El futuro de Dolores Delgado, Margarita Robles y Grande Marlaska no debe ser la vuelta a la carrera judicial
Las denominadas puertas giratorias tienen una doble vertiente: operan en el campo de la empresa privada u operan en el campo de la política.
Los políticos, bien a nivel nacional, autonómico o municipal cuando cesan en sus mandatos, obviamente o se incorporan a la actividad privada que venían ejerciendo, o se colocan en empresas influyentes que les captan por sus contactos y relaciones.
Esta última puerta giratoria puede ser censurada moralmente, pero no deja de ser completamente legal.
Ahora bien, lo verdaderamente escandaloso, e inmoral y que deja aún más tocado de muerte nuestro estado de derecho y de credibilidad en el poder judicial, es el caso, de jueces y fiscales que dan el salto a la política y cuando cesan en sus mandatos, vuelven o regresan a la judicatura.
En España, esta práctica indecente, se ha permitido y se sigue permitiendo con total impunidad.
Podemos contar por decenas los casos, siendo el más significativo el del ex juez, condenado por prevaricación Baltasar Garzón.
Ahora tres miembros del Gobierno de Pedro Sánchez pueden volver a la carrera judicial y fiscal.
La Ministra de Justica, Dolores Delgado, a la Audiencia Nacional, como Fiscal; Margarita Robles, Ministra de Defensa, al Tribunal Supremo; y el Ministro del Interior, Grande – Marlaska, al Consejo General del Poder Judicial.
No quiero decir que en su retorno a sus destinos originales, vayan a actuar de manera sectaria, en conflictos que pudieran conocer con imputados o investigados, rivales políticos, pero la pulcritud de los procedimientos, no debe dejar el más mínimo atisbo de imparcialidad, objetividad y transparencia.
Esta indecente práctica conocida como puertas giratorias, debe ser erradicada con urgencia, si no queremos deteriorar aún más un sistema que tiene como máximo rechazo la falta de credibilidad de uno de los pilares básicos de nuestro sistema democrático, esto es, el Poder Judicial.
Jurista y secretario general del sindicato Manos Limpias
Claro y contundente, con la sobriedad del castellano, siempre español y patriota.
Totalmente de acuerdo en lo de los tres ministros a los que hace referencia el Sr Bernad, pero aunque los demas ejemplos de puertas giratorias puedan ser menos escandalosos, tampoco se deberían permitir. Casos como el de Pedro Morenés que lleva toda su vida entrando y saliendo de la política a la empresa privada, son un claro ejemplo del interes particular que se busca en esos determinados momentos.