HRW pide a Marruecos que no maltrate a los detenidos saharauis
El grupo Human Rights Watch instó a las autoridades marroquíes el viernes a terminar con lo que dijo que era maltrato a los detenidos saharauis arrestados después de unos enfrentamientos mortales este mes en el disputado territorio del Sáhara Occidental.
El ministro de Comunicación marroquí y también portavoz del Gobierno, Jalid Naciri, dijo a Reuters que no podía hacer declaraciones sobre el informe del grupo de defensa de los derechos humanos, con sede en Nueva York. Rabat ha declarado que 11 miembros de sus fuerzas de seguridad estaban entre las 13 personas que murieron en los disturbios causados tras el desmantelamiento de un campamento de protesta en las afueras de la capital del territorio, El Aaiún, el 8 de noviembre.
Tras visitar El Aaiún, Human Rights Watch (HRW) indicó que al menos 100 manifestantes seguían bajo arresto, incluidos nueve que podrían ser sometidos a juicio en un tribunal militar en Rabat. “Las autoridades deben detener inmediatamente el maltrato de los detenidos y permitir una investigación independiente de los ataques”, dijo el grupo.
HRW señaló que tenía pruebas de que las fuerzas de seguridad marroquíes habían abierto fuego durante los enfrentamientos con los manifestantes en El Aaiún.
El grupo citó al Gobierno desmintiendo que sus fuerzas de seguridad hubieran “disparado una sola bala” durante los enfrentamientos en la ex colonia española, que fue anexionada por Marruecos en 1975. La región ha sido el centro de una disputa entre Marruecos y el movimiento independentista del Frente Polisario durante décadas.
Los incidentes de este mes, unos de los peores en años, han impulsado al Frente Polisario a buscar una investigación independiente de la ONU. El jueves, los eurodiputados votaron a favor de la propuesta.
HRW dijo que había visto testigos “con contusiones graves y heridas recientes, que indicaban que habían sido agredidos durante la detención”. “Cientos de saharauis fueron arrestados por las fuerzas de seguridad marroquíes tras la violencia del 8 de noviembre, de los cuales más de 100 siguen detenidos”, indicó el informe, que también citó que algunos de los detenidos dijeron que la policía había amenazado con violarlos.
El Gobierno aseguró que sus fuerzas de seguridad habían lidiado con los manifestantes “de forma deliberadamente pacífica”, y responsabilizó de la violencia a lo que llamó milicias pro Polisario.
Agregó que el voto de los eurodiputados a favor de una investigación independiente era “precipitado, tendencioso, injusto y no objetivo” y dijo que la principal formación de oposición en España, el Partido Popular, había influido en el parlamento europeo por lo que llamó “resentimiento colonial”.