El primer Papa peregrino en Santiago pide una reevangelización de España
Con las campanas repicando, Santiago de Compostela ha dado una calurosa bienvenida a Benedicto XVI. Los Príncipes han sido los primeros en saludar al Pontífice al pie de las escalerillas del avión, en el aeropuerto de Lavacolla. Allí, en un breve discurso que ha incluido algunas frases en gallego, Don Felipe le ha agradecido su presencia en suelo español. El Papa ha explicado que llega “como peregrino”. Su agradecimiento y despedida ha sido también en gallego.
Desde ahí, traslado en ‘papamóvil’ por las calles de Santiago hasta la Plaza del Obradorio, que concitaba todas las miradas. Al inicio de recorrido, todavía en la pista del aeropuerto, un miembro de la escolta papal ha acercado, por separado, hasta el ‘papamóvil’ a tres bebés, dos niños y una niña, a los que el Pontífice ha bendecido. En uno de los lugares del camino, en la rotonda de la Puerta de Europa, le esperaba la Banda de Gaitas de Orense, que ha interpretado la pieza ‘Deus fratesque Gallaecia’.
El momento más emotivo ha sido la entrada en la Plaza del Obradoiro, Las 6.000 sillas que se han colocado para seguir en directo la eucaristía que esta tarde presidirá el Papa estaban ya ocupadas a las 10.00 horas, apenas dos horas después de que se abriesen los accesos. Las plazas aledañas en el casco antiguo, donde se han colocado pantallas para seguir la retransmisión de la eucaristía papal, también estaban llenas.
Con la esclavina de peregrino
Entre numerosos aplausos, el Papa ha salido de la Catedral a la plaza de la Quintana y entrado de nuevo en el templo por la Puerta Santa vestido de peregrino para orar ante la tumba del Apóstol y darle un abrazo a su imagen. Ratzinger ha abandonado momentáneamente la catedral compostelana por la Puerta Real, denominada así por ser la que usaban antiguamente los reyes y estar identificada con sus escudos. Ya en esta plaza, dos mujeres compostelanas le han ofrecido la esclavina de peregrino, una capa con la concha de vieira y la Cruz de Santiago, que es símbolo del peregrinaje a Compostela, con la que ha iniciado de nuevo el recorrido hasta el Apóstol, como un viajero más. Antes de regresar a la Catedral, el Papa se ha subido a una tarima desde la que ha saludado a las miles de personas presentes en la Plaza de la Quintana.
La faceta del viaje como peregrinación se simboliza precisamente con su paso por la Puerta Santa, la entrada a la cripta, donde el Papa ha rezado unos minutos, y el abrazo al Apóstol, un rito que este Año Santo llevan a cabo miles de peregrinos cada día. Tras esto, segundo discurso del día, antes del central de la jornada en la homilía. Nada más empezar, reconocimiento a los “sacerdotes, seminaristas y religiosos”. Unas palabras interrumpidas con aplausos y vivas. Ratzingen ha explicado que la presencia en Santiago no supone visitar “un lugar cualquiera con sus tesoros, peregrinar significa salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios donde él se ha manifestado”.
Con múltiples referencias al apóstol Santiago, ha señalado que cuando ha abrzado “su venerada imagen” ha pedido “por todos los hijos de la Iglesia”. También ha pedido a la comunidad cristiana, interrumpido de nuevo por los aplausos, que no deje de mantener “esas obras que benefician a toda la sociedad y cuaya eficacia se ha puesto de manifesto en la crisis económica y en las graves calamidades naturales que han afectado a varios paises. Con ese sentimiento pido al Altísimo que os conceda la osadia de Santiago para ser testimonio de Cristo resucitado”. Como en el aeropuerto, de nuevo un agradecimiento en gallego: “Moitas gracias”.
Mensaje pastoral
Antes incluso de pisar suelo español, el Papa ya ha dejado su primer mensaje. Lo hacía durante el vuelo que le traída desde el Vaticano. Acompañado de periodistas españoles, el Pontífice afirmaba que España necesita una reevangelización ante el “creciente laicismo”. También ha denunciado el vivaz enfrentamiento entre fe y modernidad existente en el país y abogaba por un encuentro entre fe y laicidad. Según ha explicado, cuando este año anunció la creación de un nuevo dicasterio para la nueva evangelización pensó en Occidente y especialmente en España.
El Pontífice ha manifestado a los periodistas que le acompañan desde Roma a Santiago de Compostela, que viaja como peregrino y ha resaltado “el amor que siente por España”. “Con el nuevo dicasterio he pensado en el mundo entero pero, sobre todo, en Occidente con su secularismo y laicidad, por lo que hay que renovar la fe para responder a esa laicidad”, ha dicho el Papa, que ha manifestado que se trata de un problema que sufren tanto España como Francia, la República Checa y el Reino Unido.
Almuerzo en el Arzobispado
Benedicto XVI ha abandonado la Catedral a las 13:50 horas tras visitar sus principales estancias y símbolos y se ha dirigido al palacio Arzobispal para comer y descansar, antes de oficiar la eucaristía en el Obradoiro a las 16:30 horas. A su salida, el Papa se ha detenido unos momentos en la Plaza de la Inmaculada para contemplar la alfombra floral, de 120 metros cuadrados, elaborada por un grupo de artesanos de la localidad pontevedresa de Ponteareas, que representa las siluetas del Pontífice y de un peregrino “mochilero” junto a la fachada del templo compostelano.
Ratzinger comparte el almuerzo, elaborado con productos gallegos, con unos 60 cardenales españoles, miembros de la Conferencia Episcopal Española y del séquito papal.