Los ex guardaespaldas de Kennedy revelan los detalles de su asesinato
Cada 22 de noviembre se recuerda un suceso trágico que conmovió a la sociedad estadounidense y asombró al mundo entero: el asesinato del ex presidente de EE. UU. John F. Kennedy. Pasadas casi cinco décadas de la muerte de Kennedy, sus ex guardaespaldas revelan los detalles de aquel fatídico día del año 1963 en un nuevo libro titulado ‘The Kennedy Detail’.
El libro, puesto a la venta este lunes, fue escrito por uno de los agentes de seguridad de Kennedy, Jerry Blaine, en colaboración con la periodista Lisa McCubbin. ‘The Kennedy Detail’ contiene las confesiones y recuerdos de varios agentes de seguridad del ex presidente.
Clint Hill, el guardaespaldas de Kennedy que aparece en el histórico vídeo del tiroteo corriendo hacia el coche del presidente, confesó en el libro que trató que “hundir” su tristeza y el sentimiento de culpa en el alcohol.
“Le vi que se llevaba las manos a la garganta y se doblaba hacia la izquierda, salté inmediatamente y corrí hacia el coche, oí un segundo disparo, justo antes de llegar el tercer disparo le dio en la cabeza. ‘Oh, Jack, ¿qué te han hecho?’, oí las palabras de la primera dama. Llegué demasiado tarde”, lamenta Hill.El hombre confiesa que a pesar de la existencia de un sinnúmero de versiones sobre presuntas conspiraciones que apuntan a la mafia, la CIA, el FBI, la KGB soviética y otras organizaciones, está convencido de que fue Lee Harvey Oswald el que mató a Kennedy aquel día y de que realizó el crimen en solitario.
Entre otros detalles curiosos de aquel período Jerry Blaine reconoce que pocas horas después del asesinato de Kennedy estuvo a punto de matar por error al siguiente presidente de EE. UU., Lyndon B. Johnson.
Durante la noche, tras llevar 40 horas sin dormir, Blaine oyó ruido en la residencia de Johnson, y al instante se encontró frente al presidente apuntándole con una pistola cargada. “Se palideció, se dio la vuelta y se fue”, recuerda Blaine.
Los agentes de seguridad describen en el libro el enorme sentimiento de culpa que les persigue desde aquel trágico día. Sin embargo, tras años de remordimientos Clint Hill ha podido reconciliarse con su conciencia y afirma: “Llegué a la conclusión de que no hubo nada más que pudiese haber hecho aquel día”.