El Supremo certifica que Garzón ordenó las escuchas de los abogados de ‘Gürtel’ sin tener pruebas
Baltasar Garzón dictó “resoluciones manifiestamente injustas” y “vulneró de forma ostensible derechos fundamentales de los presos encausados” al ordenar en marzo y abril de 2009 ‘pinchar’ las conversaciones en los locutorios de la cárcel de Valdemoro entre los tres principales acusados del ‘caso Gürtel’ (Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez) y sus nuevos abogados. “Cuando el querellado (Garzón) dictó las dos resoluciones no tenía dato incriminatorio alguno contra los nuevos letrados de los presos que los implicara en la trama o en otros hechos delictivos”.
Es más. Garzón ni siquiera tenía “indicios contra los nuevos letrados y mucho menos contra los que, hipotéticamente, pudieran ser designados en un futuro, abogados que también quedaban afectados en potencia por la omniabarcante (sic) medida (las escuchas generalizadas entre los reclusos y cualquiera de sus defensores)”.
Así lo establece Alberto Jorge Barreiro, el magistrado que instruye en el Supremo la causa contra el juez de la Audiencia Nacional por aquellas polémicas escuchas, quien insiste en su decisión de sentar en el banquillo a Garzón por prevaricación y violación de las garantías procesales. Barreiro hizo público este jueves un auto en el que rechaza todas las pruebas que la defensa del juez había solicitado el pasado 20 octubre, cuando se hizo pública la decisión de enjuiciarle por estos hechos. Una determinación que deberá confirmar la Sala de lo Penal.
No obstante, el Supremo acuerda paralizar momentáneamente la instrucción del proceso contra Garzón hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) acepte levantar el secreto sobre aquellos pinchazos. Barreiro cree que “no hay motivos para temer una situación de indefensión” por parte de Baltasar Garzón por no tener copia del contenido exacto de esas escuchas ya ilegalizadas, pero considera más garantista para el proceso esperar a que el actual instructor del sumario ‘Gürtel’, Antonio Pedreira, dé a conocer esos ‘pinchazos’.
Según explica el Supremo, Pedreira se ha comprometido a levantar el secreto sobre el caso “antes del 22 de noviembre”, aunque el propio Barreiro ya adelanta que el instructor madrileño ya había anunciado con anterioridad que iba a levantar el velo judicial.