«Nos hemos quedado sin tilas. Ha sido increíble». Eugenia Allué, titular de una farmacia ubicada en la calle Floridablanca de Barcelona, da fe de que la incertidumbre política de estas últimas semanas ha tenido ya un impacto en la salud de la población. «La gente necesita tranquilizarse porque es un tema que les preocupa. En mi farmacia hace días que el asunto está muy presente», indica a ABC la farmacéutica.

La titular de otra farmacia, Mònica Jaumot, ubicada en la Ronda General Mitre, coincide con ella. En su oficina se han acabado en pocos días las reservas de valeriana y melatoninas. «Ha aumentado la demanda de remedios que no necesitan prescripción médica para rebajar el estrés. La gente reconoce que no puede dormir por la situación», precisa la farmacéutica.

Otras boticas como la Iglesias Huix o la Rives han visto también casos de personas afectadas por la situación, aunque, según apuntan, «son casos esporádicos». El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona estudia si ha aumentado también el consumo de otros fármacos.