Condenan a seis hombres, entre ellos un policía, por planear un secuestro
La Audiencia de Málaga ha condenado a seis hombres, uno de ellos policía nacional, por planear el secuestro de una mujer y sus dos hijos en Málaga capital. El agente pasó información confidencial de la víctima al cabecilla del grupo, del que formaban parte también un ingeniero técnico y un protésico dental. Tras dos intentos fallidos, el rapto fue frustrado finalmente por la policía que puso en alerta a la mujer para que no saliera de su casa. La sentencia les condena por un delito de conspiración para el secuestro y, en el caso del policía, además, por un delito continuado de revelación de secretos, a penas que suman seis años y medio de cárcel.
Los hechos ocurrieron a partir de la relación que mantenían el policía, de 47 años, y uno de los condenados, de 34, al que el agente, funcionario de la escala básica del Cuerpo Nacional de Policía y destinado en la Comisaría del distrito oeste, pasaba información confidencial y secreta de distinta índole. Lo hacía accediendo con su clave personal a la base de datos de la Dirección General de la Policía, en concreto a la aplicación Perpol (Personas de Interés Policial). Así suministraba datos de carácter confidencial al otro acusado cada vez que este se lo pedía.
Entre octubre y noviembre de 2005, el policía le proporcionó el nombre, el documento nacional de identidad, así como una fotografía de una mujer, obtenidos a partir de la matrícula de un vehículo. También le facilitó información al interesado sobre si pesaba sobre él alguna reclamación judicial y policial pendiente. Lo hizo mediante en envío de un mensaje a su móvil en el que decía: «No ha nada en la máquina. En otro caso, le pasó información sobre la búsqueda de una mujer obtenida por un juzgado a fin de averiguar su paradero.
En noviembre de 2005, a partir de los datos del vehículo de una mujer de la que incluso había obtenido una foto gracias a la información que le dio el policía, el hombre planeó secuestrarla, para lo que se puso de acuerdo con él y con otros dos acusados. Dos de ellos -el agente y otro procesado- se harían pasar por policías y simularían una detención exhibiéndole una placa e introduciéndola en un vehículo para llevarla a una vivienda en Alhaurín de la Torre, donde tenían planeado el cautiverio.
De esta manera, el 17 de noviembre tres de los acusados quedaron para llevar a cabo el secuestro, pero la tardanza del agente acusado frustró el plan. Una semana después lo volvieron a intentar, pero el agente tampoco se presentó y el otro hombre que debía simular su detención se negó a hacerla él solo.
El 30 de noviembre planean nuevamente el rapto, que amplían a los dos hijos menores de la mujer, aunque sin contar ya con el agente procesado, pero sí con la participación de otros dos hombres, también acusados. Eligieron el momento en el que la víctima llevaba a los niños desde su domicilio al colegio. El secuestro, sin embargo, no llegó a materializarse porque la víctima, que había sido advertida por la policía de los planes de los acusados, no salió de su casa.
Los seis hombres fueron detenidos poco después. En el momento del arresto se les intervino un revólver de fogueo, las llaves de la casa de Alhaurín donde tenía previsto retener a la mujer, unos grilletes, una placa falsa de policía, un cuchillo de cocina de grandes dimensiones y una radiotransmisor.