Australia se asoma al Apocalipsis
Por las lluvias, los ríos inundaron un área mayor que Francia y Alemania juntas. Casi 20.000 casas en Brisbane, la tercera ciudad del país, están en riesgo. Ya hubo 22 muertos y 67 desaparecidos.
Terribles inundaciones que arrasaron el noreste de Australia anegaron las calles de Brisbane, la tercera ciudad australiana, obligando a los habitantes a escapar hacia los suburbios y hacia los rascacielos mientras las cuadrillas de rescate buscaban por 67 personas que seguían desaparecidas.
Casi 20.000 viviendas en Brisbane están a punto de ser anegadas en la ciudad de 2 millones de habitantes cuando el río Brisbane llegue a su crecida máxima mañana, dijo el alcalde Campbell Newman. Las cifras eran revisadas conforme la amenaza se hacía cada vez más inminente, y el panorama se presenta cada vez peor debido a las peores inundaciones vividas en la región desde hace un siglo.
Por lo menos 22 personas han muerto en Queensland, el estado nororiental de Australia, desde que las lluvias torrenciales comenzaron en noviembre provocando la crecida de los ríos que se desbordaban de sus márgenes, inundando una extensa área mayor que Francia y Alemania juntas.
La crisis empeoró cuando una violenta tormenta provocó el lunes un torrente de agua de ocho metros (26 pies) al caer sobre la ciudad de Toowoomba y en los pequeños pueblos al oeste de Brisbane. Doce personas murieron en las torrentes y 67 seguían desaparecidos.
Las sirenas de emergencia ululaban por toda Brisbane hoy por la tarde. Se veían las lanchas desprendidas de sus amarras que flotaban a la deriva por las aguas crecidas junto con cerros de escombros. Algunas calles de la ciudad estaban anegadas.
Dos centros de evacuación fueron abiertos en la ciudad y Newman afirmó que se prevé que unas 6.500 podrían llegar hasta esos lugares en los próximos días. Las autoridades han instado a las personas que habitan en suburbios situados en zonas bajas que preparen sus viviendas, y las evacúen a lugares más seguros con amistades o familiares, pero que se mantengan lejos de las calles.
“Este incidente no se trata de un evento turístico, se trata de un desastre natural de mucha gravedad”, destacó la primera ministra de Queensland, Anna Bligh. “Manténganse en sus casas. No viajen a menos que sea absolutamente necesario”, recomendó.
El Río Brisbane se desbordó de su cauce ayer y continuaba creciendo hoy, parcialmente controlado por una gran represa río arriba que ha abierto sus compuertas porque las aguas han llegado hasta el borde debido a las lluvias torrenciales en todo el estado.