Cuando comenzó a correr en 125, medía 1,48 metros y pesaba 34 kilos. Los padres mostraban su sentido de protección. «¡Ese niño no puede correr! ¡Pero si no puede con la moto!». Cuando le veían dar unas vueltas, se quedaban pasmados. Y cuando llegaba a la meta escuchaba siempre la misma frase: «Pero, ¿cómo puedes con la moto?». Se llama Marc Márquez (Cervera, 17 años) y mañana puede proclamarse campeón del mundo de 125 c. c.

Este chaval nunca dice «cuando yo era pequeño». Siempre lo fue. Tuvo que cargar con 20 kilos de lastre sobre su moto para equilibrar su peso con el de los rivales. Tantos kilos le tiraron en carrera más de una vez cuando forzaba en una curva. Con ese ‘handicap’ comenzó a brillar ante los ojos de los cazadores de talentos. Su padre, Julián, un enamorado del motociclismo, fue su primer mentor. Antes de introducirse en esta guerra le dijo con toda claridad: «Tú decides si quieres dedicarte a esto, yo no te voy a forzar a ser piloto». Marc le dijo: «Quiero serlo». Pues adelante.

En casa no había dinero, pero las copas de promoción permitieron la progresión del ‘nem’. Por tres mil euros le daban todo el material para correr. «Tenemos dinero para dos años», le dijo papá. El niño aprovechó la oportunidad.

Su pilotaje fino y su valentía atrajeron a Titi Cardús. Lo fichó para su equipo. Se lució en la Copa Conti. Destacó en el Open RACC de 50. Y a los 12 años fue cazado por Emilio Alzamora. El imberbe tenía una trazada mágica, casi perfecta. Debutó en el Campeonato de España y pronto supo que ascendería al Mundial con 15 años justos. Su estreno ofreció destellos de esa clase. Sobresalía su valentía para entrar al cuerpo a cuerpo con adversarios que eran más grandes. Perdía todas las batallas porque la moto tampoco acompañaba.

Este año ha cambiado todo. Creció. Pesa 58 kilos y mide 1,68. Alcanzará el 1,71. Su envergadura, unida a su calidad extrema, le ha permitido ganar esas guerras que la falta de kilos y de montura le impedían adjudicarse antes. Hoy suma nueve victorias y aspira a obtener su primer título. Su ambición lo delata. No admite nunca ser segundo. Es un purasangre. Ganador. Conoce sus posibilidades. Futuro sucesor de Rossi.

A la espera de cómo discurre la carrera, las intensas lluvias y el fuerte viento que durante buena parte de la jornada azotaron ayer las inmediaciones del circuito de Estoril. No le fue bien la jornada a Márquez, que acabó por los suelos y tuvo que dar por bueno el tiempo obtenido por la mañana, que lo situó quinto, puesto que en la caída su moto quedó seriamente dañada y no pudo continuar los entrenamientos.
El mejor tiempo fue, para sorpresa de todos, para el español Alberto Moncayo, mientras que Terol fue octavo y Espargaró décimo.

Las malas condiciones no fueron un obstáculo para las aspiraciones de Jorge Lorenzo en MotoGP (Yamaha YZR M 1), porque logró el mejor registro. Le siguió una buena actuación del estadounidense Nicky Hayden (Ducati Desmosedici), que fue segundo, justo por delante de Valentino Rossi.