«Heridos de guerra» en el Espanyol B – Balaguer
Cinco futbolistas del filial del RCD Espanyol acabaron anoche en el hospital tras el encuentro que disputó el conjunto barcelonés en la localidad leridana de Balaguer, que ha acabado con un 3-1 favorable a los locales. Según informa la pagina web del RCD Espanyol, el partido fue “violento” por parte del Balaguer y subraya las bajas como “heridos de guerra”, después de destacar que la tensión se vivió “desde el primer momento”.
La página oficial del club blanquiazul destaca que mientras el Espanyol B salió al campo con un juego un poco adormecido, el Balaguer estuvo contagiado de un espíritu casi bélico, permitido por el arbitraje de Casas López de Arce. De hecho, Manu Molina tuvo que retirarse por una fractura en el tabique nasal; Joselu, con un traumatismo craneal no pudo acabar el choque; Óscar Sielva sufrió una contusión abdominal; Éric, un golpe en la cadera, y el portero Dinu padeció un desgarro en los genitales después de que le pisaran, aunque este último sí pudo acabar el partido.
Según la cadena COPE, el caso más preocupante ha sido el de Joselu, quien fue trasladado de urgencia al Hospital Arnau de Vilanova (Lleida), ya que padecía un traumatismo craneal con pérdida de conocimiento. El jugador estará en observación entre uno y dos días. El resto de futbolistas fueron trasladados al Hospital Quiron de Barcelona para ser examinados, y podrían ser baja el próximo domingo.
Tal y como destaca la web del Espanyol y otros medios, los leridanos siempre jugaron al límite y lograron ampliar su ventaja aprovechando un error del Espanyol B. Llegaron al descanso con un 3-0. Tras la pausa, el técnico Toni Rovira trató de reconducir la situación, y aunque David López marcó un tanto, el encuentro tomó un camino “bastante desagradable” (como destaca el club), y los jugadores “comenzaron a caer como moscas”.