La OCDE reduce sus perspectivas económicas para 2011
La OCDE ha revisado hoy ligeramente al alza el crecimiento para 2010, redujo el de 2011 sobre todo por culpa de Estados Unidos y ha advertido contra el riesgo de acciones unilaterales que plantean la amenaza de una deriva proteccionista. En su informe semestral de perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha señalado que los países emergentes van a seguir tirando de la economía global, que crecerá un 4,6% este año, un 4,2% en 2011 y un 4,6% en 2012.
Pero en la OCDE la subida del Producto Interior Bruto (PIB) será más limitada, del 2,8% en 2010 (una décima más de lo proyectado en mayo), del 2,3% en 2011 (cinco décimas menos) y del 2,8% en 2012. En la zona euro, el PIB subirá un 1,7% en 2010 (una revisión al alza de cinco décimas), otro 1,7% en 2011 (una décima más) y un 2% en 2012. En la zona euro están tres de los cuatro Estados que este año continuarán con una evolución negativa: Grecia (-3,9%), Irlanda (-0,3%) y España (-0,2%). El cuarto será Islandia (-3,6%). En 2011 su número se habrá reducido a dos, Grecia (-2,7%) y Portugal (-0,2%), mientras España quedará con el 0,9%.
Los autores del informe han corregido a la baja el crecimiento de Estados Unidos y lo han dejado en el 2,7% este año (cinco décimas menos que en mayo) y en el 2,2% en 2011 (1,1% menos). El ritmo de progresión debería recuperarse en 2012, con el 3,1%. En Japón se espera un crecimiento del 3,7% en 2010 (siete décimas más que lo anunciado en el anterior informe), en 2011 de un 1,7% (tres décimas menos) y en 2012 un 1,3%.
“Riesgos significativos”
La tasa de paro en la OCDE, que llega este año al 8,3% de la población activa, se va a reducir al 8,1% en 2011 y en 2012 al 7,5%, niveles muy superiores al 5,5% que se había constatado antes del estallido de la crisis en 2007. Los autores del estudio han advertido de que hay “riesgos significativos” de que el comportamiento final de la economía en el mundo desarrollado sea peor que el que se describe, sobre todo porque continúa el hundimiento de los precios de la vivienda en Estados Unidos y el Reino Unido, y por el alto nivel de deuda en algunos países.
El economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, ha resaltado el peligro de las acciones unilaterales para hacer frente a los efectos de flujos de capitales. Todo eso puede llevar -avisa Padoan- a “movimientos proteccionistas” y por eso hay que aplicar una combinación de políticas macroeconómicas, de tipo de cambio y estructurales que estén coordinadas y que contribuyan al ajuste fiscal y al reequilibrio de los desequilibrios financieros internacionales.
El economista jefe aboga por desplazar parte de la carga fiscal de las empresas y el trabajo a otros impuestos que graven el consumo y la propiedad, así como a factores externos como la contaminación. También recomienda acelerar las reformas estructurales, que se han visto ralentizadas durante la crisis, y de forma particular hacerlo con carácter “urgente” en el mercado de trabajo, para evitar que un creciente número de parados se conviertan en desempleados de larga duración. Según Padoan, una reducción del paro en un punto porcentual permite reducir el déficit público en un 0,8% del PIB.