Cincuenta
El pasado día 8 cumplí años, 50. Cambié el número 4 por el 5. Se dice que los cambios de década suelen afectar en el ánimo. Yo de momento no lo siento pero reconozco cierto vértigo. Medio siglo de vida. Sin tus padres, te das cuenta que estás en primera línea de fuego, que el tiempo pasa casi sin darnos cuenta, y que necesitas reposar los diversos momentos para saber distinguir entre lo superfluo y lo importante.
María José, un cielo de mujer, un ser excepcional a la que adoro, me organizó una de esas fiestas sorpresa que todos alguna vez quisiéramos vivir. Familia, amigos, risa, música y mucho cariño. La familia siempre está de una u otra forma, al menos la mía. Siempre la echas de menos. También los amigos. A la familia no la eliges, naces en ella, la tienes y la amas. A los amigos los eliges, los quieres y los cuidas.
Hablando de amigos, reseñar que hay diversos niveles de relación amistosa. Están los amigos, están los conocidos, y están los saludados. Puedo presumir de amigos. De los de verdad. Conocidos miles, saludados ni te cuento. Fue uno de esos días especiales, de los que no olvidaré nunca. Gracias María José por hacerme vivir un momento inolvidable.
Eres un amor.
También vivimos la fiesta con la nueva ley antitabaco como protagonista. Esta ley talibana que nuestro querido gobierno nos ha depositado con tanto esmero. Insisto, no cuestiono el respeto al no fumador. Cuestiono la falta de libertad. Libertad, bendita palabra maltratada por nuestros dirigentes socialistas. Quién lo iba a decir. ¿Tan difícil es habilitar zonas de fumadores sobre todo en restaurantes y lugares de ocio donde puedan convivir los que fumen y los que no? En fin, debe ser todo un misterio.
Ciertamente uno se queda más tranquilo cuando oyes decir a nuestra flamante ministra de Sanidad que el Gobierno se va a ocupar de la salud de todos. Un alivio. Eso sí, tendrán que ir produciendo más medicinas para los enfriamientos y catarros que los fumadores van a coger de tanto salir a fumar a la calle. Mejoran los pulmones pero empeoran las fiebres.
Piensen la escena en un bar de tapeo o restaurante, temperatura ambiente, calentitos. Que te apetece fumar un cigarrillo, pues te sales al frío a fumártelo. Lo terminas, entras y vuelves a calentarte, si es que los de dentro no se resfrían antes de tanta corriente de abrir y cerrar las puertas. No digamos ya un puro.
Y para rematar la falta de libertad, nos invita y anima la ministra en cuestión a denunciar y delatar a los infractores de una forma anónima. Fomentar al chivato. ¡Qué bonito! El chivatazo, una de las señas de identidad de las dictaduras. Dar rienda suelta para que gente sin escrúpulos puedan denunciar desde la oscuridad. A veces pienso que a esta gente se le ha ido la cabeza.
Libertad y respeto son compatibles. ¿Por qué se empeñan en lo contrario?
PD. Desconozco quién es el lumbreras del Consejo Superior de Deportes (CSD) que organiza los campeonatos autonómicos de baloncesto (no sé si otros deportes) para niños/as en las fechas de Reyes. Los que deciden esto, deben pertenecer a esta ola laicista radical que nos acompaña en estos tiempos. ¿Cómo pueden dejar sin la ilusión de unos Reyes a montones de niños/as y sus familias? Entiendo que no debe ser fácil encontrar fechas, hasta ahí llego, pero ¿imposible otras?
*Ex entrenador del Real Madrid y de la selección española de baloncesto.