El feminazismo les ha secado el cerebro: Las embarazadas intentan adelantar el parto para cobrar el cheque bebé aún poniendo en riesgo las vidas de sus bebés
Ese hecho provoca que muchas féminas intenten adelantar su parto, dentro de lo posible, para tener derecho a esa prestación antes de que sea retirada por el Gobierno central, lo que sucederá a partir del próximo 1 de enero. Hospitales, clínicas y especialistas en obstetricia y ginecología están constatando un especial deseo de las mujeres que se hallan en las últimas semanas de gestación en parir como muy tarde el 31 de diciembre. Es mucho lo que está en juego. Tanto como encontrarse con una ayuda de 2.500 euros o carecer de ella. «La gente llega y nos cuenta verdaderos dramas familiares. Nos dice que necesita ese dinero porque está atravesando por una situación económica muy delicada», explicó una ginecóloga a este periódico.
Esas personas, al expresar que se encuentran en paro y que no disponen de ingresos, tratan de hacer ver a los profesionales que precisan imperiosamente cobrar el cheque bebé. «No es que nos exijan parir tal o cual día, pero nos dicen que les gustaría hacerlo lo antes posible», señala la especialista en obstetricia y ginecología. Los médicos comprenden los problemas económicos de sus pacientes, pero no se arriesgan a adelantar los partos si entienden que puede haber algún riesgo para la madre o el hijo. Tampoco aplican medidas que vayan en contra de la praxis médica o la deontología profesional. Otra cuestión es si el facultativo considera que la única solución es una cesárea. En esos casos, el parto se programa con suficiente antelación. «Yo había fijado una cesárea para el 3 de enero, y la embarazada me comentó que si no podría hacerse la intervención antes del 31 de diciembre. Como, desde el punto de vista clínico no había ninguna diferencia, he atendido la petición de la paciente», señaló una ginecóloga que trabaja en la sanidad privada.
No obstante, dejaron claro que nunca programan una cesárea que no esté indicada ni adelantan un parto si no existen criterios médicos que lo aconsejen. Las embarazadas pueden solicitar que se les den medicamentos para inducir el alumbramiento (fundamentalmente oxitocina) y firmar un documento en el que conste que se hace bajo su responsabilidad, pero, aun así, a los obstetras les cabe negarse si creen que esa actuación implica un riesgo para la salud. Dar medicinas para inducir el parto representa el peligro de que al final haya que practicar una cesárea, que no habría sino preciso realizar en caso de no haberse aplicado el tratamiento para adelantar el parto.
Fuentes de la Clínica Parque San Antonio manifestaron que una cosa es fijar una cesárea para antes del 1 de enero, si es evidente que hay que hacerla, y otra bien distinta prescribir fármacos para inducir el parto a una mujer a la que aún le quedan dos o tres semanas para dar a luz de forma natural. «Siempre debe primar el criterio del médico, que es quien sabe lo que más le conviene a la paciente», añadieron las fuentes citadas.
La crisis que sufre España ha obligado al Ejecutivo socialista a reconsidera la medida y a dejar de entregar la prestación a partir del 1 de enero de 2011. Los niños que vengan al mundo en los cuatro días que restan para que el año se despida serán los últimos del cheque bebé.
Y muchas de ellas inmigrantes seguramente, aunque con la incultura que hay en Andalucia…