Zapatero y Yocasta. España y el Edipo procatalán
Ni Yocasta se dará brutal muerte, ni Zapatero se arrancara los ojos horrorizado por su destino. La primera sabe que eligió al hijo, que no el Oráculo, que acabaría con España, la nación y la patria: el padre y la madre. El segundo fue creado por la tragicomedia para destrozar, recrear y falsear la realidad. No se esconde de los dioses, no se avergüenza de haber asesinado a sus padres, es más, lo proclama,se ufana ignorante del papel que les corresponde a los traidores, siempre cobardes. Sólo queda por saber si Antígona, Rajoy, le guiara por el brazo en las tinieblas, con los ojos huecos y las cuencas ensangrentadas.
Zapatero es un muerto viviente.Una marioneta de un proceso enloquecedor que el destapó, no como Pandora, sino como un mago que aprendió los trucos por correspondencia. E insiste. Insistirá. No hay solución en la peligrosa deriva que supone en la Historia aquellos periodos en que la política, alcanza niveles de autonomía peligrosos y los personajes de la escena, dejan pudrir irresponsablemente al Nerón de turno que, se sabe, incendiará Roma y España mientras toca la lira, en este caso, en catalán. Existe un sonido de la lira catalana desde el siglo V a.C.. Así es sabido.
Zapatero Rey, Zapatero Enérgico, en medio de una insólita tramoya donde el apuntador ha perdido el libreto y ni Dios sabe por dónde va o incluso pretende dirigirse. ¡Contemplar a Zapatero Heroico es una de las más pintorescas imágenes que pueden contemplarse de este vendedor de mercadillos sin licencia! ¡Qué valentía ante el toro que se le avecina furioso, implacable, eterno! Sabemos que va a huir (otra cosa es correr) para que la exigua cuadrilla que lo proteja, o salir pitando de la plaza sin cortarse la coleta.
Zapatero ha unido la suerte de “este país”a su aventura personal, a su valerosa dirección, a su ruda y granítica cara que hace temblar al enemigo y enardecer a sus votantes, provocando la rendición de sus adversarios. Como Aquiles.
Me pregunto a quien dirige estas oscuras y risibles palabras. A España y a la política internacional lo que personalmente haga este ínfimo personaje histórico les resulta, a todas luces, irrelevante. Seguramente hable como un Delfos de cuarta división, a su partido, grupo parlamentario y bocas agradecidas (verdaderas legiones de indocumentados en coches oficiales). Y esto no es poco.
Sin embargo se ha librado, como el peor de los dictadores mediocres, de todos los generales. Pepino Blanco, Leyre Pajín, son el partido. Sólo Rubalcaba, en el gobierno, puede hacer de Bruto, pero los senadores que le acompañan proceden de la nada, nada son y menos serán. Los estómagos agradecidos son volubles y sin duda encontraran hueco en el PP si este llega al poder. Imaginan la de cargos que – sólo en Andalucía, tendrá que nombrar Arenas si gana las elecciones. Toda la trama, el basurero andaluz, tardaría poco en renovarse. Así pues son poco fiables. La opinión pública…nadie ha despreciado tanto, el creador de mentiras, a la grandiosa opinión pública, la de El País,Tele V,Canal Sur….
Estamos, sin duda, peor que antes. Una ficción. Un debate dedicado al separatismo catalán. Una humillación sin límites, en la que el patán, busca el honor colocándose al frente del independentismo, manifestando, sin pudor, que España no se ha roto, ni se romperá. Normal. España para el ciego Edipo es un concepto discutible. Nada inconcreto se parte. Y el de León y el maqueto de Iznájar siguen destruyendo la política de España. No cuesta esfuerzo intelectual alguno comprobar si en su momento la Cataluña independiente sufragada por la imperialista España, colocaría en órbita, tras golpeo en las partes de abajo, a Montilla. Una locura.
Pasó el Mundial. Nuestras emociones. Yo las sentí. Las torpes manipulaciones del Gobierno. Pasaron el….Yo soy español, español, español. Pasó y llegó el tórrido verano. Nos metieron mano a los de las nóminas. Y así se desangra España.
Pero el Estado de la Nación, para Zapatero, es el Estatuto de Cataluña. Un ejercicio de rendición. Una procesión de tontos útiles.