La campaña promocional que, como cada año por estas fechas, lanzan las entidades financieras para fomentar la realización de aportaciones extraordinarias a los planes de pensiones tiene esta vez el terreno abonado por el debate sobre el futuro de las prestaciones por jubilación. Todos los expertos coinciden en que los españoles que lleguen al final de su vida laboral dentro de veinte años verán mermada sensiblemente su capacidad adquisitiva.

Pero ¿está calando este mensaje en los ciudadanos? La estadística de planes de pensiones evidencia que no. En 2009 el número de personas que disponen de este instrumento de ahorro en España aumentó apenas un 1%, cifra que contrasta con los crecimientos anuales de dos dígitos experimentados desde 1990 hasta 2005. Además, si se separan las diferentes modalidades se comprueba que son los llamados planes de empleo -es decir, los que promueven las empresas en beneficio de sus trabajadores- los que han propiciado ese ligero crecimiento, ya que los planes individuales -los que suscriben los ahorradores por iniciativa propia- tienen casi 76.000 partícipes menos que en 2008. Además, la cantidad de dinero invertido se ha reducido un 3,3%, y un 5,2% en el caso de los individuales.

Este ejercicio no va a ser diferente, a tenor de la percepción que transmiten las propias entidades financieras. Así, fuentes de Cajamar reconocen: «No ha habido hasta la fecha un gran movimiento. En los últimos tiempos se percibe una toma de conciencia generalizada con respecto a la necesidad de ahorrar, especialmente ante la incertidumbre sobre el futuro de las pensiones. Pero esto choca con la situación económica actual, pues el ciudadano necesita dinero para el consumo diario».

Necesidad de liquidez

Así pues, el motivo por el cual los españoles no se han animado a contratar planes de pensiones no es que se despreocupen por su nivel de vida tras la jubilación, sino que a estas alturas de la crisis la necesidad de liquidez les impide pensar en ahorrar a largo plazo. «Ahora mismo la gente con capacidad de ahorrar tiene muy presente que quiere tener el dinero disponible, y prefieren tenerlo en la cuenta corriente o ponerlo en un depósito para en cualquier momento, si lo necesitan porque se quedan sin trabajo o les bajan el suelo, poder disponer de él», argumentan desde Cajamar.

«Este año hay dos elementos que marcan la campaña de planes de pensiones: por un lado la crisis y por otro, el debate que se ha abierto sobre la jubilación. Los dos elementos son fuerzas contradictorias y a nuestro modo de ver lo que parece imponerse es la crisis», explican fuentes de Banco Sabadell. «Creemos que este año tanto las aportaciones ordinarias como extraordinarias se mantendrán en unos niveles similares o algo inferiores a los de 2009. Las preocupaciones de los particulares están más centradas en el presente que en el futuro», añaden.

También en Unicaja han percibido el impacto de la crisis en el ahorro, aunque confían en superar el ejercicio anterior con «una buena campaña». Fuentes de la caja reconocen que se están produciendo «suspensiones en el ahorro periódico», pero «quien mantiene la aportación no reduce su cuantía». Y es que cuando resulta difícil llegar a fin de mes, se antoja imposible meter dinero en una hucha que no podrá abrirse hasta la jubilación. Además, una parte importante de la clientela de los planes de pensiones está formada por los autónomos, y es éste uno de los colectivos más castigados por la crisis económica.

Desempleo

La crisis ha provocado una tendencia inédita hasta el momento: el aumento de rescates de planes de pensiones motivados no por las circunstancias normales -jubilación, muerte o invalidez-, sino por desempleo. En 2009 se cuadruplicó el número de personas que retiraron el dinero invertido por encontrarse en paro y este año la tendencia continúa, según las entidades consultadas. Y es que antes era condición para rescatar el plan estar parado al menos doce meses sin cobrar prestación alguna, pero el año pasado el Gobierno flexibilizó estos criterios y eliminó dicho periodo de doce meses, provocando «un aumento sustancial de las solicitudes para cobrar el plan de pensiones por motivo de desempleo», según fuentes de Cajamar.