Moody’s amenaza con bajar el rating a 30 bancos y cajas de ahorros
Moody’s ha amenazado con bajar el rating de 30 entidades financieras españolas, entre bancos y cajas de ahorros, así como de sus emisiones de deuda con aval del Estado.
Moody’s sostiene que la capitalización, rentabilidad y acceso a los mercados de financiación de la banca española “permanecerán débiles”, debido a las dificultades económicas, el progresivo deterioro de los activos y los planes de austeridad fiscal del Gobierno.
A la hora de revisar sus rating sobre el sistema financiero, la calificadora de crédito advierte de que tendrá en cuenta la conclusión de la revisión del rating de España.
La agencia explica que, teniendo en cuenta que la eventual rebaja de la calificación soberana puede ser de varios escalones, aunque se mantendrá probablemente en el rango de ‘Aa’, es posible que la rebaja del rating de la banca a corto plazo se limite a un escalón, pero pueda ser de varios escalones a largo plazo.
Santander, BBVA, Popular, Sabadell, Banesto, Banco Pastor, Bankinter, Banco de Valencia, BBK, Caja Madrid, Bancaja, Caja Rioja, La Caixa, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Caja España, Cajastur, CaixaCatalunya e Ibercaja son algunas de las entidades que figuran en la lista de Moody’s.
Banco Cooperativo, Banca March, Bankoa, Caja Burgos, Caja Navarra, Caja Ávila, Caja Segovia, Caja Granada, Caja Insular de Canarias, Caja Laboral, Unicaja, Caja Cantabria, Cajamar Deixa Sabadell son otras de estas entidades, junto a las que figuran financieras como Lico Leasing y Santander Consumer Finance.
La lista de Moody’s también incluye organismos oficiales como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), así como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y Ahorro Corporación Financiera.
Moody’s precisó el pasado 13 de diciembre que su escenario central contempla pérdidas económicas para la banca española de hasta 176.000 millones de euros, de los que se han reconocido sólo la mitad (88.000 millones) en forma de dotaciones y reservas.
En este sentido, estimó el déficit de capital del sistema financiero en su conjunto, neto de los fondos públicos ya asignados por el Gobierno y otros mecanismos compensadores como efectos fiscales, en unos 17.000 millones de euros.