PP e IU critican el silencio cómplice de ‘Calamidad’ Jiménez con el genocidio marroquí en el Sahara
Trinidad Jiménez se ha estrenado en el Pleno del Congreso como ministra de Exteriores y su silencio sobre la actuación de Marruecos en el Sahara le ha supuesto la crítica al alimón de PP e Izquierda Unida. Los dos grupos han censurado que no aprovechara esa primera intervención como jefa de la diplomacia española para condenar a las autoridades marroquíes por el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui próximo a El Aaiún la semana pasada.
El diputado del PP Francisco Ricomá ha denunciado el “comportamiento bochornoso” y la “incapacidad” del Gobierno para estar “a altura de la responsabilidad” que España tiene con este territorio por su calidad de antigua potencia colonial, mientras que el representante de IU, Gaspar Llamazares, ha instado a la ministra a que repruebe la actuación de Rabat y pida una investigación, más aún teniendo en cuenta que entre las víctimas mortales de esta intervención hay un ciudadano español.
Debilidad diplomática
Ricomá ha advertido de que la referencia a lo sucedido hace ocho días en las proximidades de El Aaiún debería ser “obligada” en esta sesión de votación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. En cambio, ha considerado que el Ejecutivo español “va dando palos de ciego” y ha “enfadado a todos los actores” en el conflicto, tanto a saharauis, como a marroquíes y argelinos. “Cuando Marruecos se salta las reglas del juego (…) no han movido un solo dedo para que sea debidamente reprimido, condenada su actuación e invitado a reconducir su actuación”, ha criticado Ricomá, que ha denominado la política exterior de este Gobierno como la “diplomacia del avestruz” y ha advertido de que la diplomacia “no es mutismo”, que equivale a “debilidad”, sino “dinamismo y convicciones”.
Llamazares ha mostrado su perplejidad por que la ministra “no diga nada” en el Pleno del Congreso al cabo de ocho días de la intervención marroquí, que se ha saldado con un número indeterminado de muertos (diez policías marroquíes y dos civiles saharauis, según Rabat y 36 víctimas mortales según testigos citados por el Frente Polisario). Ha advertido de que el Sáhara es hoy una “crisis”, pero “mañana puede ser un conflicto” y considera que este contencioso se ha convertido en el “agujero negro” de la política exterior española además de “una moneda de cambio” en la estrategia buena vecindad con Marruecos.
También la representante de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, ha defendido que el Parlamento debe solidarizarse con el pueblo saharaui y “condenar” la actuación marroquí.