Vuelve a casa por Navidad
Me comentaba un colaborador gallego que tenemos en el Grupo parlamentario de Madrid que él, hace 22 años quiso ser controlador aéreo y al enterarse, por el amigo de uno de ellos, que se habían abierto las inscripciones para optar a las oposiciones fue a la ventanilla correspondiente. Allí una señora le preguntó cómo se había enterado de aquella convocatoria ya que ésta se encontraba en el tablón interno de las dependencias del personal. Le dijo que a través de un amigo y la señora le disuadió de presentarse. “Esto es para los allegados y por eso solo se cumple con el requisito del tablón pero para que lo vean los que trabajan aquí”. Y se quedó nuestro gallego con un palmo de narices.
Endogamia y corporativismo en estado puro. Eso fue lo que acabó la ley de febrero, entre otras cosas, y que los controladores no han asimilado, y por eso hicieron su huelga salvaje, aparte del chollo de las horas extras.Las dudas del PP de no querer aumentar el período de alarma, no le vienen mal al PSOE porque el ciudadano no entra en sutilezas de si echar mano a lo excepcional es bueno o no. Lo que quiere es viajar y que no le molesten unos señores que ganan al mes lo que el presidente del gobierno en un año a cuenta del estrés y de su corporativismo y la dejación que diferentes gobiernos han ido concediendo a este cuerpo de élite que por tirar demasiado de la cuerda se les ha roto en las manos.
En la comparecencia parlamentaria del martes el portavoz de CIU, Pere Macías, le decía al ministro Blanco: “Oiga, ustedes también tienen responsabilidad en esto y yo que soy su creyente, en misa cada domingo. suelo pedir que el más allá sea como AENA, y tener un sueldo como el de Magdalena Álvarez, la ministra socialista de Fomento que salió del ministerio y está de embajadora no sé donde ganando como un controlador aéreo”.
Mientras el PSOE da imagen de autoridad, no se habla de la crisis económica y los ciudadanos saben que van a poder programar sus vacaciones sin que unos señoritos emborrachados de prepotencia les hagan la vida imposible. Y eso computa.