Los tres diputados españoles que pretendían viajar este sábado a El Aaiún para visitar el campamento de protesta saharaui y fueron retenidos en el aeropuerto de Casablanca hasta esta mañana, pese a haber recuperado sus pasaportes y las tarjetas de embarque, están regresando a España.

La parlamentaria del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Nerea Antia, que viaja junto con Mikel Basabe de Aralar y la representante de Aralar en el Parlamento Navarro Nekane Pérez, han indicado que “sin ninguna explicación”, se les ha impedido entrar en territorio marroquí. “No tenemos libertad de movimiento. Es llamativo que teniendo el sello de entrada en el país, no hayamos podido movernos”, ha señalado Antia, quien ha añadido que van a pasar la noche en la zona de tránsito del aeródromo.

Junto con los diputados autonómicos se encuentra en la misma situación la observadora española Olaia Sagredo, que también se dirigía a El Aaiún, y que al igual que ellos tendrá que coger el vuelo de este domingo a Madrid a las 09:05 hora local y GMT.

Ni el portavoz del Ejecutivo, Jalid Naciri, ni fuentes del Ministerio marroquí del Interior han afirmado estar al corriente de este incidente, que tuvo lugar cuando se disponían a acceder a la zona de embarque. El cónsul español en Casablanca, Carlos de Lojendio, se desplazó esta noche al aeropuerto para encontrarse con ellos, pero las gestiones consulares no han logrado que se les permita la entrada.

Viaje organizado por la asociación Euskal Fondoa

Los cuatro tenían previsto dirigirse al campamento Gdaim Izik, a las afueras de la capital administrativa del Sahara Occidental, para comprobar la situación en el lugar, donde el pasado 24 de octubre murió un adolescente saharaui de catorce años por tiros de agentes marroquíes.
Antia ha explicado que “con la excusa de decir que las tarjetas de embarque estaban duplicadas” el personal del aeropuerto les requisó la documentación, que recuperaron horas más tarde, sin que se les dieran detalles sobre los motivos de la retención.

Los tres parlamentarios habían llegado a Casablanca este mediodía, en un viaje organizado por la asociación Euskal Fondoa, y aseguran que no habían tenido impedimentos para salir del aeródromo para comer, ya con la tarjeta de embarque sellada, y que fue a su vuelta cuando les retiraron los documentos.