Francisco Ortega Olalla ‘Ayo’: «No soy un mito, aunque mi pueblo me tiene cariño»
Francisco Ortega ‘Ayo’ es uno de los mitos vivos del municipio de Nerja. A sus 67 años, su fama se ha extendido a los ‘cuatro vientos’, como hilador, atleta, empresario, actor y generoso con los niños de San Salvador. Por todos sus méritos y dedicación a su pueblo, el Ayuntamiento le ha concedido el ‘Escudo de Oro Turístico de Nerja’. Es el primero que se otorga a un vecino por la difusión de las excelencias del municipio.
¿Qué siente al ser el primero en recibir este nuevo galardón?
Una gran satisfacción y sorpresa, ya que mi pueblo, a través del Ayuntamiento, ha reconocido mi amor por Nerja y mi entrega desinteresada por los nerjeños y otras muchas personas. Esto me obliga a estar en la brecha aún más. Ha sido una experiencia maravillosa.
¿Se considera un mito vivo para los nerjeños?
No lo creo, pero me profesan un gran cariño, muestra de ello es la celebración de la Media Legua de Burriana, prueba que cada año celebran en el mes de agosto en recuerdo a mis tiempos de atleta.
¿De dónde le viene la afición al atletismo?
Recuerdo que en la OJE pidieron cuatro voluntarios para representar a Nerja en los campeonatos provinciales de campo a través. Corría el mes de marzo de 1957. Quedamos campeones por equipos y participamos en los nacionales, que se celebraron en Bilbao. A partir de ese momento, todo me fue sobre ruedas. Gané el cross provincial la prueba de El Corte Inglés en varias ocasiones y en 1969 forme parte del equipo nacional de maratón. En ese mismo años me designaron el mejor deportista malagueño del año.
¿Cómo se convierte en empresario?
Después de cumplir el servicio militar me dedique a vender cerveza Cruz Blanca y Kas y a montar bares en la feria de Nerja. En 1969 creé el merendero que tengo en la playa de Burriana, por lo que me considero un chiringuitero.
¿Se considera una persona polifacética?
En cierto modo sí, porque mi vida ha sido y es muy compleja. Me inicie en el mundo del trabajo en la empresa de mi familia, siendo prácticamente un niño, en el hilado de cuerda de esparto. Con 17 años, alternaba el hilado de esparto con el atletismo.
Usted ha estado presente en los acontecimientos más importantes del municipio de los últimos 50 años.
A parte del desarrollo turístico del municipio, que lo he vivido y sigo viviendo intensamente, he sido el primer atleta internacional de Nerja; participé en la expedición de Padial que fotografió la Cueva en 1959 y ayudé en sus excavaciones al Doctor Pellicer. He actuado como actor en la serie de Televisión Española ‘Verano Azul’, en el capítulo ‘Sancho Panza’, y desde Burriana con mis paellas trato de divulgar por el mundo lo maravillosa que es Nerja.
¿Qué no dice de sus faceta humanitaria?
En 1986 en la embajada española en El Salvador fui invitado para celebrar la fiesta de la Hispanidad, con tan mala suerte que en la víspera tuvo lugar el lamentable terremoto que destruyó viviendas y poblados. Aquella situación me obligó a cocinar cada día paellas y fríjoles para los huérfanos de la guerra civil que también golpeaba el país. Lo hice con verdadero cariño hacia los niños, hecho que me reconocieron los propios salvadoreños.