En la foto, Josep Anglada saluda a un comerciante en Salt.

El presidente de Plataforma per Catalunya (PxC) y candidato a la presidencia de la Generalitat, Josep Anglada, ha denunciado en Salt que, con el dinero de los contribuyentes, se ha conseguido que algunos paisajes de la comunidad autónoma “se parezcan más a Afganistán que a la Cataluña de hace unos años”.

-¿Cuál es su opinión acerca de la reversión demográfica que ha sufrido Salt en favor de los musulmanes?

Salt es un ejemplo claro de esta islamización que esta padeciendo Cataluña, ya que una ciudad con casi el 50% de inmigración, es una ciudad islamizada, deteriorada y con un futuro muy negro para la gente autóctona.

El líder identitario catalán recordó que el Departamento de Estado de Estados Unidos ya advirtió de que España se había convertido en “el paraíso del terrorismo musulmán”. Anglada repuso al respecto: “Decir España es decir Cataluña, mal que les pese a los nacionalistas de vía estrecha y subvención ancha, porque en Cataluña viven el 60% de los musulmanes de toda España y el 80% de los pakistaníes, muchos de ellos en ciudades como Salt o la misma Barcelona”.

-Quién es el responsable de que nos hayamos convertido en el principal refugio de terroristas islámicos en Europa?

Sin duda, la casta política podrida catalana ha creado el grave problema de la islamización de la que advertía Estados Unidos. La estrategia de ocultación de la realidad por la casta política podrida es tan fuerte que muchos catalanes no saben que en diciembre del año pasado, la Audiencia Nacional condenó a once musulmanes por pretender atentar y provocar una masacre en el Metro de Barcelona con la terrible friolera de seis suicidas. Según fuentes del diario La Vanguardia, “el 25% de las mezquitas y oratorios catalanes son salafistas: de la línea más radical y proclive al terrorismo”.

Otro 40% son tabligh, cortina de humo del terrorismo (los musulmanes condenados por la Audiencia Nacional se reunían en una mezquita tabligh, en la calle Hospital de Barcelona). Esos terroristas no venían de Afganistán sino que estaban en el Raval.

-¿Cree que los electores catalanes habrán tomado nota de lo que usted denuncia?

Los catalanes han dejado de creer en su casta política podrida porque saben que ésta no hace otra cosa que mentir y porque los catalanes reales conviven con una realidad que perciben como grave. El Departamento de Estado no les descubre nada que ellos no sufran en las calles y plazas de Cataluña. Y no podemos olvidar que recientemente se detuvo a un peligroso terrorista paquistaní, reclamado por la Interpol, en Tortosa. Tenemos, pues, terroristas musulmanes de Marruecos y Argelia, del Norte de África, y también de Pakistán.

-Es decir, que Cataluña ha pasado de ser el motor económico de España a la principal fábrica de terroristas islámicos de Europa…

Eso es evidente, lo reconoce hasta el Departamento de Estado estadounidense. La casta política podrida nos ha convertido en la reserva de terroristas islámicos de todo el mundo. Incluso ya se exportan desde Cataluña, como el empadronado en Vilanova i la Geltrú que asesinó a doce carabinieris en Irak”.

Esta casta política podrida se ha dedicado a financiar la islamización de Cataluña, con Montilla y el PSC a la cabeza. El PP también lo hace donde gobierna, aunque no se haya enterado Alícia Sánchez-Camacho, que no se entera de nada.

-Y lo peor es que esa financiación sale de los bolsillos de los catalanes…

Claro. Y lo grave es que con dinero de los contribuyentes se ha conseguido que algunos paisajes de Cataluña se parezcan más a Afganistán que a la Cataluña de hace unos años. Se ha cedido suelo público para mezquitas, como hizo Montilla en Cornellá; se financia a una selva de asociaciones islamistas. Incluso el Gobierno de Zapatero les ha dado el 130% de las subvenciones que solicitaban; o sea, más de lo que pedían. Así de generosos son los socialistas con los islamistas.

Se da educación gratis a los musulmanes y se les pagan becas de comedor a todos. A cambio, la integración que predica y de la que presume el nefasto tripartito no se ve por ninguna parte, porque no existe. El Departamento de Estado lo que ve en España y en Cataluña es el ‘paraíso del terrorismo islamista’. Plataforma per Catalunya lo lleva denunciando, en solitario, más de diez años. Lo he hecho con mucha claridad y documentación en mi libro ‘Sin mordaza y sin velos’.

-¿Qué puede cambiar a partir del día 28 de noviembre?

Puedo marcar un antes y un después en la historia de la islamización de Cataluña. Hay ya muchos catalanes concienciados de que las cosas no pueden seguir como hasta ahora. Esos catalanes miran la realidad de frente, aunque no les guste, y votarán las candidaturas de Plataforma para castigar a una casta política podrida que les miente y les oculta la verdad.