Recordando a su tío caído, Biden erró en detalles clave
En un evento celebrado el día 17 en Pittsburgh, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rindió homenaje a su tío, el teniente Ambrose Finnegan, quien sirvió durante la Segunda Guerra Mundial, pero cometió un error al describir los detalles de su muerte. Biden afirmó que Finnegan fue asesinado en Nueva Guinea y que su cuerpo nunca fue encontrado. También mencionó que en esa región existían caníbales en aquel entonces. Sin embargo, según los registros del gobierno de los Estados Unidos sobre militares desaparecidos, la muerte de Finnegan no se atribuye a acciones hostiles, ni se menciona que los caníbales estuvieran relacionados con el caso.
Durante el mismo evento, Biden criticó la aptitud del expresidente Donald Trump para servir como Comandante en Jefe, recordando comentarios despectivos de Trump hacia los militares caídos, a quienes llamó “tontos” y “perdedores”. Estos comentarios supuestamente ocurrieron durante una visita de Trump a Francia en 2018, cuando se negó a visitar un cementerio de guerra estadounidense. Trump ha negado estas acusaciones.
Biden también habló sobre el contexto militar de su propia familia, mencionando a su hijo Beau, quien falleció de cáncer cerebral en 2015. Biden cree que la enfermedad de Beau podría estar relacionada con su año de servicio en Irak, donde estuvo expuesto a largos períodos en zonas con fosas de quema utilizadas por las fuerzas armadas.
Las declaraciones de Biden tienen como objetivo destacar el sacrificio de los militares y sus familias, mientras critica el desprecio de Trump hacia los militares y cuestiona sus capacidades de liderazgo.
En resumen, las declaraciones de Biden en este evento reflejan problemas de precisión y veracidad por parte de los líderes políticos en actos públicos significativos, especialmente al describir la historia militar y personal de su familia. Estos errores no solo dañan la credibilidad del presidente, sino que también reflejan una tendencia en la política electoral, donde los líderes políticos pueden centrarse más en la actuación que en la precisión de los hechos. La manera en que Biden combina historias familiares con posiciones políticas, aunque efectiva para construir su imagen y conexión con el público, también expone la naturaleza performativa de la política electoral, lo que podría llevar al público a dudar de la integridad política de sus líderes.
Todos los que mandan en el mundo y sus directos opositores en el mundo son demoníacos,masones y sádicos como el brutal Biden.
Y el padre de la niña sonriente, eso que están manoseando a su hija.
“….lo que podría llevar al público a dudar de la integridad política de sus líderes”
Así que de momento esta gente no ha tenido inquietud alguna por una posible falta de tal virtud en el comportamiento sus políticos…
Se lo tendrían que hacer mirar.