E.P.- Eufemiano de Céspedes, un vecino del municipio de Guadarrama de 72 años, acude en su coche a la Fuente Corneja como todos los días. En el maletero acomoda una treintena de botellas vacías de cinco litros, que con paciencia llena cada mañana. Ayer tuvo suerte, porque pese a que el camino estaba embarrado, no estaba cortado por la nieve, tal y como ocurrió hace dos semanas. “Así todos los días desde que me cortaron el agua en mi finca, situada en las Laderas de Cenarrubio”, cuenta este ingeniero jubilado, que vive en un contenedor de 22 metros cuadrados del que, asegura, no se piensa mover.

Eufemiano se considera el objetivo de una persecución por parte de los responsables del Consistorio de Guadarrama para que salga de su terreno, que no es urbanizable. El Consistorio rechaza estas acusaciones. La alcaldesa de Guadarrama, Carmen María Pérez (PP), asegura que Eufemiano tenía un enganche ilegal a la red de agua: “Nos acusa de haberle ocupado una nave, que estaba en su finca pero era del Ayuntamiento hacía muchos años. Al final un juzgado le da la razón. Pide licencia de agua y en aquel entonces no se le da, porque no tiene actividad, ni agrícola ni ganadera. Hace un enganche ilegal y se le corta el agua. Si la casa fuera legal, le daríamos el agua sin problema”.

Eufemiano interpuso una demanda en 1994 contra el Consistorio, que utilizaba su finca para guardar la maquinaria de la empresa concesionaria de la limpieza. El 12 de enero de 2006 este jubilado logró su objetivo, y por orden del Juzgado de Instrucción número 5 de Collado-Villalba el Ayuntamiento fue expulsado de los terrenos.

Pero el vía crucis de este jubilado no se acaba con el desalojo de su terreno. Media hora después se dio cuenta de que el suministro de agua de la propiedad se había cortado. Y desde entonces ha tratado de volver a tener agua, para aprovecharla en el contenedor donde vive, que ha habilitado como si de un minipiso se tratara. Todo de forma autosuficiente, con una estufa de leña y la electricidad suministrada por una placa fotovoltaica, que el propio Eufemiano ha instalado. Ayer mismo este ingeniero jubilado recibió una mala noticia: una sentencia de un Juzgado de lo Contencioso-administrativo ha ratificado el corte de agua. Pero el auto judicial va más allá, poniendo sombras en el título de propiedad de los terrenos, pese a que otro juzgado sí reconoció su titularidad.

Pero el 8 de julio este jubilado se enteró de un hecho que ha renovado sus endebles esperanzas de dar un escarmiento a quienes, dice, le han hecho la vida imposible. Entre ellos, el ex alcalde José Ignacio Fernández Rubio, a quien ha denunciado. Otro vecino, que también consideraba haber sido acosado, llamó a Eufemiano como testigo. Y ahí se enteró de que varios policías locales habían reconocido en el juzgado que el Ayuntamiento había ordenado que vigilaran su finca: “Y lo hicieron para que me fuera del terreno”, explica.

En una de las declaraciones de los policías, al ser preguntado por la juez si les habían ordenado vigilar alguna finca para ver si realizaban obras, el policía contestó: “Últimamente estamos vigilando una finca situada en la carretera de La Jarosa, concretamente la de Eufemiano de Céspedes, ya que tiene un litigio con el Ayuntamiento por haberle ganado una nave. Hemos levantado ya algunas actas de esa finca”.