Desactivan una bomba en la embajada griega en Roma tras los ataques del jueves
Un artefacto explosivo ha sido hallado y desactivado nuevamente en una embajada en Roma, en este caso en la de Grecia, sólo cuatro días después de que sendos paquetes bomba explotaran en las legaciones de Chile y Suiza, hiriendo de gravedad a dos personas. Tras los ataques del pasado jueves, la capital italiana ha vuelto a vivir una mañana de tensión a la que contribuyeron además las falsas alarmas por la recepción de paquetes sospechosos en las embajadas del Principado de Mónaco, Venezuela, Dinamarca y Kuwait.
El paquete explosivo encontrado en la embajada de Grecia, que estaba listo para estallar en cuanto fuera abierto, llegó el pasado viernes en un sobre amarillo de los utilizados para embalar objetos frágiles, dentro de un porta-discos. “Llegó el viernes pero nadie lo abrió por motivo de las fiestas navideñas”, ha comentado el embajador de Grecia en Italia, Michael E. Cambanis, en declaraciones que recogen los medios italianos. “Hoy hemos visto algo muy sospechoso y por ello hemos informado inmediatamente a las fuerzas del orden, que han llegado en tres minutos. Ha sido una intervención perfecta”, ha añadido.
La Policía italiana cree que el paquete “no explotó por casualidad” y considera que la hipótesis más probable es la de que detrás de este envío figure el mismo grupo, la Federación Anarquista Informal (FAI), que reivindicó las bombas del pasado jueves en las legaciones de Chile y Suiza. Hoy también se ha registrado varias falsas alarmas de bomba en las embajadas de Venezuela, Dinamarca, Principado de Mónaco y Kuwait, después de recibir sendos envíos sospechosos que resultaron ser agendas o felicitaciones navideñas y que en un principio se creyó que pudieran contener algún tipo de explosivo.
Las embajadas en Roma se encuentran en alerta desde el jueves y la Policía italiana, en colaboración con el Ministerio de Exteriores, mantiene abierto un importante operativo para vigilar las legaciones, donde se han producido varias falsas alarmas de bomba en los últimos días, entre ellas en la de Ucrania e Irlanda. “Antes que nada hace falta entender si forman parte de la misma oleada. Esto significa, y lo hemos entendido desde el primer momento, que existe un grupo anarquista, de terrorismo, que quiere dar una señal a nivel internacional, eligiendo, desafortunadamente, nuestra ciudad”, ha afirmado el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, durante un acto en la capital italiana. “Desde este punto de vista existe una máxima vigilancia y ahora corresponde a los investigadores identificar a estos criminales que golpean las sedes de nuestras embajadas”, ha añadido.
El grupo anarquista FAI se atribuye los envíos
Según han informado fuentes judiciales, la Fiscalía de Roma actúa con un único procedimiento penal para investigar las distintas hipótesis de delito que puedan surgir de las bombas del pasado jueves y de otros posibles envíos de paquetes explosivos a las legaciones en la capital italiana. La Fiscalía romana, quien ya advirtió hace unos días que los envíos podrían repetirse, investiga ya los hechos del pasado jueves bajo la hipótesis de atentado con fines terroristas, siguiendo la pista del grupo anarquista que se los atribuyó, la FAI.
La reivindicación la hicieron en un texto que habían introducido en una caja hallada por la Policía junto a uno de los trabajadores de las embajadas que fueron heridos el pasado jueves tras la explosión de los paquetes bomba. “Hemos decidido que se escuche de nuevo nuestra voz con la palabra y los hechos. Destruyamos el sistema de dominio. Viva la FAI, viva la anarquía. Federación Anárquica Informal célula revolucionaria Lambros Founta”, rezaba la nota.
El grupo expresó además a través del texto su “solidaridad revolucionaria” con los “compañeros prisioneros y a los grupos que en Grecia, Chile, México, España, Argentina y cualquier otro lugar atacan sin parar, levantando cada vez más el objetivo”, lo que lleva a sospechar a la Policía que las embajadas de estos países pueden ser también objetos de envíos de explosivos. La sigla FAI apareció por primera vez en 2003 para atribuirse el envío de un paquete bomba al ex primer ministro de Italia Romano Prodi, que entonces era presidente de la Comisión Europea (CE), y a otras autoridades comunitarias e italianas.