen al pairo
!Pues oiga, pónganos toneladas de letrados “por despecho” como ussia! Otro gallo cantaría.
Mi abogado dice que cada abogado tiene el cliente que merece.
Coincido plenamente con el artículo. Deberían pagar las costas los letrados irresposables y todo aquel que denunciara sin “causa”.