Los primeros ensayos de la vacuna contra la diabetes tipo 1 serán en 2012
La ciencia gana cada vez más batallas en la guerra contra la diabetes, una enfermedad metabólica que en una de sus variantes puede prevenirse con unos hábitos de vida saludable pero que en otros casos esconde un origen que va más allá del factor ambiental. El domingo se celebra el Día Mundial contra la Diabetes, una fecha que ha servido para recordar que en España hay más de cuatro millones de afectados y para poner sobre la mesa los últimos avances médicos. En concreto, el director de investigación del Hospital Clinic de Barcelona y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes en España, Ramón Gomis, destacó ayer «el salto cualitativo importante» que ha dado la investigación española, en especial los trabajos sobre una vacuna contra la diabetes 1, principalmente para niños, junto a investigaciones de terapia celular en diabetes.
«Pensamos que en 2012 se pueden empezar a hacer los primeros ensayos en humanos» de esta vacuna, añadió Gomis. El desarrollo de esta vacuna lo está llevando a cabo el investigador español Pere Santamaria, y su equipo de la Universidad de Calgary (Canadá).
La población de riesgo
Los investigadores ya tienen definidos los marcadores del posible riesgo de este tipo de diabetes , por lo que, una vez esté desarrollada la vacuna, tras valorar a la población de más riesgo «se iniciaría el tratamiento», explicó. «Sería para niños que en tres cuatro años tienen riesgo 100 por cien de diabetes», añade, al tiempo que se lamenta de que, a pesar de conocer los marcadores que aseguran el desarrollo de la enfermedad, no se aplican ya que «no podemos dar ninguna esperanza a los padres y solo generaríamos angustia».
La diabetes en la población infantil afecta a 10 niños de cada 100.000 habitantes, y aunque el dato se mantiene estable, Gomis recordó que «estas personas son las que más sufren de las diabetes». «Es un colectivo que nos preocupa mucho y por eso estamos desarrollando una vacuna, es un reto». Cuando se refiere a este tipo de diabetes destaca que afecta, fundamentalmente, a niños desde los dos años hasta los 20 años, «aunque tiene un pico en la pubertad, en torno a los 14-16 años».
También ayer se conoció el dato de que cuatro de cada diez niños menores de quince años son diagnosticados de diabetes en situación de cetoacidosis, una complicación grave de la enfermedad consecuencia de la falta de insulina en el organismo, que puede llegar a poner en peligro la vida del niño.
La cetoacidosis (fracaso metabólico) es consecuencia del retraso en el diagnóstico y su presencia es mayor cuanto menor es el niño, según se deduce de los resultados de un estudio de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP). El estudio pone de relieve que el 51,7% de los niños menores de cinco años tienen cetoacidosis en el momento de ser diagnosticados de diabetes, un porcentaje que se eleva hasta el 69% en los menores de dos años. Esto se debe a que cuanto más pequeños son los niños los síntomas son menos frecuentes y suelen ser más inespecíficos. Así lo puso de manifiesto la doctora Beatriz García Cuartero, del Servicio de Endocrinología del Hospital Severo Ochoa y vocal de la SEEP, que insistió en la importancia del diagnóstico precoz.
Los síntomas de la enfermedad son muy claros: sed intensa, necesidad de ir frecuentemente a orinar, pérdida de peso sin causa aparente, dolor abdominal o vómitos, cansancio e irritabilidad. En los menores de 15 años, se ha producido un incremento del 3,9% y de un 5,4% en los de menos de cinco años, un porcentaje que se prevé se va a duplicar en diez años. Entre los factores que se están estudiando para explicar ese incremento se encuentran algunas enfermedades de la madre, el descenso de la lactancia materna y el aumento de peso del niño en los dos primeros años de vida.