Rubalcaba: «¿Alguien se imagina que entra un guardia civil o un militar con una pistola?»
El vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha negado que se haya obligado a trabajar a los controladores aéreos a punta de pistola, tal y como aseguraron ayer algunos miembros del colectivo y portavoces de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA). “¿Alguien se imagina que entra un guardia civil o un militar con una pistola?. Es sencillamente inimaginable”, ha señalado Rubalcaba en declaraciones a Onda Cero, donde ha asegurado que la persona “compungida” que contó esa historia en televisión “miente”.
Rubalcaba ha indicado que no hay más que recurrir al “sentido común” para saber que esto es “inimaginable”, al tiempo que ha recordado que el Gobierno simplemente decidió que el control aéreo pasara a manos de Defensa, lo que provocó que los militares acudieran a las torres de control para ver quien estaba trabajando y quien no y levantar los correspondientes atestados. “Punto y final”, ha añadido.
El vicepresidente primero, que ha reconocido que la noche del viernes al sábado fue “larga y complicada” y con momentos de “gran preocupación”, ha asegurado que la situación se está normalizando, aunque ha admitido que se tardará al menos 48 horas en recuperar una situación de “plena normalidad”. “No se puede hacer de golpe”, ha subrayado, tras recordar que hay que rehacer planes de vuelo, calendarios y tratar de introducir los vuelos perdidos.
Mismo trabajo, distinto sueldo
Rubalcaba ha insistido “con firmeza” en que el paro no les va a salir “gratis” a los controladores, puesto que han generado una situación “muy dañina” para los ciudadanos, los hosteleros y la “imagen país”. “Tenemos muchos mecanismos y no vamos a dudar en aplicarlos”, ha recalcado, tras asegurar que un colectivo no puede poner en duda la normalidad de todo un país.
Sobre la convocatoria del estado de alarma, el ‘número dos’ del Gobierno ha señalado que solicitará una autorización en el Parlamento para prolongarla si lo estima necesario, al tiempo que ha confiado en obtener el apoyo de los principales partidos de la oposición por la excepcionalidad de la situación.
Preguntado por las indemnizaciones que reclamarán muchos ciudadanos, ha asegurado que las responsabilidades “de esta tropelía” se darán en distintos “sitios y momentos”, ya que se han utilizado diferentes vías para que la Justicia actúe.
Finalmente, sobre si los controladores militares están preparados para ocupar los puestos de los controladores civiles, Rubalcaba ha recordado que son dos colectivos que hacen el mismo trabajo, pero con sueldos distintos, por lo que podrían hacerse responsables de una parte de los puestos de Aena sin problemas, aunque no de todos.
Blanco: “Tendrán que probar que fueron amenazados por guardias civíles”
El ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que algunos controladores tendrán que probar sus afirmaciones en la que aseguraron que fueron amenazados por guardias civiles para que se reincorporaran a su puesto de trabajo. “Yo comprendo que el estado de ansiedad y de shock de algunos les haya llevado a hacer afirmaciones que en todo caso tendrán que probar”.
El portavoz del sindicato de controladores USCA en Baleares, Javier Zanón, denunció ayer que la Guardia Civil “ha obligado a trabajar a punta de pistola” a algunos compañeros que se encontraban descansando en el centro de control de Son Sant Joan, bajo “la amenaza de llevarlos al calabozo”. Zanón explicó que agentes de la Benemérita llegaron por la mañana a las salas de control, donde estaban “descansando” algunos controladores, a quienes condujeron “a punta de pistola” a la sala de operaciones del centro de control, donde les obligó a sentarse, bajo la amenaza de detenerlos en caso de que se negaran.
El ministro ha explicado que todos los guardias civiles llevan pistola, por lo que “una cosa es decir que un guardia civil lleva una pistola, que es una situación normal, y otra cosa es decir, yo no he entendido que haya dicho eso, que la había utilizado para amenazar”.
El ministro dijo suponer que la razón que llevó a los controladores a volver a su puesto de trabajo ayer sábado, una vez aprobado el decreto que declaraba el estado de alarma, era “la obediencia” a una situación decretada por parte del Consejo de Ministros “que obligaba” a incorporarse a su puesto de trabajo.