EEUU pidió a sus diplomáticos que espiasen en Naciones Unidas
Las últimas filtraciones de Wikileaks han sacado a la luz todas las comunicaciones interceptadas entre el Departamento de Estado de EEUU y sus cerca de 300 embajadas. Son informaciones que potencialmente pueden poner de manifiesto la hipocresía de la política estadounidense. Informaciones clasificadas que destacan el acercamiento entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y Asia en detrimento de la UE, a la que considera un actor “en segundo plano” del escenario internacional.
En esos documentos clasificados hay menciones a Naciones Unidas que revelan cómo el Gobierno de EEUU dio instrucciones a sus diplomáticos para que ejercieran de espías y recolectaran información de personas en el extranjero y en la ONU. Según lo filtrado hasta ahora, el Departamento de Estado habría pedido a su personal que recopilara información como las tarjetas de crédito u horarios de trabajo de otros mandatarios o políticos.
Lo que está suponiendo esta nueva filtración de Wikileaks, la mayor hasta ahora, es toda una sacudida de la comunidad internacional: más de un cuarto de millón de documentos de la diplomacia estadounidense que describen en términos francos a los principales líderes internacionales y revelan graves irregularidades cometidas por el Departamento de Estado norteamericano.
El Pentágono ha reaccionado airadamente ante la publicación de los cables y ha calificado de “irresponsable” la filtración por “poner vidas en peligro”. Wikileaks ha desatendido las advertencias formuladas en este sentido por los abogados de la cartera dirigida por Hillary Clinton y ha garantizado la divulgación de los documentos, a pesar de haber sufrido un ataque cibernético que ha dejado su web inutilizada durante horas. Como sucedió en anteriores filtraciones, los documentos han sido divulgados simultáneamente a través de diversos medios internacionales.
Consignas de EEUU
Los documentos revelan una serie de “directivas humanas de inteligencia”, bien dictadas por Clinton o por su predecesora, Condoleezza Rice, por los que se ordena a los diplomáticos estadounidenses que obtengan información de “instalaciones militares, vehículos empleados por líderes políticos, e incluso muestras de ADN huellas dactilares”, cita The Guardian. Una de estas directivas tiene como objetivo “a la cúpula de Naciones Unidas”. Los diplomáticos estadounidenses debían, en virtud de esa orden, obtener especificaciones técnicas de los sistemas de telecomunicaciones empleados por los principales responsables de la ONU, así como sus redes privadas -contraseñas incluidas- para el intercambio de información personal.
Las informaciones clasificadas destacan el acercamiento entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y Asia en detrimento de la Unión Europea, a la que considera un actor “en segundo plano” del escenario internacional, según recoge el número de mañana del magacín alemán Der Spiegel, filtrado esta tarde en internet y recogido por un buen número de medios internacionales. Estos documentos equiparan al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, con el dictador nazi Adolf Hitler, consideran que la canciller alemana Angela Merkel tiene carácter de “teflón” y describen al presidente afgano, Hamid Karzai, como un “completo paranoico”.
El presidente galo, Nicolas Sarkozy, es calificado por ejemplo, como “el emperador desnudo”. de Italia los documentos describen las “salvajes” fiestas del primer ministro Silvio Berlusconi, cuyas relaciones con el líder libio Muamar El Gadafi y con el primer ministro ruso Vladimir Putin (al que describen como “un macho alfa”) provocan malestar en Washington.
En el contexto de las relaciones internacionales, los documentos revelan que Estados Unidos empleo a los prisioneros de Guantánamo como “moneda de cambio” en las conversaciones diplomáticas o que Washington ha sido objeto de ataques cibernéticos procedentes de China desde hace ocho años -y que Pekín ordenó la contratación de ‘hackers’ nacionales para emprender un asalto pirata sobre la compañía Google-.