Australia proporcionará ayuda consular a Assange
El Gobierno australiano proporcionará ayuda consular al fundador de Wikileaks, Julian Assange, a quien un tribunal británico ha denegado la libertad bajo fianza después de que fuera detenido en Londres en ejecución de la euroorden de captura emitida por las autoridades de Suecia por la supuesta comisión de varios delitos sexuales en este país nórdico.
El ministro de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, ha sido el encargado de realizar el anuncio tras confirmar que Assange había acudido al consulado de este país en Londres para solicitar asistencia diplomática. “Se la proporcionaremos, como hacemos con todos los ciudadanos australianos”, ha declarado hoy el canciller a la emisora ABC.
En un primer paso, funcionarios australianos asistieron a Assange en la audiencia que se celebró ayer martes en la capital británica para la lectura de los cargos que se le imputan. Más adelante, recibirá una carta con instrucciones. “Le daremos indicaciones sobre cómo organizaremos las visitas y otros tipos de ayuda relacionados con su bienestar y sus derechos legales”, ha señalado Rudd.
Assange, de 39 años, permanecerá arrestado hasta el próximo 14 de diciembre, cuando se celebrará una nueva audiencia para decidir su extradición a Suecia. El australiano ya ha manifestado su rechazo a abandonar Reino Unido, aunque Rudd le ha garantizado que recibirá el apoyo de los servicios diplomáticos en Londres o en Estocolmo.
Denuncian la persecución política
Por su parte, Mark Stephens, uno de los abogados de Assange, ha apuntado que la detención de su cliente obedecía a una persecución política por filtrar más de 250.000 cables diplomáticos estadounidenses, por lo que confió en que “será liberado y vindicado”.
No obstante, la fiscal sueca encargada del caso, Marianne Ny, ha rechazado este argumento al afirmar que no existen pruebas que indiquen que el proceso judicial contra Assange es un complot político contra su web, según ha indicado en una rueda de prensa en Gotemburgo, en el oeste de Suecia, como recoge el diario ‘Aftonbladet’.
En relación a las revelaciones de Wikileaks, el ministro, quien aparece definido en algunos cables como el político que ha protagonizado los mayores errores de la política exterior australiana, ha rechazado estos comentarios. “Estoy seguro de que se habrán escrito cosas peores sobre mí en el pasado y de que probablemente escribirán cosas peores en el futuro, pero, francamente, no me importa. Mi trabajo es actuar de acuerdo a los intereses nacionales de Australia como ministro de Exteriores”, ha aseverado.